Un empujón de la periferia al centro: la economía del comportamiento
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Estocolmo. - El economista estadounidense Richard H. Thaler, galardonado hoy con el Premio Nobel de Economía 2017, ha sido reconocido por sus aportes a la economía del comportamiento, entre ellos el concepto de "nudging" (dar un pequeño empujón o alentar, en inglés).
El campo de la economía del comportamiento comenzó "como un área periférica, pero ya no lo es. Ahora ves economistas del comportamiento en todos los departamentos económicos", afirma a dpa Anna Dreber Almenberg, profesora de la Escuela de Economía de Estocolmo.
Las contribuciones de Thaler incluyen "incorporar las inclinaciones y los distintos tipos de preferencias en el campo de la economía", asegura.
"Estas desviaciones del modelo económico estándar son sistemáticas y no solamente fortuitas", añade, lo que hace más sencillo incorporarlas a la teoría económica más amplia.
Otra área con la que Thaler está asociado es el "nudging", es decir la manera de "empujar" a las personas a tomar decisiones que las beneficien a largo plazo, un campo tanto de la economía como de la política.
Ser conscientes de cuáles son las decisiones de base de los seres humanos es de ayuda cuando se trata de influir sobre la gente por ejemplo para que ahorren para su pensión o acepten formar parte de un programa de donación de órganos, señala Almenberg.
"Si lo estándar en una población o un país es que la donación de órganos sea lo estándar (...) eso empuja a la gente a comportarse de forma más social", opina.
Las teorías de Thaler se encuentran expuestas en el libro que escribió junto con Cass Sunstein titulado "Nudge: improving decisions about health, wealth and happiness" (En español publicado como "Un pequeño empujón: El impulso que necesitas para tomar mejores decisiones sobre salud, dinero y felicidad").
El ex primer ministro británico David Cameron tenía una unidad especial de "nudge" y Sunstein forma parte en la actualidad de la oficina de información y regulación de la Casa Blanca. A su vez, en Suecia Thaler ha dado charlas a políticos que trabajaban en la revisión del sistema de pensiones.
Junto con Shlomo Benartzi, Thaler también diseñó un programa llamado "Save More Tomorrow" (Ahorra Más Mañana), por el que un individuo se compromete a destinar parte de una futura subida de su salario al ahorro, para conseguir aumentar los fondos de cara a su jubilación. El programa ha sido utilizado por varias compañías estadounidenses, según la Academia de Ciencias Sueca.
Otra área en la que el Nobel ha trabajado se refiere a las preferencias sociales y la ecuanimidad. En un experimento bautizado como "el juego del dictador", se le ofrece a la gente la opción de quedarse con una cantidad de dinero o compartirlo con otro, con el objetivo de estudiar el comportamiento no egoísta.
La suma, por ejemplo 10 dólares, se le da a una persona, bautizada "el dictador", explica Almbenberg. "El dictador puede elegir quedárselo todo o darle algo al otro receptor. En la teoría económica clásica, que se basa en el egoísmo, la gente no tendría que dar nada, pero eso no es lo que uno ve muchas veces", añade.
"Muchas personas no dan nada, pero muchas sí eligen hacerlo, y al dar, lo normal es que lo dividan al 50%, lo que indica que las personas tienen incorporada en sus preferencias la ecuanimidad", señala Almbenberg, que no forma parte de la Academia de Ciencias de Suecia.
Las contribuciones de Thaler incluyen "incorporar las inclinaciones y los distintos tipos de preferencias en el campo de la economía", asegura.
"Estas desviaciones del modelo económico estándar son sistemáticas y no solamente fortuitas", añade, lo que hace más sencillo incorporarlas a la teoría económica más amplia.
Otra área con la que Thaler está asociado es el "nudging", es decir la manera de "empujar" a las personas a tomar decisiones que las beneficien a largo plazo, un campo tanto de la economía como de la política.
Ser conscientes de cuáles son las decisiones de base de los seres humanos es de ayuda cuando se trata de influir sobre la gente por ejemplo para que ahorren para su pensión o acepten formar parte de un programa de donación de órganos, señala Almenberg.
"Si lo estándar en una población o un país es que la donación de órganos sea lo estándar (...) eso empuja a la gente a comportarse de forma más social", opina.
Las teorías de Thaler se encuentran expuestas en el libro que escribió junto con Cass Sunstein titulado "Nudge: improving decisions about health, wealth and happiness" (En español publicado como "Un pequeño empujón: El impulso que necesitas para tomar mejores decisiones sobre salud, dinero y felicidad").
El ex primer ministro británico David Cameron tenía una unidad especial de "nudge" y Sunstein forma parte en la actualidad de la oficina de información y regulación de la Casa Blanca. A su vez, en Suecia Thaler ha dado charlas a políticos que trabajaban en la revisión del sistema de pensiones.
Junto con Shlomo Benartzi, Thaler también diseñó un programa llamado "Save More Tomorrow" (Ahorra Más Mañana), por el que un individuo se compromete a destinar parte de una futura subida de su salario al ahorro, para conseguir aumentar los fondos de cara a su jubilación. El programa ha sido utilizado por varias compañías estadounidenses, según la Academia de Ciencias Sueca.
Otra área en la que el Nobel ha trabajado se refiere a las preferencias sociales y la ecuanimidad. En un experimento bautizado como "el juego del dictador", se le ofrece a la gente la opción de quedarse con una cantidad de dinero o compartirlo con otro, con el objetivo de estudiar el comportamiento no egoísta.
La suma, por ejemplo 10 dólares, se le da a una persona, bautizada "el dictador", explica Almbenberg. "El dictador puede elegir quedárselo todo o darle algo al otro receptor. En la teoría económica clásica, que se basa en el egoísmo, la gente no tendría que dar nada, pero eso no es lo que uno ve muchas veces", añade.
"Muchas personas no dan nada, pero muchas sí eligen hacerlo, y al dar, lo normal es que lo dividan al 50%, lo que indica que las personas tienen incorporada en sus preferencias la ecuanimidad", señala Almbenberg, que no forma parte de la Academia de Ciencias de Suecia.