Un oligarca y ex espía de la KGB se dispone a comprar el diario londinense 'Evening Standard'
El País, España
Alexander Lebedev quiere que Tony Blair, Jacques Chirac y Gorbachov formen parte del consejo editorial
Según The Guardian, el acuerdo de compra lo firmará este mismo jueves el hijo del magnate ruso, Yevgueni, que vive en Londres. En unas declaraciones a The Guardian, Lebedev padre explicó que había leído el Evening Standard y otros periódicos británicos cuando trabajaba como espía en la embajada soviética en Londres a finales de los años ochenta. "Mi tarea consistía en leer todos los periódicos: el Financial Times, el Guardian, el Standard y el Daily Mail", dijo Lebedev, según el cual el Evening Standard era "un muy buen periódico" y tenía varios "excelentes periodistas". Según The Guardian, es prácticamente seguro que la venta del Evening Standard a un ex espía ruso haya sido tratada al más alto nivel del Gobierno británico.
Sin embargo, según The Guardian, es posible que bajo el nuevo propietario, el Evening Standard deje de estar tan influido como está ahora por el otro periódico del grupo, el derechista Daily Mail, aunque seguramente seguirá apoyando al actual alcalde conservador de Londres, Boris Johnson. El magnate ruso quiere establecer también un nuevo consejo editorial y asesor del vespertino, que incluiría a personajes tan destacados como su amigo, el ex presidente soviético Mijaíl Gorbachov, el ex primer ministro británico Tony Blair y el ex presidente francés Jacques Chirac.
Lebedev figura en la última lista Forbes de los más ricos del mundo en el puesto 39 entre los 100 principales multimillonarios de su país con una fortuna de 3.100 millones de dólares, aunque él mismo la cifra en 2.500 millones. Es propietario de uno de los mayores bancos privados rusos, tiene una participación del 30 % en la compañía Aeroflot y otros intereses, entre ellos un restaurante londinense y un hotel de lujo en Italia. Sobre su compra del periódico, Lebedev dijo que "no se trata de hacer dinero", pues hay muchas otras formas de hacerlo, sino que es, por el contrario, "una buena forma de derrocharlo".