El fallecido era un palestino de 28 años que fue herido de bala en el estómago. Casi 200 de los heridos recibieron disparos y otros inhalaron gases lacrimógenos, comunicó la misma fuente. Un puesto sanitario de campaña fue alcanzado directamente por una granada de gas lacrimógeno, provocando dificultades respiratorias a 10 sanitarios.
Cerca de 10.000 palestinos participaron en disturbios en cinco puntos a lo largo de la frontera, según el Ejército israelí. Los manifestantes ondearon banderas palestinas y quemaron neumáticos y enseñas israelíes. Hubo varios intentos de dañar o romper las instalaciones fronterizas y los palestinos lanzaron también bombas incendiarias, añadió.
Hamas, que gobierna en la Franja de Gaza, envió a gente para demoler la valla fronteriza y una segunda oleada de activistas intentó entonces entrar en Israel, dijo el portavoz del Ejército israelí, Jonathan Conricus. Aunque se trata de que haya las menos víctimas posibles "no podemos permitir que una horda de alborotadores entre en Israel", añadió.
Desde finales de marzo murieron 35 palestinos y resultaron heridos más de 3.000 en las protestas a lo largo de la Franja de Gaza. Un alto cargo militar israelí dijo hoy que la mayoría de los palestinos fallecidos eran "terroristas" y que el fotoperiodista Yasir Murtaja, que murió hace una semana, recibía un salario de Hamas. Estas acusaciones fueron desmentidas vehementemente por parte de los palestinos. La muerte del periodista causó indignación a nivel mundial.
Las organizaciones de derechos humanos acusan a Israel de una reacción desmesurada, algo que Israel niega. Según fuentes del Ejército israelí, los soldados tienen indicaciones de disparar únicamente a las piernas de los palestinos en caso de que se dañe la valla fronteriza o los soldados estén en peligro. Israel ha alertado una y otra vez a los manifestantes que se mantengan alejados de la valla.
La "Marcha del Retorno" es una convocatoria de Hamas para manifestarse durante seis semanas hasta el 15 de mayo, el día después de la fecha de la fundación de Israel, conocido entre los palestinos como la "Nakba" o "catástrofe". Los palestinos consideran la creación del Estado judío como un desastre porque en 1948 cientos de miles de ellos tuvieron que abandonar sus hogares o fueron expulsados. Por ello exigen el "derecho al retorno" de sus descendientes, algo que Israel rechaza de plano.
Ante las nuevas protestas, el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, llamó a los habitantes de Gaza y a Hamas a un cambio de actitud. "Nunca nos doblegarán", les advirtió. "Deberían empezar a dejar de pensar en como pueden destruir el Estado de Israel, y a pensar en como pueden coexistir con Israel, eso sería mejor para los habitantes de Gaza, para Israel y para toda la región", dijo Liebermann.
Cinco ex francotiradores israelíes expresaron hoy en una carta pública "vergüenza y tristeza" por los acontecimientos en la Franja de Gaza. Los miembros de la organización israelí "Breaking the Silence" (Rompiendo el silencio) criticaron "las órdenes militares que permiten a los francotiradores disparar con fuego real contra manifestantes desarmados". Además, añadieron que sienten "vergüenza por las órdenes, faltas de discernimiento moral y ético, y tristeza por los jóvenes soldados que -como bien sabemos por propia experiencia- llevarán para siempre con ellos las escenas que vieron por el visor de sus fusiles".
Un alto cargo militar israelí rechazó esas acusaciones. "Sólo disparamos cuando tenemos que disparar", dijo, y se hace todo lo posible para evitar muertos y heridos.
En tanto, en Cisjordania presuntos extremistas judíos incendiaron la noche del jueves una mezquita. Según la policía, los responsables incendiaron la puerta de entrada al templo en el pueblo de Akraba, cerca de Nablus. Además, escribieron en hebreo la palabra "venganza" en la pared.