Si bien el número de participantes no podía calcularse este sábado hacia las 17h00 GMT por parte de las autoridades locales, Radio Nacional de España (RNE) y el diario barcelonés La Vanguardia calculaban en varios centenares de miles los manifestantes.
La marcha está encabezada por un inmensa senyera (bandera catalana) acompañada de los lemas "somos una nación" y "nosotros decidimos" y miles de banderas catalanas e independentistas podían verse a todo lo largo del cortejo.
La cabecera tardó casi una hora en poder ponerse en marcha, debido a que el señorial Paseo de Gracia se llenó de gente que no dejaba arrancar la marcha. Los metros se colapsaron, los autocares que transportaban gente desde fuera de Barcelona no pudieron acercarse al centro.
En el Paseo de Gracia la gente no podía caminar y muchos lo hicieron por la Rambla de Cataluña, la paralela al gran paseo.
Según el alcalde de la ciudad, Jordi Hereu, la ciudad está "desbordada", y explicó que le habían dicho que esta manifestación "no tenía precedentes".
"Esta manifestación es el comienzo de la independencia que queremos para nuestro país", Cataluña, dijo a la AFP Jordi Cau, estudiante en medio de la multitud.
La manifestación para protestar contra la sentencia del Tribunal Constitucional, organizado por Omnium Cultural, una asociación para la difusión de la cultura, la lengua y la identidad catalanas, cercana a los independentistas, recibió el apoyo de los principales partidos de la región, salvo de los conservadores del opositor Partido Popular (PP).
La gran coalición nacionalista de centro derecha Convergencia i Unió (CiU), los independentistas de izquierda de ERC y la rama catalana del Partido Socialista (PSC) en el poder en Madrid, también convocaron a esta manifestación, no sin cierta especulación electoral antes de que se renueve el parlamento regional en el próximo otoño (boreal).
El presidente socialista del gobierno autónomo, José Montilla, y sus dos predecesores, el socialista Pasqual Maragall y el nacionalista Jordi Pujol, encabezaban el desfile.
El presidente de CiU, Artur Mas, se declaró "emocionado" de que "tanta gente" haya ganado la calle para defender "la dignidad de Cataluña".
"Lo importante es que estamos casi todos. Hay un antes y un después de esta manifestación multitudinaria", declaró Mas. Cataluña "no se rinde; eleva su voz de manera firme para rechazar la sentencia constitucional contra el Estatuto", añadió.
"Hoy empieza el proceso de la independencia. El objetivo es el que dice el lema: somos una nación y nosotros decidimos", declaró el secretario de ERC, Joan Puigcercós.
Esta demostración de fuerza tiene lugar un día después de la confirmación por parte del Tribunal Constitucional español de la sentencia, conocida a finales de junio, que elimina aspectos importantes del nuevo estatuto de autonomía, adoptado en 2006 tras un compromiso entre el PSOE y CiU.
El alto tribunal consideró en su sentencia, publicadas el viernes, que el término "nación" para definir a Cataluña en el estatuto no tenía valor jurídico porque la Constitución no reconoce más que una nación, España".
Rechazó además el carácter "preferencial" de la lengua catalana sobre el español y descartó la necesidad de una autoridad de tutela regional para la justicia, reafirmando la validez de una autoridad nacional, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).