Vistiendo su hábito azul de religiosa, sor María Gómez Valbuena, rechazó responder a las preguntas del magistrado, que le imputa un delito de detención ilegal, antes de salir del juzgado madrileño protegida por la policía.
Esta monja prestaba sus servicios en 1982 en la clínica Santa Cristina de Madrid, donde acudió María Luisa Torres, una mujer que hoy tiene 58 años, para dar a luz a una niña.
La mujer acusa a la religiosa de haberle robado a su hija, que había aceptado confiarle temporalmente hasta que se encontrara en una situación financiera más desahogada.
Su denuncia es la primera que un juez lleva adelante en España.
"Estaba todavía medio dormida cuando le pregunté por mi hija. Y me dijo: "no sigas preguntando porque eres una adúltera y a esta no la conoces y te voy a quitar también a la que tienes de 2 años y medio, y vas a ir a la cárcel por adúltera", dijo María Luisa a la AFP.
"Todo esto había ocurrido a través de una monja, yo pensaba, en mi ignorancia, que era intocable", añadió María Luisa, quien volvió a encontrar a su hija Pilar en 2011.
El escándalo de los bebés robados se hizo público hace un año con los primeros testimonios de adultos que se atrevieron a romper la ley del silencio.
Según diversas asociaciones, en toda España se han presentado 1.414 denuncias. Una de estas organizaciones, Anadir, estima que hasta 300.000 bebés pueden haber sido víctimas de robos durante la dictadura de Franco (1939-1975) y hasta los años 80, ya que antes de 1987 ninguna ley regulaba las adopciones.
Ante el cada vez mayor escándalo, los poderes públicos han reaccionado, de manera que este jueves tuvo lugar una reunión entre las víctimas y los ministros españoles de Justicia, Interior y Sanidad en Madrid.