AFP (Agencia France-Presse)
DAMASCO. - Unas 60.000 personas han huido de ciudades en la provincia de Deir Asur, en el este de Siria, a causa de los sangrientos combates entre facciones yihadistas rivales, aseguró el sábado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Los choques entre el Frente An Nusra, filial de Al Qaida en Siria, y los disidentes del Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL), se han recrudecido en los últimos cuatro días, a pesar de las órdenes del jefe de Al Qaida, Ayman ad Dawahri.
"Los habitantes de las localidades de Bussayra (35.000 personas), de Abriha (12.000) y de al Zir (15.000) fueron desplazadas por los combates en esos sectores", indicó la OSDH.
Según esta ONG, con sede en el Reino Unido y que dispone de una amplia red de militantes y de médicos en el terreno, los combatientes de an Nusra quemaron varias casas en Bussayra, mientras que el EIIL hizo lo mismo en Abriha.
El régimen sirio y los rebeldes llegaron a un acuerdo sobre la retirada de los insurgentes de uno de sus bastiones, la ciudad vieja de Homs, asediada desde hace casi dos años por el ejército, según una ONG opositora.
Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña, esto significa que el gobierno de Bashar al Asad recuperará el control de lo que se llamara "capital de la revolución", en lo que constituiría una victoria para el mandatario sirio a un mes de las elecciones presidenciales.
Más al norte, en la provincia de Hama, al menos 20 civiles, entre ellos 12 niños, murieron este viernes en dos atentados con coche bomba en sendas ciudades controladas por el régimen, informó la agencia oficial Sana.
En Homs se decretó un cese el fuego, según el OSDH. "Una tregua entró en vigor el viernes en la ciudad vieja de Homs y sus alrededores, en virtud de un acuerdo entre el régimen y los rebeldes, para que los insurgentes se retiren hacia el norte de la provincia de Homs, dejando el lugar al ejército", afirmó la ONG opositora.
Alrededor de 1.200 rebeldes se encuentran en estos barrios en ruinas asediados desde hace casi dos años, concretamente en una zona de unos 2 km2.
Si se lleva a cabo la retirada, los rebeldes ya sólo controlarán Waer, un barrio residencial a las afueras de la ciudad que suele ser bombardeado por el ejército.
- Nuevo atentado en zona alauita en Hama -
En Hama, la agencia Sana indicó que los atentados, cometidos por dos "terroristas", causaron, además de los 20 muertos, más de 50 heridos.
Según el OSDH, las localidades en cuestión, Jibrin y Al Humeiri, son alauitas, la minoría religiosa a la que pertenecen Asad y su clan.
El martes ya hubo otro doble atentado en un barrio alauita de Homs, la tercera ciudad más importante de Siria, que dejó al menos 100 muertos, en su mayoría civiles.
Estos atentados tienen lugar a un mes de la elección presidencial del 3 de junio, que será organizada en las zonas controladas por el régimen y donde se espera la reelección del presidente Asad, en el poder desde el año 2000.
Los yihadistas del Frente an Nusra, la rama siria de Al Qaida, reivindicaron el doble atentado del martes en Homs, en Abasiya, un barrio alauita controlado por el gobierno, explicando que lo hicieron en represalia por los bombardeos del ejército contra los barrios en manos rebeldes.
Por su parte, el jefe de Al Qaida, Ayman ad Dawahri, instó a la rama siria de la red, el Frente An Nusra, a dejar de luchar contra otros yihadistas en este país, en una grabación sonora colgada el viernes en páginas islamistas.
Dawahri "ordena" al Frente an Nusra en Siria que se "dedique a combatir a los enemigos del islam, es decir a los baasistas", los partidarios del partido Baas en el poder en Siria, "los chiitas y sus aliados".
Una guerra fratricida entre grupos rebeldes rivales, en particular An Nusra y los yihadistas del EIIL, ha causado miles de muertos desde enero en el norte del país.
El presidente Bashar al Asad pidió este sábado a los ministerios sirios a cargo de la ayuda humanitaria una mayor "cooperación" con las organizaciones locales e internacionales, según la televisión estatal.
El 23 de abril, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, había estimado que el acceso de la ayuda humanitaria en Siria no había mejorado pese a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU aprobada dos meses antes.