AFP (Agencia France-Presse)
MADRID. - Unos 140 inmigrantes subsaharianos forzaron este jueves de madrugada la entrada en el enclave español de Melilla, en el norte de África, en un nuevo asalto masivo en una zona donde la presión migratoria no deja de aumentar.
"Protagonizado por unos 500 inmigrantes", un primer asalto a la valla fronteriza que separa el enclave español de Marruecos tuvo lugar cerca del paso fronterizo de Barrio Chino poco antes de las 06H00 (04H00 GMT), informó la delegación del gobierno español en Melilla.
El salto "se ha saldado con la entrada a territorio nacional de 140 inmigrantes de origen subsahariano", precisó en un comunicado.
Otro grupo, formado por más de 150 subsaharianos, quedó durante horas "encaramado en la verja exterior del vallado fronterizo o rezagado en la zona de entre vallas", agregó.
Desde allí, como en otras ocasiones, los subsaharianos lanzaron gritos de "¡Libertad!", según la prensa local.
Los últimos de ellos bajaron de la valla, de siete metros de altura, tras más de seis horas y fueron puestos bajo custodia de la policía marroquí, según las autoridades.
Horas después del primer asalto, a las 10H45 (08H45 GMT) "se ha producido un nuevo intento de entrada de algo más de 200 inmigrantes" que fue contenido por las fuerzas de seguridad, informó la delegación del gobierno, subrayando la "virulencia" de algunos inmigrantes.
"Los encaramados se han enfrentado abiertamente" a la policía "e incluso en algunos casos han llegado a prender fuego a parte del ropaje que vestían para lanzarlo contra los agentes", afirmó, precisando que seis inmigrantes y tres policías resultaron heridos.
Un fuerte dispositivo policial se había desplegado a ambos lados de la frontera, sometida con regularidad desde hace meses a este tipo de asaltos en grupo.
Melilla y Ceuta, el otro enclave español al norte de Marruecos, son las dos únicas fronteras terrestres entre África y la Unión Europea.
La presión migratoria aumentó fuertemente en estas ciudades desde principios de año, especialmente en Melilla donde el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, con 480 plazas, acoge ya a más de 1.900 personas gracias a la instalación de carpas.
El 18 de marzo, unos 500 inmigrantes sin papeles lograron forzar la entrada saltando la valla, en el mayor asalto desde 2005, año en que la ciudad se vio sometida a llegadas masivas.
En Ceuta, 15 clandestinos murieron ahogados el 6 de febrero intentando llegar a nado.
La actuación de la policía española, acusada de utilizar pelotas de goma contra los inmigrantes cuando estaban en el agua, generó duras críticas contra el gobierno conservador, que pidió entonces mayor ayuda a la Unión Europea para contener estos flujos migratorios.
El ejecutivo de Mariano Rajoy aprobó el 25 de abril reforzar la seguridad en las vallas de Ceuta y Melilla, donde la entrada de inmigrantes aumentó un 49% en 2013, según datos del ministerio del Interior. Este aumento contrasta con la reducción del 15% de llegadas de sin papeles a las costas del sur de España.