Uruguay recibe con alivio la dimisión de su desgastado vicepresidente

DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)

Montevideo. – El anuncio de la renuncia del vicepresidente de Uruguay, Raúl Sendic, acusado de malversación de fondos y golpeado por otros escándalos que fueron erosionando poco a poco su prestigio político, generó una sensación de alivio en amplios sectores ante un desenlace que parecía inevitable.

Sendic, que también preside el Senado, sorprendió el sábado al comunicar su decisión de dimitir cuando un órgano del gobernante Frente Amplio (FA) negociaba aplicarle una sanción más bien simbólica por haber usado en beneficio personal tarjetas corporativas de la empresa estatal Ancap cuando la condujo entre 2010 y 2013.
Ese caso de malversación, revelado por la prensa en junio pasado, terminó de colocar en el centro de la escena pública a Sendic. Ya desde 2014 era cuestionado por las pérdidas sufridas por Ancap -que investiga la Justicia- y, desde 2016, por haberse arrogado un título profesional que no pudo probar que posee.
Sendic, de 55 años, se defendió alegando que era objeto de una campaña de desprestigio de la oposición y la prensa, pero por el desgaste de su imagen y los sucesivos tropiezos que le quitaron credibilidad fue quedando cada vez más solo. En los últimos meses algunos dirigentes del FA pidieron su renuncia y el presidente del país, Tabaré Vázquez, le fue soltando la mano.
Él se aferró al cargo, hasta el sábado, cuando el Plenario Nacional del FA discutía el dictamen de un tribunal de conducta del partido, conocido el lunes pasado, que le atribuyó una actitud antiética por las compras por algunos miles de dólares hechas con las tarjetas de Ancap en tiendas de ropa deportiva, bazares y joyerías, por ejemplo.
El próximo lunes Sendic entregará la renuncia ante la Asamblea General legislativa, que la someterá a votación probablemente el miércoles siguiente. Según la Constitución uruguaya, debe sucederlo Lucía Topolansky, de 72 años, esposa del ex mandatario José Mujica (2010-2015), por ser la segunda senadora más votada.
Como si hubiera un hastío general en torno a la situación de Sendic, que se prolongaba en el tiempo y paralizaba al Gobierno de Vázquez, el anuncio de su dimisión fue recibido como una decisión institucionalmente saludable para el país.  
Mujica declaró en una entrevista publicada hoy por el diario local "El Observador" que la decisión de dimitir fue "madura para enfrentar un problema que era difícil. Difícil para el Frente y difícil para él. Y sé que se siente como aliviado con el paso de los días".   
"Sentimos alivio para el FA en un momento crucial", con las elecciones de 2019 cada vez más cerca, evaluó el diputado oficialista Darío Pérez. "La gente nos decía que termináramos con el caso de Sendic y nos ocupáramos de sus problemas", admitió el diputado Alejandro Sánchez, también del partido de Gobierno.
Según una encuesta reciente efectuada por la consultora "Equipos", el 62 por ciento de los uruguayos consideraba que Sendic debía renunciar. 
Desde la oposición destacaron como un hecho positivo para Uruguay la salida del vicepresidente, que tiene como único antecedente la dimisión de Jorge Sapelli, en 1973, por discrepar con el golpe de Estado que inició entonces una dictadura de 12 años en el país.
"Era una crisis evitable. No se sostenía más un vicepresidente sin el respaldo de la oposición. No haremos leña del árbol caído", declaró el senador Luis Lacalle Pou, uno de los principales referentes del Partido Nacional, el más fuerte de la oposición.
La dimisión de Sendic "habla de la institucionalidad de un país que puede salir de esta circunstancia sin mayores problemas", opinó el senador Pablo Mieres, del minoritario Partido Independiente.
"Esto fue una larga agonía, una crisis terminal, con demasiada energía puesta en estos asuntos. El FA se da cuenta que tocó fondo y empieza una nueva etapa" para el partido de Gobierno, opinó el politólogo Adolfo Garcé. La institucionalidad del país y del partido gobernante demostró buena "salud" ante el caso, agregó.
"Estamos lejos de una crisis institucional. Las instituciones funcionan", destacó Jorge Lanzaro, otro politólogo. La renuncia "corta el crecimiento del problema" que generaba Sendic para el FA, añadió su colega Daniel Buquet.  
Sin embargo, la resolución de la situación de Sendic deja heridas dentro del FA, cuando queda algo menos de la mitad del período de cinco años y se aproximan las elecciones nacionales de 2019.
El sector de Sendic dijo que su líder fue objeto de un "linchamiento" y de "deslealtades" internas en el FA que afectaron su honor, por lo que, aseguró desafiante, analizará con cuidado cada medida del Gobierno para evaluar si la acompaña o no con sus votos en el Parlamento.


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