Varios heridos en choques entre policías y manifestantes en Bagdad
AFP (Agencia France-Presse)
Bagdad, Irak. - Las fuerzas de seguridad iraquíes usaron gases lacrimógenos y balas de goma el sábado para dispersar a manifestantes que trataban de entrar en la Zona Verde, sector fortificado en el centro de Bagdad, dejando varios heridos, indicaron testigos y la policía.
Miles de manifestantes, sobre todo partidarios del líder chiita Moqtada Al Sadr, se unieron en el centro de la capital iraquí para reclamar reformas electorales antes de unos comicios provinciales previstos en septiembre.
La manifestación comenzó de forma pacífica y varios oradores se expresaron ante una muchedumbre en la plaza Tahrir.
Pero varios manifestantes intentaron luego franquear un cordón policial que protegía la carretera principal que lleva a la Zona Verde.
"Los manifestantes intentaron cruzar el puente Jumhuriya, las fuerzas de seguridad lanzaron granadas lacrimógenas para detenerlos, pero ellos insistieron", explicó un responsable de la policía.
Otro responsable de la policía indicó que al menos 11 manifestantes resultaron heridos por las balas de goma o el gas lacrimógeno, mientras que decenas de ellos tuvieron que ser atendidos por problemas respiratorios.
Los manifestantes habían recibido el visto bueno de Moqtada Al Sadr para intensificar su movimiento de protesta.
"Si quieren acercarse a las puertas de la Zona Verde para afirmar sus reivindicaciones y que las oigan los del otro lado de la valla (...) pueden (hacerlo)", dijo el clérigo chiita en un comunicado.
Animó a los manifestantes a permanecer ahí hasta la puesta de sol, pero les pidió que no intentaran entrar en la zona fortificada.
El año pasado, los partidarios de Sadr ya habían intentado entrar en dos ocasiones en la Zona Verde, que alberga el conjunto de las instituciones claves del Estado iraquí.
Este sábado, no pudieron atravesar el Tigris, que une la plaza Tahrir a la Zona Verde, debido a la resistencia de las fuerzas de seguridad.
Sadr, descendiente de una influyente familia religiosa, se reinventó como un defensor de las reformas en Irak, tras hacerse famoso en la resistencia contra los estadounidenses durante la invasión del país en 2003.
En su comunicado, instó al primer ministro Haider al Abadi a responder a las peticiones de los manifestantes. "Lo exhorto a introducir reformas enseguida, escuchar la voz del pueblo y deshacerse de los corruptos", dijo.
La protesta de este sábado no es la primera de esta semana. El miércoles un grupo de personas se había congregado a proximidad de la Zona Verde para mostrar su descontento con el Gobierno, y el viernes cientos de iraquíes habían llenado las calles de varias ciudades del sur del país.
Los manifestantes, que llevan meses pidiendo profundas reformas políticas, opinan que la ley electoral beneficia a los grandes partidos a los que acusan de corrupción y nepotismo y que la comisión electoral no es independiente.
El Gobierno de Al Abadi fijó las próximas elecciones provinciales para septiembre, fecha en la que expira el mandato de la comisión electoral. Esos comicios se consideran como un barómetro antes de las legislativas de 2018.
La manifestación comenzó de forma pacífica y varios oradores se expresaron ante una muchedumbre en la plaza Tahrir.
Pero varios manifestantes intentaron luego franquear un cordón policial que protegía la carretera principal que lleva a la Zona Verde.
"Los manifestantes intentaron cruzar el puente Jumhuriya, las fuerzas de seguridad lanzaron granadas lacrimógenas para detenerlos, pero ellos insistieron", explicó un responsable de la policía.
Otro responsable de la policía indicó que al menos 11 manifestantes resultaron heridos por las balas de goma o el gas lacrimógeno, mientras que decenas de ellos tuvieron que ser atendidos por problemas respiratorios.
Los manifestantes habían recibido el visto bueno de Moqtada Al Sadr para intensificar su movimiento de protesta.
"Si quieren acercarse a las puertas de la Zona Verde para afirmar sus reivindicaciones y que las oigan los del otro lado de la valla (...) pueden (hacerlo)", dijo el clérigo chiita en un comunicado.
Animó a los manifestantes a permanecer ahí hasta la puesta de sol, pero les pidió que no intentaran entrar en la zona fortificada.
- Presión sobre Abadi -
El año pasado, los partidarios de Sadr ya habían intentado entrar en dos ocasiones en la Zona Verde, que alberga el conjunto de las instituciones claves del Estado iraquí.
Este sábado, no pudieron atravesar el Tigris, que une la plaza Tahrir a la Zona Verde, debido a la resistencia de las fuerzas de seguridad.
Sadr, descendiente de una influyente familia religiosa, se reinventó como un defensor de las reformas en Irak, tras hacerse famoso en la resistencia contra los estadounidenses durante la invasión del país en 2003.
En su comunicado, instó al primer ministro Haider al Abadi a responder a las peticiones de los manifestantes. "Lo exhorto a introducir reformas enseguida, escuchar la voz del pueblo y deshacerse de los corruptos", dijo.
La protesta de este sábado no es la primera de esta semana. El miércoles un grupo de personas se había congregado a proximidad de la Zona Verde para mostrar su descontento con el Gobierno, y el viernes cientos de iraquíes habían llenado las calles de varias ciudades del sur del país.
Los manifestantes, que llevan meses pidiendo profundas reformas políticas, opinan que la ley electoral beneficia a los grandes partidos a los que acusan de corrupción y nepotismo y que la comisión electoral no es independiente.
El Gobierno de Al Abadi fijó las próximas elecciones provinciales para septiembre, fecha en la que expira el mandato de la comisión electoral. Esos comicios se consideran como un barómetro antes de las legislativas de 2018.