Veintisiete personas mueren por la explosión de un oleoducto en México

AFP (Agence France-Presse)

PUEBLA, Erika Ramírez, (AFP) - Al menos 27 personas murieron y 52 resultaron heridas este domingo al estallar un oleoducto que convirtió las calles de San Martín Texmelucan (centro de México) en un río de fuego que arrasó todo a su paso, según las autoridades.

La explosión, atribuida a la perforación del ducto para robar combustible, destruyó 32 casas, causó daños a 83 y cientos de personas tuvieron que ser evacuadas de la zona, convertida en un escenario apocalíptico.
Decenas de casas y automóviles quedaron totalmente calcinados y las calles aparecían cubiertas por una espesa capa de combustible quemado aún humeante, constató un fotógrafo de la AFP.
El número de víctimas "es preliminar, podría aumentar a medida que continúan los trabajos de búsqueda y rescate entre los escombros", dijo de su lado Francisco Blake, secretario de Gobernación, quien viajó al lugar de los hechos, ubicado unos 100 km al este de Ciudad de México
La explosión se registró alrededor de las 05h50 (11h50 GMT) en una comunidad del estado de Puebla donde en el último año se han registrado "problemas importantes de robo de combustible", reconoció de su lado en la rueda de prensa Juan José Suárez, director de la estatal Pemex (Petróleos Mexicanos), a quien pertenecía el oleoducto.
El funcionario explicó que el ducto perforado es de 32 pulgadas de diámetro y transporta petróleo sin refinar, el cual "fluyó hacia el río Atoyac (cercano a la comunidad) y encontró un punto de difusión alrededor de las casas cercanas".
El secretario de Gobernación del estado de Puebla, Valentín Meneses, acusó a una "banda de delincuentes" de perforar clandestinamente los ductos de Pemex para robar petróleo.
En el momento de extraer el crudo, "se les salió de control. Las calles se empezaron a inundar, vino un chispazo, eran ríos de fuego los que veíamos en las calles", explicó Meneses.
"He instruido a la Procuraduría General (fiscalía) para que realice una investigación exhaustiva para determinar las causas de la explosión y castigar a los responsables", añadió de su lado Blake, quien se reunió en el lugar del siniestro con distintas autoridades locales y federales.
Al mediodía, el incendio ya había sido controlado, si bien una espesa nube de humo negro se había extendido por decenas de kilómetros, y las calles de Texmelucan, localidad de 135.000 habitantes, seguían horas después inundadas de un penetrante olor a petróleo quemado.
Según las autoridades, en los últimos años se ha multiplicado el robo de combustible de los ductos de Pemex en distintos puntos del país, llegándose a detectar en promedio uno cada tres días.
Las pérdidas por la "ordeña clandestina", como se conoce en México a esta actividad delictiva, se estiman en al menos 10.000 millones de pesos (unos 800 millones de dólares) anuales.
Esta es la explosión más grave que ha sacudido instalaciones de Pemex en 2010 en los últimos años. En septiembre pasado, un incendio en la refinería de Pemex en Cadereyta (noroeste) dejó un saldo de dos trabajadores muertos.
En 1984, una serie de explosiones en cadena en plantas de distribución y almacenamiento de gas localizadas en San Juan Ixhuatepec, en los suburbios de Ciudad de México, dejó entre 500 y 600 personas muertas.


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