En una entrevista concedida durante su visita a España publicada el jueves por el diario uruguayo El País, Vázquez aseguró que no cree que "podamos definir todo antes de fin de año". "Esto es un proyecto y como tal, evolutivo", indicó.

"Estamos en una etapa todavía no definitoria del tema: hemos avanzado en algunos puntos. Tenemos que liquidar sobre todo la parte de comercialización y el manejo de la venta de la marihuana por parte de las farmacias", señaló el presidente izquierdista.

"En otros aspectos se ha avanzado...", dijo Vázquez, quien este jueves viajó desde Madrid a Roma.

Reiteró que la intención del gobierno no es propiciar el consumo de drogas, sino todo lo contrario, pero que debe implementarse la ley impulsada por su antecesor, el exguerrillero José Mujica (2010-2015), ambos de la coalición Frente Amplio.

"Esto no es liberalización del uso de marihuana", señaló Vázquez. "Vamos a ir aplicando (la ley) con mucha responsabilidad, viendo y evaluando los resultados que vayamos obteniendo". 

También descartó la posibilidad de que Uruguay se convierta en foco de consumo para extranjeros: "No habrá turismo canábico". La ley solo contempla a los ciudadanos y residentes de Uruguay.

Hasta ahora se ha visto demorado el inicio del registro oficial de usuarios interesados, postergándose en varias oportunidades, la última en junio. 

Las principales dificultades pasan por establecer la vía de distribución, que se dijo será a través de farmacias, aunque los responsables del sector han expresado reservas y no hay un interés generalizado por participar. 

Un tema de preocupación central del gobierno es el de la seguridad para productores autorizados y los puntos de venta.

Recientemente se divulgó que la marihuana bajo control estatal costará 1,30 dólares el gramo.

Por el momento están operativos otros dos mecanismos que prevé la ley: el autocultivo por parte de consumidores y los clubes cannábicos, que producen de forma cooperativa para sus socios.