Votación sobre matrimonio gay revela división social en Australia

DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)

Sydney, Australia. - El australiano Alex Greenwich y el alemán Victor Höld se casaron en Argentina hace unos cinco años porque el matrimonio homosexual aún no era legal en ninguno de esos dos países.

Alemania legalizó el matrimonio gay a principios de este año, mientras que Australia votó por una gran mayoría a favor de cambiar la legislación y permitir a las parejas del mismo sexo contraer matrimonio, según se supo hoy.
"Estamos casados legalmente en Argentina, pero no está reconocido en Australia. Así que esta votación por la igualdad de matrimonio legalizará nuestro matrimonio aquí", cuenta a dpa Höld, de 37 años, en Sydney. "Tenemos que decidir si queremos celebrar otra ceremonia aquí en Australia".
"El matrimonio que celebramos hace unos cinco años ahora está reconocido en el país que amamos, o lo será pronto cuando se apruebe finalmente la ley", dijo Greenwich, un parlamentario de Nueva Gales del Sur y portavoz de la campaña a favor del matrimonio homosexual.
"Esto demuestra que seguir avanzando, ser fuerte y hacer campaña con insistencia funciona. Ya veremos si renovamos nuestros votos y lo celebramos. Puede que lo hagamos", agregó.
Asimismo, Peter De Waal, un ciudadano de 79 años de Sydney, nunca creyó que viviría lo suficiente como para ver la legalización del matrimonio homosexual. De Waal fue uno de los organizadores de la primera marcha del orgullo gay en Sydney en 1978. Entre 300 y 400 personas participaron en la congregación, que fue brutalmente reprimida por la Policía.
"Cuando comenzamos a hacer campaña en los años 70, la igualdad de matrimonio no estaba a la vista", contó a dpa De Waal. "Mi pareja y yo éramos delincuentes potenciales por dormir juntos. La Policía podía irrumpir en nuestra casa y arrestarnos. En aquella época estos eran problemas de gran relevancia".
Pero pese a las celebraciones por el resultado de la votación, la mayoría de los defensores se muestran cautos. "Se ha votado que sí, pero eso no significa que ya sea una ley", destacó Höld.
El Parlamento federal en Canberra comenzará a debatir el proyecto de ley el jueves. El primer ministro dijo que la norma podría ser aprobada antes de Navidad.
Sin embargo, si se toman como referencia los últimos meses, es probable que se libre una dura batalla, puesto que el debate por la igualdad en el matrimonio se convirtió en un tema polémico que ha puesto de manifiesto las divisiones que existen en Australia en temas de libertad y religión.
Tiernan Brady, un activista irlandés por la igualdad de matrimonio en Australia, dijo que la campaña de dos meses fue "muy dura para muchos miembros de la comunidad LGBTI".
"Hemos tenido una votación pública sobre nuestra dignidad y tuvimos una conversación nacional sobre si vale la pena", señaló. "Se dijeron algunas de las cosas más horribles sobre nosotros" durante la campaña.
Según el activista, la política australiana se ha vuelto "cada vez más conservadora en los últimos años".
Höld, por su parte, destacó que "habría sido mejor que la ley hubiera surgido del Parlamento de la mano de los funcionarios electos sin el voto postal porque el debate resultante ha expuesto muchas divisiones".
El arzobispo católico de Sydney, Anthony Fisher, dijo hoy, después de que se anunciara el resultado de la votación, que estaba "profundamente decepcionado".
"Aunque no dudo de la buena intención de muchos de los votantes del 'sí', estoy muy decepcionado porque el resultado probable será una ley que descompondrá más el matrimonio y la familia en Australia", declaró.
Algunos diputados conservadores y detractores del matrimonio homosexual expresaron opiniones similares. También defendieron en las últimas semanas la libertad de culto y la "objeción de conciencia", luchando por la introducción de cláusulas que permitan a las empresas privadas, como pasteleros o floristas, negarse a ofrecer sus servicios a bodas gay; o que permitan a los padres sacar a sus hijos de una clase si las enseñanzas no reflejan sus ideas sobre el matrimonio.
Sin embargo, Trent Zimmerman, un diputado y defensor del matrimonio homosexual, dijo que no ha oído a ningún pastelero o florista exigir el derecho de negarse a ofrecer sus servicios para una boda gay.
"No estoy seguro de lo que ocurrirá a continuación", dijo De Waal. "Los conservadores son fuertes en el Parlamento y están presionando por una cláusula que permite la discriminación por razones de género y de orientación sexual".
"Asusta un poco que la gente incluso tenga voz en los medios, todo el mundo tiene derecho a dar su opinión, pero espero que esa ley en concreto no salga adelante", señaló Höld.
"No puede ser una ardua batalla. Los australianos han hablado y el Parlamento debe actuar", sentenció Greenwich. "Los australianos han aceptado una institución conservadora, como es el matrimonio, para todas las parejas, gays o heterosexuales".


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