AFP (Agencia France-Presse)
DAMASCO. - Washington y Londres anunciaron este miércoles la suspensión de su ayuda no letal a los rebeldes sirios, después de que los combatientes islámicos tomaran depósitos de armas de la oposición y el control de un paso clave hacia la frontera con Turquía.
Los combatientes del Frente Islámico, que el sábado tomaron el control de depósitos de armas del Ejército Sirio Libre (ESL), cerca de Bab el Hawa, en la frontera con Turquía, se apoderaron el martes de este punto estratégico, que estaba en manos del ESL, cuya autoridad no reconocen. El puesto fue cerrado por Ankara.
A raíz de esta situación, Estados Unidos y Gran Bretaña anunciaron la suspensión de su ayuda no letal a la oposición siria.
"A causa de esta situación, hemos suspendido todo envío de ayuda no letal al norte de Siria", señaló a la AFP J.J. Grubisha, portavoz de la embajada estadounidense en Ankara.
Un diplomático de la embajada británica declaró por su parte que su país suspendía también la ayuda no letal a los rebeldes sirios. "No tenemos planes de entregar ningún equipo mientras la situación siga siendo confusa", afirmó.
Gran Bretaña está "en contacto con el SMC (Consejo militar supremo)" para investigar el estatuto de los equipos británicos, dijo el portavoz, refiriéndose a la más alta autoridad militar en el ESL.
Esto no significa que el apoyo británico a la oposición siria esté disminuyendo, dijo.
El Frente Islámico, que fue formado el mes pasado por seis grupos que abogan por la formación de un estado islámico, rechaza la autoridad del ESL.
Mientras tanto, las monarquías árabes del Golfo abogaron el martes, en su cumbre anual en Kuwait, por una línea dura hacia Siria, y pidieron a Irán una prueba concreta de la nueva orientación de su política regional.
Preocupados por la guerra en Siria, las seis monarquías del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) reclamaron la retirada de "todas las fuerzas extranjeras" del país, en alusión a los combatientes del movimiento chiita libanés Hezbolá y los consejeros de Irán que ayudan al régimen del presidente sirio Bashar al Asad.
En un comunicado final, afirmaron que "los pilares del régimen que tienen sangre del pueblo sirio [en sus manos] no deben desempeñar ningún papel en el gobierno de transición y el futuro político de Siria".
Francia, por su parte, prevé seguir enviando ayuda no letal a los rebeldes sirios.
Paralelamente, miles de refugiados sirios se encuentran en condiciones precarias en campamentos en Líbano, enfrentando tormentas de nieve y fríos glaciales.