Xi Jinping: organizaciones religiosas deben obedecer al ateo Partido Comunista Chino
AFP (Agencia France-Presse)
Pekín, China. - Las organizaciones religiosas chinas deben obedecer al ateo Partido Comunista y mezclarse con la cultura china, afirmó el presidente Xi Jinping en una reunión dedicada a la religión, según medios oficiales.
"Los grupos religiosos (...) deben adherir al liderazgo del Partido Comunista de China", dijo Xi a altos mandos del partido único en una conferencia de dos días que concluyó el sábado, señaló la agencia de noticias Xinhua.
Los miembros del partido, especificó, deben ser unos "inquebrantables ateos marxistas", y "guardarse mucho de las influencias extranjeras que llegan por medio de la religión".
"Deberíamos guiar y educar a los círculos religiosos y sus seguidores con los principales valores socialistas", añadió Xi en la conferencia, a la que asistieron varios miembros del Politburó.
En China viven cientos de millones de budistas, cristianos y musulmanes, a los que el Partido Comunista quiere "guiar", al tiempo que reprime a organizaciones religiosas no oficiales.
Desde que Xi Jinping llegó al poder en 2012, el poder chino ha adoptado una línea más dura respecto a la sociedad civil y las religiones.
En la provincia de Zhejiang (este), las autoridades demolieron en los últimos años varias iglesias y retiraron crucifijos en una campaña que afectó a cientos de parroquias, según grupos defensores de los derechos humanos.
En la región de Xinjiang (oeste), de mayoría musulmana, fuentes locales afirman que hay un control más estricto sobre la práctica del ayuno durante el mes del Ramadán.
Según el poder chino, sus ciudadanos gozan de libertad de culto, si bien existe una "amenaza terrorista" en Xinjiang por culpa de los extremistas islámicos.
En los años 1970, Pekín dejó de intentar erradicar la religión organizada, y optó por controlar la práctica religiosa a través de los templos, iglesias y mezquitas autorizados, que propagan un discurso que mezcla teología con retórica comunista.
Xi dijo que esta política se mantendrá, y pidió "mezclar las doctrinas religiosas con la cultura china".
Los miembros del partido, especificó, deben ser unos "inquebrantables ateos marxistas", y "guardarse mucho de las influencias extranjeras que llegan por medio de la religión".
"Deberíamos guiar y educar a los círculos religiosos y sus seguidores con los principales valores socialistas", añadió Xi en la conferencia, a la que asistieron varios miembros del Politburó.
En China viven cientos de millones de budistas, cristianos y musulmanes, a los que el Partido Comunista quiere "guiar", al tiempo que reprime a organizaciones religiosas no oficiales.
Desde que Xi Jinping llegó al poder en 2012, el poder chino ha adoptado una línea más dura respecto a la sociedad civil y las religiones.
En la provincia de Zhejiang (este), las autoridades demolieron en los últimos años varias iglesias y retiraron crucifijos en una campaña que afectó a cientos de parroquias, según grupos defensores de los derechos humanos.
En la región de Xinjiang (oeste), de mayoría musulmana, fuentes locales afirman que hay un control más estricto sobre la práctica del ayuno durante el mes del Ramadán.
Según el poder chino, sus ciudadanos gozan de libertad de culto, si bien existe una "amenaza terrorista" en Xinjiang por culpa de los extremistas islámicos.
En los años 1970, Pekín dejó de intentar erradicar la religión organizada, y optó por controlar la práctica religiosa a través de los templos, iglesias y mezquitas autorizados, que propagan un discurso que mezcla teología con retórica comunista.
Xi dijo que esta política se mantendrá, y pidió "mezclar las doctrinas religiosas con la cultura china".