Xi sale en defensa de la globalización en el arranque del foro de Davos
AFP (Agencia France-Presse)
Davos, Suiza. - El presidente chino Xi Jinping salió este martes en defensa de la globalización en el primer día del Foro de Davos, marcado por la inminente llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, conocido por sus posiciones proteccionistas.
"No sirve para nada culpar a la globalización de los problemas del mundo", dijo Xi en un esperado discurso en la estación suiza, donde se reúnen hasta el viernes 3.000 representantes de la élite política y económica.
El líder de la segunda economía mundial visita por primera vez el foro con un claro mensaje de defensa del libre comercio y los mercados abiertos.
Xi aseguró que "no es posible" cortar los flujos de capital y pidió una globalización "más inclusiva y más sostenible", criticando a su vez las instituciones mundiales, "inadecuadas", según él porque son "poco representativas".
En otra referencia velada a Trump, el mandatario chino dijo que "nadie saldrá ganando de una guerra comercial".
"Seguir con el proteccionismo es como encerrarse en una habitación oscura. Es cierto que se evita el viento y la lluvia pero también la luz y el aire", concluyó Xi.
Según Peter Lacy, director global en Accenture, está claro que con este discurso "Xi está preparado para tomar el liderazgo del libre comercio".
Otros prefieren ver en la presencia del líder chino el signo de un cambio más profundo del orden mundial, el año en que se cumple el centenario de la revolución rusa de 1917.
"Ahora, 100 años después, tenemos al líder del mayor partido comunista del mundo que viene a la principal reunión capitalista para predicar las virtudes de la globalización", dijo a la AFP el ex primer ministro sueco Carl Bildt.
Trump ha señalado repetidas veces a las políticas comerciales de China de ser responsables de la pérdida de miles de empleos en Estados Unidos y ha amenazado con aumentar los aranceles a los productos chinos.
Aunque Trump no estará en Davos (el viernes asume la presidencia), sí viajó a Suiza Anthony Scaramucci, uno de los miembros del equipo de transición, que lo calificó de "hombre de paz" a pesar sus críticas acérrimas a los líderes europeos.
Scaramucci aseguró que Trump no considera "débil" a Europa pero pidió un nuevo tipo de relaciones adaptadas "al siglo XXI y XXII, no al XX".
"Si los chinos realmente creen en la globalización (...) tienen que venir hacia nosotros", aseguró, y dijo que "el camino de la globalización pasa por los trabajadores y la clase media estadounidense".
Por su parte el secretario de Estado norteamericano John Kerry, a punto de ceder su puesto a la nueva administración Trump, salió en defensa de sus "amigos" europeos y aseguró que "el comercio no es la principal causa de la pérdida de empleos".
La edición de este año del Foro de Davos está marcada por un contexto de rechazo a las élites tras el 'sí' al Brexit y la victoria de Trump.
Un estudio del WEF revela que en las economías avanzadas los ingresos per cápita han caído una media de 2,4% en los últimos cinco años, un factor que podría explicar el rechazo al 'status quo'.
Por eso la edición 2017 tiene como leitmotiv el "liderazgo receptivo y responsable", con miles de participantes que abordan temas como el impacto de las tecnologías, la brecha de género o el papel de los medios en la era de las redes sociales.
El foro creado por el economista Klaus Schwab, de 78 años, pretende dar respuesta a la "genuina frustración de la gente que se ha quedado al margen del capitalismo globalizado".
Frente a este discurso también se oyen voces críticas, como la de la oenegé Attac.
Como cada año "estas élites van a intentar dar una imagen positiva de su 'liderazgo' sobre la globalización. Pero están obligadas a tener en cuenta la revuelta creciente de los pueblos contra el orden neoliberal", denunció.
En el mismo sentido la oenegé Oxfam publicó su estudio anual sobre las desigualdades, que revela que los ocho hombres más ricos del mundo poseen tanto como la mitad más pobre del planeta.
El líder de la segunda economía mundial visita por primera vez el foro con un claro mensaje de defensa del libre comercio y los mercados abiertos.
Xi aseguró que "no es posible" cortar los flujos de capital y pidió una globalización "más inclusiva y más sostenible", criticando a su vez las instituciones mundiales, "inadecuadas", según él porque son "poco representativas".
En otra referencia velada a Trump, el mandatario chino dijo que "nadie saldrá ganando de una guerra comercial".
"Seguir con el proteccionismo es como encerrarse en una habitación oscura. Es cierto que se evita el viento y la lluvia pero también la luz y el aire", concluyó Xi.
Según Peter Lacy, director global en Accenture, está claro que con este discurso "Xi está preparado para tomar el liderazgo del libre comercio".
Otros prefieren ver en la presencia del líder chino el signo de un cambio más profundo del orden mundial, el año en que se cumple el centenario de la revolución rusa de 1917.
"Ahora, 100 años después, tenemos al líder del mayor partido comunista del mundo que viene a la principal reunión capitalista para predicar las virtudes de la globalización", dijo a la AFP el ex primer ministro sueco Carl Bildt.
Trump ha señalado repetidas veces a las políticas comerciales de China de ser responsables de la pérdida de miles de empleos en Estados Unidos y ha amenazado con aumentar los aranceles a los productos chinos.
- Hombre de paz -
Aunque Trump no estará en Davos (el viernes asume la presidencia), sí viajó a Suiza Anthony Scaramucci, uno de los miembros del equipo de transición, que lo calificó de "hombre de paz" a pesar sus críticas acérrimas a los líderes europeos.
Scaramucci aseguró que Trump no considera "débil" a Europa pero pidió un nuevo tipo de relaciones adaptadas "al siglo XXI y XXII, no al XX".
"Si los chinos realmente creen en la globalización (...) tienen que venir hacia nosotros", aseguró, y dijo que "el camino de la globalización pasa por los trabajadores y la clase media estadounidense".
Por su parte el secretario de Estado norteamericano John Kerry, a punto de ceder su puesto a la nueva administración Trump, salió en defensa de sus "amigos" europeos y aseguró que "el comercio no es la principal causa de la pérdida de empleos".
La edición de este año del Foro de Davos está marcada por un contexto de rechazo a las élites tras el 'sí' al Brexit y la victoria de Trump.
Un estudio del WEF revela que en las economías avanzadas los ingresos per cápita han caído una media de 2,4% en los últimos cinco años, un factor que podría explicar el rechazo al 'status quo'.
Por eso la edición 2017 tiene como leitmotiv el "liderazgo receptivo y responsable", con miles de participantes que abordan temas como el impacto de las tecnologías, la brecha de género o el papel de los medios en la era de las redes sociales.
El foro creado por el economista Klaus Schwab, de 78 años, pretende dar respuesta a la "genuina frustración de la gente que se ha quedado al margen del capitalismo globalizado".
Frente a este discurso también se oyen voces críticas, como la de la oenegé Attac.
Como cada año "estas élites van a intentar dar una imagen positiva de su 'liderazgo' sobre la globalización. Pero están obligadas a tener en cuenta la revuelta creciente de los pueblos contra el orden neoliberal", denunció.
En el mismo sentido la oenegé Oxfam publicó su estudio anual sobre las desigualdades, que revela que los ocho hombres más ricos del mundo poseen tanto como la mitad más pobre del planeta.