Yemen al borde de una de las peores hambrunas
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Saná. - Antes de la guerra civil que está sufriendo, Yemen ya era el país más pobre de Arabia, pero ahora este nación se encuentra al borde de una de las peores hambrunas. Las provisiones de Naciones Unidas se acabarán en apenas seis semanas.
"En noviembre aún podremos abastecer a las personas, pero en diciembre ya no", informó a dpa el director de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en Yemen, George Khoury.
El subsecretario general de la ONU para asuntos humanitarios, Mark Lowcok, advirtió previamente en Nueva York de que millones de personas pueden morir en Yemen si la coalición militar liderada por Arabia Saudí continúa bloqueando el país por mar y aire.
"No será como la hambruna en Sudán del Sur este año, que afectó a decenas de miles de personas", dijo. "No será como la hambruna en Somalia en 2011, cuando 25.000 personas murieron. Será la mayor hambruna que el mundo ha visto en décadas, con millones de víctimas".
La nación, situada al sur de Arabia Saudí, está inmersa en una guerra civil desde hace tres años. Los hutíes y sus aliados conquistaron más de la mitad del país y expulsaron a las milicias que no quisieron participar en el gobierno de unidad nacional de la capital, Saná. Arabia Saudí y otros países árabes bombardean desde 2015 posiciones hutíes. Gran parte de las infraestructuras están completamente destruidas.
La situación humanitaria en Yemen es catastrófica. Según la ONU, más de 20 millones de personas dependen de la ayuda. Siete millones de personas sobreviven con la ayuda alimentaria de fuera. Más de dos millones de niños sufren desnutrición y casi 400.000 la sufren de forma tan severa que para sobrevivir necesitan ayuda médica, según una declaración de varias organizaciones humanitarias. Debido a la falta de financiación, la ayuda apenas llega a un tercio de la población.
El cierre de importantes puertos ha interrumpido la cadena de suministro, así que se puede llegar a estrecheces, dijo el coordinador de la ONU, Khoury. También las provisiones de medicamentos se están acabando.
Un 50 por ciento de todos los centros médicos han sido cerrados o destruidos, dijo Florian Seriex, de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF). Las personas no tienen suficiente dinero para pagar el largo camino que tienen que recorrer para visitar a un médico. "Miles de personas ni siquiera pueden llegar a un dispensario médico".
En la capital, Saná, y en otras provincias, la población sufre la elevada subida de precios de los alimentos básicos, así que casi a diario se lucha por sobrevivir. "Muchos de nosotros viven con gran miedo por la situación", dijo a dpa una residente de Saná. Debido a la falta de combustible, el tráfico en la capital se ha reducido considerablemente. Además, los cazas de la coalición liderada por Arabia Saudí no dejan de bombardear la zona.
Para Riad se trata sobre todo de evitar que Yemen se convierta en un país realmente independiente, ya que ha sido un país controlado por los saudíes desde hace décadas.
Por el momento no se vislumbra el fin del conflicto fratricida. Los esfuerzos de la ONU para lograr la paz han fracasado hasta ahora. Arabia Saudí y sus aliados bloquearon esta semana los accesos marítimos y aéreos impidiendo así que llegue la ayuda. El reino ultraconservador reaccionaba así al misil lanzado por los hutíes que su Ejército pudo interceptar cuando se dirigía al aeropuerto internacional de Riad.
La cúpula saudí argumentó el bloqueo señalando que la medida detendrá los envíos de armas desde Irán. El príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, acusó a Irán de "agresión militar" por estar suministrando armas a los hutíes. El Gobierno de Teherán ha negado las acusaciones por considerarlas "falsas, destructivas, irresponsables y, sobre todo, provocadoras". Los hutíes anunciaron hoy que seguirán abriendo fuego contra Arabia Saudí.
El subsecretario general de la ONU para asuntos humanitarios, Mark Lowcok, advirtió previamente en Nueva York de que millones de personas pueden morir en Yemen si la coalición militar liderada por Arabia Saudí continúa bloqueando el país por mar y aire.
"No será como la hambruna en Sudán del Sur este año, que afectó a decenas de miles de personas", dijo. "No será como la hambruna en Somalia en 2011, cuando 25.000 personas murieron. Será la mayor hambruna que el mundo ha visto en décadas, con millones de víctimas".
La nación, situada al sur de Arabia Saudí, está inmersa en una guerra civil desde hace tres años. Los hutíes y sus aliados conquistaron más de la mitad del país y expulsaron a las milicias que no quisieron participar en el gobierno de unidad nacional de la capital, Saná. Arabia Saudí y otros países árabes bombardean desde 2015 posiciones hutíes. Gran parte de las infraestructuras están completamente destruidas.
La situación humanitaria en Yemen es catastrófica. Según la ONU, más de 20 millones de personas dependen de la ayuda. Siete millones de personas sobreviven con la ayuda alimentaria de fuera. Más de dos millones de niños sufren desnutrición y casi 400.000 la sufren de forma tan severa que para sobrevivir necesitan ayuda médica, según una declaración de varias organizaciones humanitarias. Debido a la falta de financiación, la ayuda apenas llega a un tercio de la población.
El cierre de importantes puertos ha interrumpido la cadena de suministro, así que se puede llegar a estrecheces, dijo el coordinador de la ONU, Khoury. También las provisiones de medicamentos se están acabando.
Un 50 por ciento de todos los centros médicos han sido cerrados o destruidos, dijo Florian Seriex, de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF). Las personas no tienen suficiente dinero para pagar el largo camino que tienen que recorrer para visitar a un médico. "Miles de personas ni siquiera pueden llegar a un dispensario médico".
En la capital, Saná, y en otras provincias, la población sufre la elevada subida de precios de los alimentos básicos, así que casi a diario se lucha por sobrevivir. "Muchos de nosotros viven con gran miedo por la situación", dijo a dpa una residente de Saná. Debido a la falta de combustible, el tráfico en la capital se ha reducido considerablemente. Además, los cazas de la coalición liderada por Arabia Saudí no dejan de bombardear la zona.
Para Riad se trata sobre todo de evitar que Yemen se convierta en un país realmente independiente, ya que ha sido un país controlado por los saudíes desde hace décadas.
Por el momento no se vislumbra el fin del conflicto fratricida. Los esfuerzos de la ONU para lograr la paz han fracasado hasta ahora. Arabia Saudí y sus aliados bloquearon esta semana los accesos marítimos y aéreos impidiendo así que llegue la ayuda. El reino ultraconservador reaccionaba así al misil lanzado por los hutíes que su Ejército pudo interceptar cuando se dirigía al aeropuerto internacional de Riad.
La cúpula saudí argumentó el bloqueo señalando que la medida detendrá los envíos de armas desde Irán. El príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, acusó a Irán de "agresión militar" por estar suministrando armas a los hutíes. El Gobierno de Teherán ha negado las acusaciones por considerarlas "falsas, destructivas, irresponsables y, sobre todo, provocadoras". Los hutíes anunciaron hoy que seguirán abriendo fuego contra Arabia Saudí.