Yemen dispuesto a alto el fuego si rebeldes aceptan todas sus condiciones
AFP, Agence France-Presse
El gobierno de Yemen se declaró el domingo dispuesto a un alto el fuego en el norte del país si los rebeldes chiitas aceptan sus seis condiciones para el retorno a la paz, incluida la de no agredir a Arabia Saudita, anunció el domingo una instancia nacional de defensa.
El presidente de Yemen, Ali Abdula Salih, con jefes del ejército
Poco antes, una fuente gubernamental yemení en la capital, Saná, había declarado a la AFP que el gobierno rechazaba la oferta de paz de los rebeldes chiitas porque habían ignorado el sexto punto, que los comprometía a no atacar el territorio saudí.
"El gobierno rechaza la iniciativa de los huthis porque no incluye un compromiso de no agredir a Arabia Saudí", afirmó esta fuente.
El jefe de los rebeldes, Abdel Malek al Huthi, había anunciado en un mensaje de audio difundido el sábado en la noche que renovaba su "aceptación de los cinco puntos (del gobierno para poner fin al conflicto), pero después del término de la agresión".
El ministerio yemení de Defensa anunció el domingo en su página web que 24 rebeldes chiitas, entre ellos un jefe local, murieron en enfrentamientos con el ejército en el norte del país registrados pocas horas después del anuncio de la oferta de paz de los insurgentes.
Según fuentes militares, los combates tuvieron lugar el sábado por la noche en tres frentes en torno a la ciudad de Saada (240 km al norte de Saná), donde la aviación yemení proseguía sus operaciones.
La declaración de Al Huthi fue hecha cinco días después del anuncio de la retirada de sus combatientes del territorio saudí, luego de tres meses de enfrentamientos con el ejército de Arabia Saudita.
Además de la no agresión al vecino saudí, el gobierno de Yemen exige, para poner fin al conflicto, "el respeto del cese el fuego y la apertura de las carreteras, la evacuación de los edificios públicos y la restitución de los equipos militares, así como la liberación de los detenidos civiles y militares y el compromiso de respetar la Constitución y las leyes".
Los rebeldes zaiditas, surgidos de una rama del chiismo, fuertemente armados, acusan al poder central de no reconocer su identidad. Saná desmiente y acusa a "sectores iraníes" de apoyar a la rebelión.
Las guerras sucesivas entre el ejército y los rebeldes causaron miles de muertos y el desplazamiento de unas 200.000 personas, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).