Yemen: estallido de violencia y Saleh pierde el apoyo de Washington

AFP (Agencia France-Presse)

SANÁ, Hammoud Mounassar, (AFP) - Diecisiete manifestantes murieron el lunes en Taez, al sur de Saná, en un estallido de violencia que viene a agregarse a las dificultades del presidente yemení Alí Abdalá Saleh, que parece haber perdido el apoyo de un aliado de peso como es Estados Unidos.

Manifestantes en Saná, Yemen.
Manifestantes en Saná, Yemen.
Las víctimas fueron alcanzadas por balas disparadas por las fuerzas del orden y de civiles armados instalados en los techos durante una marcha hacia la sede de la gobernación.
"Hay 17 muertos" y 86 personas resultaron heridas, indicó a la AFP Adok Shuja, un médico que dirige un hospital de campaña donde son atendidos los manifestantes, y según fuentes médicas.
Los manifestantes pudieron llegar a la sede de la gobernación provincial e ingresar en el patio del edificio. Pero fueron recibidos por salvas de hombres armados algunos de los cuales estaban apostados en los techos, lo que aumentó el número de víctimas, según los manifestantes.
Inmediatamente después fueron desplegados blindados alrededor de la sede, y la calma volvió en Taez cuando los manifestantes regresaron al lugar donde efectúan una sentada.
El gobernador, Hamud al Sufi, dio cuenta de tres muertos y ocho heridos, afirmando en la televisión estatal que había hombres armados entre los manifestantes y anunciando se iniciaría una investigación sobre los incidentes.
En Saná, militares que se unieron a la oposición impidieron sin violencia que 200 policías se acercasen a la plaza del Cambio, cerca de la Universidad, donde desde el 21 de febrero acampan los manifestantes, según un periodista de la AFP.
En la tarde, decenas de personas convergieron desde diferentes barrios de Saná hacia la plaza del Cambio, para expresar su solidaridad con los manifestantes en Taez y en Hodeida, en el mar Rojo, según testigos.
El lunes por la tarde en Hodeida, los manifestantes efectuaron una sentada delante de la gobernación después de enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que dejaron unos 300 heridos, cuatro de ellos por bala y 26 por pedradas. Los otros fueron afectados por el gas lacrimógeno, según los manifestantes.
Los enfrentamientos comenzaron el domingo cuando decenas de miles de manifestantes comezaron a marchar hacia el palacio republicano en protesta contra el régimen.
Este nuevo estallido de violencia se produce después de que hubo signos de un cambio de posición de la administración estadounidense respecto al jefe de Estado yemení, considerado un aliado en la lucha contra Al Qaida.
Citando responsables estadounidenses y yemeníes, el diario New York Times escribió el domingo que responsables estadounidenses indicaron a sus aliados yemeníes que teniendo en cuenta la importancia del movimiento de protesta la posición de Saleh era insostenible, y que debía dejar su cargo.
Negociaciones relativas a la salida del presidente yemení comenzaron hace más de una semana, según el periódico. Se trataría de proponer a Saleh de entregar el poder a un gobierno provisional hasta la celebración de nuevas elecciones. En sí, este principio "no es el objeto de las protestas", declaró al diario un responsable yemení.
Esto no cuestiona la posición de Washington relativa a las operaciones antiterroristas en Yemen, según el periódico.
Los incesantes enfrentamientos entre el presidente Saleh y la oposición "tuvieron un impacto negativo directo sobre la seguridad en todo Yemen", declaró de su lado al diario, un responsable estadounidense que pidió mantener el anonimato.
En este contexto, durante una reunión de sus ministros de Exteriores, las monarquías árabes del Golfo propusieron su mediación entre la oposición y el poder en Yemen, sin precisar cual sería la suerte del presidente yemení.


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