"Acabamos de recibir una muy buena noticia que es la determinación de los fondos cataríes, los fondos soberanos más poderosos en este momento, de invertir en el proceso de capitalización de las cajas españolas con una cantidad de 300 millones de euros", dijo Zapatero.
El jefe del gobierno español hizo este anuncio en Qatar, donde se encuentra en visita oficial, en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro del país árabe, el jeque Hamad ben Jassem ben Jabr al Thani, reproducida en la página web oficial de la presidencia española.
Zapatero se encuentra este lunes en Doha, desde donde se trasladará a Dubai el martes. En su regreso a España, el jefe del gobierno español tiene previsto visitar Túnez el miércoles.
La iniciativa qatarí "se suma al proceso de inversión que están realizando en otras empresas españolas del sector de las telecomunicaciones, del sector de la energía, que van a suponer un importante impulso inversor, una importante inyección que ante todo suponen confianza en la economía española", añadió Zapatero.
El primer ministro qatarí "sabe que estamos haciendo las reformas para la recuperación y la inversión de fondos qataríes supone un certificado, en buena medida, del horizonte de confianza" en la economía española, afirmó Zapatero.
Las cajas de ahorros españolas, tradicional punto débil del sistema económico español, se encuentran en pleno proceso de reestructuración con el fin de garantizar su solvencia y solidez financiera.
A partir del 10 de marzo, todas las entidades financieras deberán respetar un nivel de solidez financiera de al menos un 8% de fondos propios de calidad, salvo para una parte de las cajas de ahorros que tendrán que respetar un mínimo del 10%.
Esta tasa superior se exigirá a las cajas que no coticen, o que no tengan una presencia de inversores privados de, al menos, el 20%, y cuya liquidez dependa en más de un 20% de los mercados mayoristas.
Las que no logren el nivel de solidez exigido, deberán presentar de aquí a finales de marzo al Banco de España un plan de refuerzo financiero, para lo cual podrán abrir su capital a inversores privados o bien salir a bolsa.
Estas operaciones destinadas a conseguir dinero fresco para mejorar los ratios de solvencia, deberán llevarse a cabo, en general, de aquí a finales de septiembre.
Las nuevas exigencias siguen a la primera ola de reformas del pasado año que llevó a la fusión de numerosas cajas, reduciendo de 45 a 17 el número de estas entidades.