Zelaya quiere dialogar con Micheletti; OEA enviará nueva misión a Honduras
AFP, Agence France-Presse
La comunidad internacional hará un nuevo esfuerzo de mediación en Honduras, enviando una misión de la OEA y regresando a los embajadores retirados, luego de que el depuesto Manuel Zelaya dijera querer dialogar "en forma personal" con el gobernante de facto Roberto Micheletti.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, anunció este miércoles en Nueva York que encabezará la nueva misión mediadora en Honduras, donde también regresarán los embajadores retirados tras el golpe de Estado de junio que derrocó a Zelaya, que está refugiado en la embajada brasileña en Tegucigalpa sitiada por militares.
El anuncio fue el epílogo de una intensa jornada de actividad diplomática en la sede de la ONU, donde la situación hondureña pasó al primer plano en el primer día del debate anual de la Asamblea General.
La crisis se agudizó luego de que Zelaya regresara el lunes secretamente a Tegucigalpa, donde se refugió en la embajada de Brasil y llamó a los golpistas al diálogo, mientras aumentaban en Honduras las protestas por su restitución, con un saldo de dos muertos.
La policía reprimió este miércoles a un remanente de una marcha en apoyo a Zelaya en el centro de Tegucigalpa, e informó que hubo dos muertos en los disturbios ocurridos desde su regresa al país.
Tras lanzar gases lacrimógenos, los agentes antimotines persiguieron a los manifestantes por las calles aledañas y detuvieron a un número no precisado.
Mientras, el gobierno de facto dijo este miércoles que el toque de queda decretado en Honduras terminará a las 06H00 locales (12H00 GMT) del jueves, según una cadena de radio y TV.
El toque de queda había estado levantado por unas horas este miércoles, tiempo que millares de hondureños aprovecharon para comprar alimentos, y había vuelto a regir desde las 17H00 locales (23H00 GMT).
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Washington, solicitó al régimen de facto una visita urgente para examinar las denuncias de violaciones de derechos humanos tras el regreso de Zelaya.
Además, el régimen recibió el miércoles un duro golpe del exterior, cuando el secretario general de ONU, Ban Ki-moon, retiró el apoyo a la realización de las elecciones fijadas para el 29 de noviembre por considerar que no están dadas las condiciones para ello.
Zelaya, en tanto, dijo que confiaba en hablar personalmente con Micheletti y con los partidos que pretenden participar en las elecciones.
"Ese es el objeto (del regreso a Honduras), dialogar en forma personal, no sólo con él (Micheletti), sino con los grupos económicos del país (...), con los grupos políticos que tienen interés en participar en las elecciones" de noviembre, dijo Zelaya a la AFP.
"Llegué con una propuesta de diálogo que fue respondida con bombas lacrimógenas", subrayó en la embajada, rodeada por las tropas.
Micheletti dijo el martes en un comunicado que estaba dispuesto a dialogar con Zelaya, "siempre y cuando él reconozca explícitamente las elecciones presidenciales".
En una conversación con la AFP, Zelaya -destituido por el golpe del 28 de junio- instó a los gobernantes que asisten a la Asamblea de ONU a que "no dejen solo al pueblo hondureño".
"Agradecemos todo lo que la comunidad internacional ha hecho por el pueblo hondureño, porque el planeta entero se ha identificado con la resistencia, pero les pedimos ahora que están en la ONU que no dejen solo al pueblo hondureño en estos momentos críticos", declaró.
El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva dijo ante la Asamblea General, donde fue el primer orador: "La comunidad internacional pide que Zelaya regrese inmediatamente a la presidencia".
Pero el gobierno de facto urgió a Brasil a cesar su "injerencia", "puesta en relieve con el ingreso del señor Zelaya" a su embajada.
Además, acusó a Venezuela de enviar aviones militares "a la región centroamericana" con el propósito de intimidar o invadir territorio hondureño.
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