Aplastante victoria de aliado de primer ministro de Georgia en elecciones presidenciales


TIFLIS. - Guiorgui Margvelashvili, aliado del multimillonario Bidzina Ivanishvili, el primer ministro de Georgia y enemigo del actual presidente, cosechó una aplastante victoria en las elecciones presidenciales celebradas el domingo, según resultados parciales oficiales.



Guiorgui Margvelashvili
Guiorgui Margvelashvili

Margvelashvili, filósofo de 44 años, obtuvo un 63,8% de los votos, según los primeros resultados oficiales extraídos de cerca del 12% de los colegios electorales.

Su adversario, David Bakradzé, candidato del presidente saliente Mijaíl Saakashvili, le sigue a mucha distancia con el 21,3% de los votos.

Desde la publicación de los primeros sondeos a pie de urna en los que ya se señalaba la victoria de Margvelashvili, Bakradzé reconoció su derrota.

"Felicito a Guiorgui Margvelashvili por su victoria y la confianza que le expresó el pueblo", dijo en rueda de prensa, señalando que considera fiables los sondeos.

"Es nuestra victoria conjunta", dijo Margvelashvili ante sus partidarios congregados en Tiflis.

Tras el cierre de los colegios electorales, fuegos artificiales llenaron el cielo de la capital georgiana.

Las elecciones marcan el fin de la era Saakashvili, llegado al poder hace diez años tras la Revolución de la Rosa, y de un fuerte poder presidencial en esta exrepública soviética del Cáucaso de 4,5 millones de habitantes.

 

Gracias al primer ministro

El primer ministro de Georgia, Bidzina Ivanishvili, cuya formación, Sueño Georgiano, derrotó a la de Saakashvili, Movimiento de Unidad Nacional (UNM), en las legislativas de octubre de 2012 declaró el domingo por la noche que no tenía dudas de la victoria de su candidato.

"Juntos construiremos una Georgia con la que soñamos", dijo.

Ivanishvili prometió retirarse de la escena política tras las elecciones y nombrar a su sucesor al frente del gobierno.

"Gracias al primer ministro que ha contribuido a mi victoria", declaró Margvelashvili, tras la publicación de los sondeos.

 

"Marcha atrás"

Saakashvili, que calificó a Margvelashvili de "marioneta del multimillonario" votó por la mañana en Tiflis, donde fue abucheado por sus detractores.

Durante una alocución televisada el domingo por la noche, Saakashvili pidió a sus partidarios "respetar la opinión de la mayoría", pero subrayó que el resultado constituye "una grave desviación" del camino hacia la modernización.

La tasa de participación fue relativamente débil, del 46,6%, en estas elecciones, cuyo vencedor tendrá menos poderes que el primer ministro debido a una reforma constitucional.

La carismática Nino Burdjanadze, expresidenta del Parlamento, obtuvo menos del 10% de los votos.

Ningún político en Georgia cuestiona el acercamiento a Occidente defendido por Saakashvili, pero su sucesor tendrá que trabajar duro para mejorar las relaciones con Rusia.

Los dos países no tienen relaciones diplomáticas desde la guerra de cinco días de agosto de 2008, en la que Georgia perdió el control del territorio separatista prorruso de Osetia del Sur.

Rusia reconoció este territorio y Abjasia, la otra república separatista georgiana.

Venezuela y Nicaragua secundaron a Moscú y reconocieron a Abjasia y Osetia del Sur como repúblicas independientes.

Miles de militares rusos permanecen desde entonces en estos territorios, sobre los que Tiflis parece haber perdido el control para siempre.

Los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) describieron esta campaña como "mucho más tranquila" que la de las legislativas de octubre de 2012, durante las cuales se produjo el primer traspaso de poder pacífico en este país, tras la derrota del bando de Saakashvili.

Georgia experimentó un año de difícil convivencia entre el presidente e Ivanishvili, convertido en primer ministro.

Varios de los aliados cercanos de Saakashvili fueron detenidos, lo que despertó la preocupación en las capitales occidentales que sospechan que estos arrestos son por motivos políticos.

Ivanishvili calificó a Saakashvili como "un hombre políticamente muerto" y le advirtió que él también podría ser procesado.

Criticado por su estilo autoritario, sus ataques a la libertad de prensa y, sobre todo, por la desastrosa guerra con Rusia, Saakashvili consiguió en los últimos 10 años frenar la corrupción, construir infraestructuras y reactivar la economía de este país, el cual, tras la caída de la URSS en 1991, fue escenario de una guerra civil.

Las reformas de Saakashvili suscitaron manifestaciones masivas de protesta, en las que se pedía la renuncia del mandatario, algunas de las cuales fueron dispersadas violentamente por la policía.

Lunes, 28 de Octubre 2013
AFP (Agencia France-Presse)
           


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