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Política
El Ártico se está calentando dos veces más rápido que cualquier otro lugar y, como es sabido, el delicado ecosistema de ambos polos funciona como un termómetro de la salud del planeta tal como lo conocemos.
Funcionarios estadounidenses dijeron el mes pasado que el hielo del océano ártico se redujo durante el último invierno al nivel más bajo jamás registrado. Estas observaciones satelitales comenzaron a realizarse a fines de los años 1970.
Pero existe una consecuencia lateral a este acontecimiento medioambiental: a medida que se derrite el hielo polar --un hecho de gran preocupación porque derivará en un aumento de los niveles del mar--, se están abriendo nuevas rutas oceánicas que pueden utilizarse para el comercio.
Y esta apertura ofrece la promesa de campos de gas y petróleo sin explotar en alta mar, algo muy tentador para un mundo sediento de energía.
No obstante, con las nuevas oportunidades llegan también nuevas rivalidades, un desafío que Estados Unidos tendrá que driblear en los próximos dos años cuando asuma la presidencia temporal del Consejo Ártico.
"El derretimiento del mar de hielo crea un cierto número de oportunidades, dijo el secretario de Estado estadounidense John Kerry a sus pares.
"Es imperativo sin embargo que los desarrollos planteados se produzcan teniendo en cuenta la historia y el modo de vida que los habitantes quieren conservar y el desarrollo durable", señaló Kerry, que llegó el viernes más temprano al poblado de Iqaluit, en la isla Baffin del noreste de Canadá, para reunirse con sus pares de Canadá, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia y Suecia.
La ciudad tiene 7.500 habitantes, y las temperaturas pueden llegar a 65 grados bajo cero en el invierno.
Los debates se desarrollan en presencia de observadores de los pueblos y naciones indígenas de la región, de organizaciones ambientalistas y de algunos países, incluida China.
Estados Unidos pretende implementar un plan de regulación de las emisiones de gases con efecto invernadero, surgidas de las actividades extractivas, por ejemplo en las regiones árticas. Sería
Si bien la lucha contra el cambio climático será la prioridad en la agenda de Estados Unidos durante su presidencia del Consejo Ártico, Washington también espera mejorar la gestión del océano, la seguridad marítima y las vidas de los cuatro millones de habitantes del Ártico.
- "Encontrar un equilibrio" -
"Nuestro trabajo consisten en encontrar un equilibrio entre los límites biológicos de la naturaleza, nuestros derechos y deberes en materia de uso de los recursos naturales y la necesidad de promover el crecimiento y el desarrollo económico", dijo el primer ministro de las islas Feroe Kaj Leo Johannesen.
Hay tensiones subyacentes y algunos comienzan a mostrar sus músculos. Es el caso de Rusia, que está bajo el peso de las sanciones por su papel en el conflicto en Ucrania y ya comenzó a organizar maniobras militares inéditas en el Ártico.
La región albergaría el 13% del petróleo del planeta aún no hallado y 30% de las reservas de gas natural.
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, no concurrió a la reunión y fue remplazado por el ministro de Medio Ambiente, Sergei Donskoi.
Y la semana pasada, Noruega estaba airada porque el viceprimer ministro ruso visitó su archipiélago ártico de Svalbard, a pesar de que tiene prohibido el ingreso al territorio noruego por las sanciones de la Unión Europea.
Más temprano este mes, barcos rusos atracaron en lo que antes era una base naval secreta de Noruega en el Ártico.
"La razón por la cual esto es tan importante es porque el Ártico se está desmoronando con importantes consecuencias", dijo Rafe Pomerance, jefe de Ártico 21, una coalición de organizaciones no gubernamentales sobre política y clima.
Aparte del derretimiento del hielo que eleva los niveles del mar, otro peligro es el deshielo del permafrost, la capa de suelo congelada en las regiones polares. Cuando este permafrost se descongela, libera dióxido de carbono atrapado, el cual es uno de los gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global.
"(Esto) se convertirá en una fuente importante de emisiones en el siglo XXI y más allá, lo que complicará los esfuerzos por estabilizar las concentraciones y mantener la temperatura por debajo de cualquiera sea el objetivo que el mundo se proponga entonces", dijo Pomerance a la AFP.
Los líderes de todo el mundo se están preparando para una importante reunión del clima en diciembre en París, donde se espera que acuerden limitar el calentamiento global 2ºC por encima de los niveles preindustriales.
