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Fotomontaje de la reunión en Marbella, de izquierda a derecha, Saad Al Hariri, Muhamad Zuhair As-Siddik, Gerhard Lehman y Wissam Al Hassan.
En dicha reunión, los participantes decidieron culpar del asesinato de Rafik Hariri a cuatro generales libaneses y nueve personalidades sirias. También se les oye discutir sobre el pago y la protección del testigo falso.
Es importante recordar que fue precisamente como resultado de esta reunión que cuatro generales libaneses fueron arbitrariamente mantenidos en prisión durante cuatro años. Israel aprovechó además la decapitación de los servicios libaneses de seguridad para atacar el Líbano. Fue basándose en el falso testimonio que prestó Muhamad Zuhair as-Siddik como la Comisión investigadora de la ONU puso en tela de juicio al presidente sirio Bachar el-Assad y al entonces presidente libanés Emile Lahoud, mientras que Estados Unidos amenazó con intervenir militarmente para arrestarlos. El complot se vino abajo cuando los servicios secretos sirios demostraron la falsedad del testimonio de Muhamad Zuhair as-Siddik.
El Tribunal Especial para el Líbano se ha negado hasta ahora a investigar sobre «el caso dentro del caso», o sea sobre los falsos testigos, así como a entregar a los cuatro generales injustamente encarcelados los documentos que les permitirían emprender acciones legales contra sus acusadores.
Al comisario alemán Lehman se le ha reprochado en su propio país su actuación como agente de la CIA en el programa de secuestros, detenciones ilegales y torturas en Europa. Una de las víctimas incluso lo reconoció formalmente como participante en ese programa.
Después de vivir por cierto tiempo en Francia, Muhamad Zuhair as-Siddik desapareció y volvió a aparecer posteriormente en los Emiratos Árabes Unidos, donde fue brevemente encarcelado por inmigración ilegal y uso de pasaporte falso. En una conferencia de prensa organizada en el momento de su liberación, dijo haber recibido un pasaporte checo falso de manos del presidente francés Nicolas Sarkozy.
Desde hace algunas semanas, varios altos responsables del Tribunal –anticipando su inminente caída– han comenzado a vender a altos precios los documentos a los que han podido tener acceso.
Indica también la prensa libanesa que el Departamento de Estado presentó la semana pasada el acta de acusación al rey Abdalá de Arabia Saudita, al presidente francés Nicolas Sarkozy y a Saad Hariri –el entonces primer ministro libanés–, lo cual sería también una violación del carácter secreto del proceso de instrucción. Según lo previsto, el mencionado documento debía pasar a ser de público conocimiento el sábado 15 de mayo, pero su publicación se pospuso para el lunes 17, debido a la renuncia del gobierno libanés. La secretaria de Estado Hillary Clinton y la ministra francesa de Relaciones Exteriores Michele Alliot-Marie comentaron públicamente el contenido del acta de acusación, confirmando así que lo conocieron de forma ilegal.
Es importante recordar que fue precisamente como resultado de esta reunión que cuatro generales libaneses fueron arbitrariamente mantenidos en prisión durante cuatro años. Israel aprovechó además la decapitación de los servicios libaneses de seguridad para atacar el Líbano. Fue basándose en el falso testimonio que prestó Muhamad Zuhair as-Siddik como la Comisión investigadora de la ONU puso en tela de juicio al presidente sirio Bachar el-Assad y al entonces presidente libanés Emile Lahoud, mientras que Estados Unidos amenazó con intervenir militarmente para arrestarlos. El complot se vino abajo cuando los servicios secretos sirios demostraron la falsedad del testimonio de Muhamad Zuhair as-Siddik.
El Tribunal Especial para el Líbano se ha negado hasta ahora a investigar sobre «el caso dentro del caso», o sea sobre los falsos testigos, así como a entregar a los cuatro generales injustamente encarcelados los documentos que les permitirían emprender acciones legales contra sus acusadores.
Al comisario alemán Lehman se le ha reprochado en su propio país su actuación como agente de la CIA en el programa de secuestros, detenciones ilegales y torturas en Europa. Una de las víctimas incluso lo reconoció formalmente como participante en ese programa.
Después de vivir por cierto tiempo en Francia, Muhamad Zuhair as-Siddik desapareció y volvió a aparecer posteriormente en los Emiratos Árabes Unidos, donde fue brevemente encarcelado por inmigración ilegal y uso de pasaporte falso. En una conferencia de prensa organizada en el momento de su liberación, dijo haber recibido un pasaporte checo falso de manos del presidente francés Nicolas Sarkozy.
Desde hace algunas semanas, varios altos responsables del Tribunal –anticipando su inminente caída– han comenzado a vender a altos precios los documentos a los que han podido tener acceso.
Indica también la prensa libanesa que el Departamento de Estado presentó la semana pasada el acta de acusación al rey Abdalá de Arabia Saudita, al presidente francés Nicolas Sarkozy y a Saad Hariri –el entonces primer ministro libanés–, lo cual sería también una violación del carácter secreto del proceso de instrucción. Según lo previsto, el mencionado documento debía pasar a ser de público conocimiento el sábado 15 de mayo, pero su publicación se pospuso para el lunes 17, debido a la renuncia del gobierno libanés. La secretaria de Estado Hillary Clinton y la ministra francesa de Relaciones Exteriores Michele Alliot-Marie comentaron públicamente el contenido del acta de acusación, confirmando así que lo conocieron de forma ilegal.
