Cicatrices de una transexual reclaman justicia en exposición del Celarg


La universidad de la vida le otorgó el título de prostituta, las huellas en su cuerpo son el testimonio del maltrato y de la exclusión, es transexual, su nombre es Yhajaira, y en una exposición del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg) sus cicatrices hablan y su voz reclama justicia.



Argelia Bravo
Argelia Bravo
La artista visual Argelia Bravo, autora de la muestra, tituló la exposición Arte social por las trochas hecho a palo, patá' y kunfú, y además de revelar en doce dermocopias las heridas y las causas de ellas, muestra objetos y videos que ilustran el ambiente donde se desenvuelve la comunidad 'transfor'.

La muestra es el producto de un proceso de investigación sobre la violencia experimentada por la comunidad transgénero, realizado a través de la organización no gubernamental Transvenus de Venezuela.

Yhajaira viajó a Argentina, o mejor dicho, escapó a Argentina luego de denunciar a los asesinos de una compañera: Dayana; la amenazaron y le dijeron que se callara, y como no calló, la agredieron, le dispararon, pero no calló.

Desde Argentina se quita la ropa y muestra sus heridas, desde las quemaduras en las manos que le hicieron sus padres por “puto”, las peleas con sus clientes, ataques de perros, puñaladas, tiros, hasta las agresiones de policías.

Desde Argentina revela sus deseos de estudiar derecho, saca la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela y lee el artículo 26: “Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de administración de justicia para hacer valer sus derechos e intereses, incluso los colectivos o difusos, a la tutela efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la decisión correspondiente”.

Armas de fuego, un rolo, un bate, un chuzo, un picahielo, hojillas, picos de botellas, entre otras piezas que otrora fueron herramientas de defensa o de agresión a los miembros de las comunidad transfor, descansan sobre una vitrina en la exposición.

Así mismo, se exhiben tacones, yesqueros, afeitadoras, pinturas de labios que Bravo encontró en un recorrido por los senderos clandestinos: las trochas donde se refugiaban las trabajadoras sexuales y que revelan la existencia de una ciudadanía paralela que habita la ciudad desde los márgenes, la hace suya desde otros lugares y con otras perspectivas.

En la muestra, Vanessa, otra transformista, hace un recorrido por estos caminos que frecuentan las trabajadoras sexuales de la avenida Libertador de Caracas, guía a los investigadores, les indica cómo es la vida en esa otra ciudad, con el Guaire como vecino íntimo, con la oscuridad, los túneles y pasadizos como aliados.

“Justicia” pide Yhajaira, “Igualdad” pide Vanessa, y Argelia se hace eco de ello y da visibilidad a las discriminaciones, con un profundo compromiso y respeto, estimulando mecanismos de diálogo en los cuales ella, como artista, es mediadora y no intérprete. Hasta el 7 de febrero estará esta muestra en la Sala Rómulo Gallegos del Celarg.
Sábado, 9 de Enero 2010
ABN, Agencia Bolivariana de Noticias, Venezuela
           


Nuevo comentario:

Noticias | Política | Ideas | Personalidades | Doctrinas | Cultura | Patrimonio cultural | Libros | Diálogo | Investigación | Literatura | Artes | Educación | Comunicación | Ciencia | Entretenimiento | Turismo | Sociedad | Deporte