"Consentimos que la tele invada nuestra casa"


En la música mestiza hay pocos grupos a quienes se les reconozca el talento de Terrakota para componer e interpretar de forma genuina tantos estilos y ritmos del mundo: el África subsahariana, Jamaica, el Caribe, el Magreb, Brasil o los Balcanes.



"Consentimos que la tele invada nuestra casa"
Tras volver de la India, donde tocaron en un festival del Himalaya, esta banda de Lisboa, que cuenta con un catalán al sitar, llenó la avenida de la Catedral en Barcelona durante las fiestas de la Mercè. El portugués Júnior y la angoleña Romi Anauel, cantan, bailan y tocan al frente de este septeto multiinstrumentista, también conocido por las letras cargadas de crítica social y su mensaje de optimismo, que cumple diez años, tantos como idiomas tienen en su repertorio musical.

¿La maleta regresó de India llena de inspiración?
Romi: Todavía estoy digiriendo todo lo que he visto y sentido. Fue poco tiempo para un país tan intenso.
Júnior: Hay que llevarse una antena enorme para recibir tanta información nueva. Ya habíamos incluido sonoridades indias en algunas canciones, pero pudimos adentrarnos más en su música, tocando con artistas locales, como nos gusta.

¿Y de instrumentos nuevos?
Júnior: Trajimos un ektara, un violín, un dholak (percusión) y un tipo de guitarra india.

¿Cuál os sorprendió más?
Júnior: El ektara, que es conocido por su sonido de cuerda pulsada en el popular Punjabi beat. Nos sorprendió ver que un instrumento que marca el ritmo en varios estilos tradicionales de origen indio es de lo más sencillo y portátil: una cuerda en una caña de bambú fijada en una pequeña calabaza con un trocito de piel.

¿Qué influencias ha aportado el catalán Marc Planells, vuestro miembro más reciente?
Júnior: Además de los sonidos indios, Marc trajo más flamenco y también la rumba catalana. También es multiinstrumentista, igual que nosotros y Francesco, Alex, Nataniel y Davide. A veces es difícil para un músico dividirse en tres o cuatro en el estudio y en el escenario. Sin embargo, es lo que nos permite crear la música que queremos y añadir el condimento que cada canción pide.

¿África sigue siendo vuestra raíz más profunda?
Júnior: Tal vez la banda se transmute y esa raíz se traslade a otro rincón del globo, pero África es nuestra pasión.
Romi: ¡Todavía hay mucho para conocer! La música viaja pero parece que siempre se le descubre un origen o una conexión con África. El uso de la escala pentatónica en China igual que en Mali, por ejemplo.

¿Quisisteis acercaros al público castellano parlante con las canciones en esta lengua de vuestro último álbum?
Júnior: Nos gusta abarcar muchos idiomas. Primero encontramos la musicalidad de una lengua y después su objetivo de comunicación. Y el castellano nos surge espontáneamente, tocando un mambo o una salsa.
Romi: También porque es muy cantable, como el francés, aunque me siento más cerca de España al ser un país vecino.

¿Qué tal fue tocar en la Mercè?
Romi: Tocar ante un público tan diverso en plena fiesta mayor de Barcelona nos permite, además, llegar a más gente que no nos conocía.
Júnior: Me recuerdo que nuestros primeros bolos en Catalunya, hace unos años, fueron accidentados (risas). En el festival Reggus de Reus, nos pusieron para tocar a las cuatro y media de la mañana. Estábamos muy cansados. En otro bolo, cerca del Pirineo, al ser el último grupo nos tocó 20 minutos en el escenario e incluso nos cortaron la corriente.

¿Cuántos idiomas habláis?
Júnior: Portugués, italiano, español, francés e inglés. Entiendo los idiomas africanos wolof y diola, y algunas expresiones en otras lenguas, lo suficiente para construir una frase para un estribillo. Esto lo conseguimos por los viajes.
Romi: Hablo más o menos los mismos idiomas. Con el tiempo, más que incluir de forma espontánea frases y rimas de una lengua en una canción, vamos profundizando las letras.
Júnior: En el próximo disco, que saldrá en la primavera, cantaremos un tema casi todo en wolof sobre el amor al trabajo y la obligación de trabajar. Un nativo nos tradujo la letra.

¿Y cuál ha sido su reacción?
Júnior: Los senegaleses que conocemos nos han dado una respuesta muy buena, un objetivo cumplido. La relación con este idioma se debe a que Nataniel, el percusionista, y Davide, el batería, lo han aprendido cuando estaban en lugares donde no se hablaba otra lengua.

¿Qué músicas escucháis actualmente?
Romi: Música gitana del este de Europa y mucho afrobeat: Tony Allen, que también ha tocado en la Mercè, Fela Kuti, etc.
Júnior: Abyssians, unos jamaicanos precursores del reggae. Además, me fascina descubrir instrumentos, su origen e influencia, como los que escuché en un disco alucinante que un amigo me trajo hace poco de Bali, en Indonesia.

¿Así emprendéis vuestros viajes?
Júnior: Sí, con la guitarrita para tocar con los músicos. Es portátil, te ayuda a nivel melódico, y en muchos lugares despierta tanta curiosidad como la mía en relación a sus instrumentos. Se crea un intercambio e intento aprender las mañas de sus harmonías musicales.

¿Se os ha ocurrido incluir el fado, icono del worldmusic, en algún tema?
Júnior: Casi lo hicimos en el último álbum. Nos interesa más el instrumental del fado. Somos admiradores de Carlos Paredes, maestro de la guitarra portuguesa. Sería más fácil que incluyésemos este instrumento que una voz de fado.
Romi: La poesía y el lamento en el canto, acompañados por la guitarra que se escucha en la morna de Cabo Verde, se parecen mucho al fado, y si entráramos por allí a lo mejor también lo estaríamos tocando.

É verdade (Es verdad), cuyo vídeo ha sido premiado, habla de la manipulación de los medios de comunicación. ¿Denme un ejemplo?
Júnior: El medio más salvaje que consumimos es la tele. Consentimos que invada nuestra casa con muchísimos programas que ni informan ni educan. Los cambios tienen que producirse primero en nuestro universo personal para conseguir mejorar nuestra sociedad. Hay que interesarse por los temas más allá de lo que muestra la tele, saber cómo usar la naturaleza sin destruirla, obtener un lucro sostenible.
Romi: Queremos que se reflexione sobre nuestro impacto en la naturaleza en cuanto humanos y la importancia de la proximidad entre las personas.
Júnior: Intentamos sensibilizar usando frecuencias musicales, porque, al final, el sonido de un bajo empezando una música, la percusión entrando, la secuencia de notas y la comunicación verbal llegan a la gente. Y en los shows queremos alegría, que se cante y se baile.

Martes, 6 de Octubre 2009
La Vanguardia, Barcelona, España
           


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