División en las tribus sunitas de Siria e Irak frente al EI


Beirut, Líbano. - Las tribus sunitas de Siria e Irak están divididas frente al grupo Estado Islámico (EI) que se esmera en ganarse su confianza o someterlas por la fuerza, tras la erosión de los apoyos inciales que recibieron, afirman los analistas.



Milicianos de Daish
Milicianos de Daish
La guerra en estos dos países dio al traste con la legendaria solidaridad tribal y ahora las decisiones se toman a nivel de clanes. Y a veces los distintos clanes de una tribu se enfrentan.
Para el EI es fundamental ganarse la confianza de las tribus con el fin de garantizar el control de un territorio. Por eso, después de una victoria, difunde un vídeo exhibiendo la adhesión voluntaria o forzada de los jefes tribales.
"Todos estamos en el mismo barco, el Estado (Islámico) es nuestro Estado", proclamó en mayo un jeque en Ramadi, donde la mayoría de las tribus resistieron durante año y medio al EI antes de ser traicionadas por la capitulación del ejército iraquí. 
La escena se repite en la ciudad iraquí de Faluya y ya tuvo lugar en Siria, concretamente en Raqa en 2013 y más tarde en Deir Ezor. Unas regiones cercanas cuyas tribus residen a ambos lados de la frontera.
 

- Fidelidad a cambio de ventajas -

 
Haian Dukhan y Sinan Hawat, autores del estudio "el Estado Islámico y las tribus árabes del este de Siria" atribuyen a tres motivos esta lealtad a Daesh, acrónimo árabe del EI.
"Lo que hace que se acepte al EI es por encima todo el beneficio económico y la protección, seguidos del miedo y la intimidación y por último el descontento con el régimen", explican.
En la época de Hafez al Asad, exjefe del Estado sirio (1970-2000), los jefes tribales tenían "puestos oficiales y subsidios" y a cambio luchaban contra los Hermanos Musulmanes y los kurdos, enemigos del régimen.
"Formaban parte del movimiento que apoyaba al régimen", aseguran. Con la apertura económica impulsada por su hijo Bashar al Asad, "la ideología baasista perdió fuerza y los servicios ofrecidos por el Estado" disminuyeron en estas regiones desérticas y pobres.
"El EI se aprovechó de ello ofreciéndoles una parcela de poder y los jefes tribales, antes leales al régimen, le juraron fidelidad", añaden estos expertos. Pobre de los que resistan, como la tribu de los Shaitat, que perdió a 900 miembros masacrados por los yihadistas.
En Irak, la adhesión al EI también se debe a la frustración vivida tras la invasión de Estados Unidos en 2003, que provocó la caída del exdictador Sadam Husein.
"Las decisiones desastrosas del administrador estadounidense Paul Bremer (2003-2004), acentuadas por los gobiernos bajo la dominación de los partidos religiosos chiitas, hicieron que se persiguiera a los antiguos militares procedentes de tribus favorecidas por Sadam, se les designara como enemigos, se les privara de estatus, de salario y de rango social", explicó a la AFP Hosham Dawod, antropólogo francés experto en las tribus de Irak.
 

- Algunas tribus resisten -

 
"Estos grupos se pasaron del baasismo al yihadismo radical y constituyen la base militar, de seguridad y política de Daesh". Es el caso de los Albu Ajil, acusados de haber cometido la matanza contra los soldados chiitas cerca de Tikrit, o de la confederación tribal Obaid en los alrededores de Mosul.
En la época del exdictador, las tribus sunitas formaban la piedra angular del aparato de seguridad.
Por el contrario, algunas tribus como los Jughaifa se negaron a entregar a 150 personas que el EI consideraba enemigas. Una negativa que los yihadistas interpretaron como una declaración de guerra.
Su bastión, Haditha, es una de las pocas localidades de la provincia de Anbar que opone resistencia al EI, pese al asedio y amenaza de exterminio del portavoz del grupo yihadista, Abu Mohamed al Adnani.
En Siria también impera la división entre las tribus, que representan el 15% de la población y se extienden en la mitad del territorio, explica Haian Dukhan.
"Hay individuos que apoyan" al EI, al Frente al Nosra, el brazo sirio de Al Qaida, o a los rebeldes "pero no representan toda una tribu, como mucho al 2o% de un clan", asegura a la AFP el jeque Nawaf al Mulhem, jefe tribal de la región de Homs y diputado en el parlamento sirio.
Domingo, 5 de Julio 2015
AFP (Agencia France-Presse)
           


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