Es probable que Medina prevea en los problemas que asolan el país, una magnitud distinta a la que percibe el exmandatario, pues, de seguro, si coincidiesen estarían unidos y eso no solamente no está ocurriendo sino que son parte de maquinarias partidistas de nombradía distinta aunque, en el fondo, en muchos asuntos propios de la vida nacional, actúan de igual manera.
Es bueno sin embargo, que el Presidente Mejía exponga sus pensamientos, pues con ello contribuye a orientar una opinión pública que necesita cuantos datos y puntos de vista les puedan ser aportados por los medios de comunicación social y por la clase política que, a su vez, es fuente de pareceres que los medios difunden de un lado al otro de la geografía del territorio.
Medina, empero, ha dicho que a lo largo de años se preocupó por su formación para presidir a la República; por tanto, no se ha dedicado al ocio sino a estudiar y se puede estar seguro que ese estudio ninguna relación ha guardado con el abecedario ni con la aritmética, sino que se ha centrado en los problemas de la República, atreviéndose este diario a sostener sin ningún género de dudas que, de igual forma en que lo hacen los entrenadores de atletas de alta competencia y de equipos deportivos de áreas diversas, se concentró en averiguar en qué han fallado sus antecesores y en qué fueron certeros los mismos, a lo largo de sus mandatos.
Por consiguiente, las expresiones del ex Presidente Mejía tienen que valorarse como un punto de vista que procura alertar más que a denostar a un hombre que para alcanzar su nominación, con muchísimos factores en su contra, laboró como las hormigas, acopiando para el mañana cuanto pudo alcanzar en cada etapa, en todo lo referente a información sobre el manejo de la cosa pública, el proceder de su predecesor en asuntos financieros, la producción del país en cuanto atañe a bienes primarios y bienes procesados y en fin, todo cuanto encontró a lo largo de su derrotero, que podía serle útil para el instante de su llegada, como en efecto ocurrió el pasado 20 de mayo.
Este diario, por consiguiente, al verlo comportarse en estos meses, asegura sin género de dudas, que el Presidente de la República electo conoce el camino que transita y sabe hacia dónde va.
Es bueno sin embargo, que el Presidente Mejía exponga sus pensamientos, pues con ello contribuye a orientar una opinión pública que necesita cuantos datos y puntos de vista les puedan ser aportados por los medios de comunicación social y por la clase política que, a su vez, es fuente de pareceres que los medios difunden de un lado al otro de la geografía del territorio.
Medina, empero, ha dicho que a lo largo de años se preocupó por su formación para presidir a la República; por tanto, no se ha dedicado al ocio sino a estudiar y se puede estar seguro que ese estudio ninguna relación ha guardado con el abecedario ni con la aritmética, sino que se ha centrado en los problemas de la República, atreviéndose este diario a sostener sin ningún género de dudas que, de igual forma en que lo hacen los entrenadores de atletas de alta competencia y de equipos deportivos de áreas diversas, se concentró en averiguar en qué han fallado sus antecesores y en qué fueron certeros los mismos, a lo largo de sus mandatos.
Por consiguiente, las expresiones del ex Presidente Mejía tienen que valorarse como un punto de vista que procura alertar más que a denostar a un hombre que para alcanzar su nominación, con muchísimos factores en su contra, laboró como las hormigas, acopiando para el mañana cuanto pudo alcanzar en cada etapa, en todo lo referente a información sobre el manejo de la cosa pública, el proceder de su predecesor en asuntos financieros, la producción del país en cuanto atañe a bienes primarios y bienes procesados y en fin, todo cuanto encontró a lo largo de su derrotero, que podía serle útil para el instante de su llegada, como en efecto ocurrió el pasado 20 de mayo.
Este diario, por consiguiente, al verlo comportarse en estos meses, asegura sin género de dudas, que el Presidente de la República electo conoce el camino que transita y sabe hacia dónde va.