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Política
El presidente Hun Sen
El jefe del Partido de Salvación Nacional de Camboya (CNRP), de 64 años, vive en Francia para evitar cumplir sentencias a 11 años de prisión por tres condenas que sus seguidores tachan de políticas.
Pero ahora, Rainsy -considerado el principal adversario del primer ministro Sen- es "un hombre libre", declaró el portavoz del gobierno, Phay Siphan. "Es bienvenido en casa y puede volver cuando sea".
Una invitación aceptada inmediatamente por Rainsy, que había escrito al rey Norodom Sihamoni en junio para pedirle un indulto. El opositor anunció a la AFP que regresará al país "en los próximos días".
"Es una pequeña victoria para la democracia que se autorice al líder de la oposición estar en el país durante la campaña electoral y el día de las elecciones", declaró por teléfono desde Francia. Esto demuestra que "Camboya va por buen camino", pero "queda mucho por hacer". Y "hará falta otra decisión política para que pueda ser candidato", dijo.
El opositor fue retirado de las listas electorales y no puede ser candidato, confirmó a la AFP Tep Nytha, secretario general de la comisión electoral. Para que cambie la situación hay que enmendar la ley, explicó.
Pero esto no ha impedido a los partidarios de Rainsy salir a la calle en Phnom Penh para expresar su júbilo.
En una carta enviada al rey este viernes, el primer Ministro Sen -en el poder desde 1985- abogó en favor de este indulto "con una intención de reconciliación nacional y para permitir que las elecciones se celebren según principios democráticos".
Este indulto fue saludado por la embajada de Estados Unidos en Phnom Penh que pidió al gobierno que permita "la vuelta en un entorno seguro" para Rainsy.
Estados Unidos emitió reservas sobre el proceso electoral si Rainsy no participa en él y varios parlamentarios estadounidenses reclamaron esta semana la congelación de la ayuda de Washington si los comicios no son justos y libres.
La oposición denunció, por su parte, un sistema de corrupción generalizada, y el control de todos los órganos de poder por parte del clan de Hun Sen.
Aunque se autorizara a los partidos de la oposición a hacer campaña, los observadores dudan de que tengan la mínima posibilidad de derrotar al hombre fuerte de Camboya, que obtuvo 90 de los 123 escaños de la Asamblea en 2008 bajo acusaciones de fraude.
Con la esperanza, a pesar de todo, de derrotarlo, Rainsy se alió el año pasado con otro opositor, Kem Sokha, para crear el CNRP.
La campaña electoral comenzó oficialmente el 27 de junio, pero en realidad ya había empezado semanas antes, con declaraciones de unos y otros.
Hun Sen no ha dudado en mencionar el peligro de una guerra civil si gana la oposición. Rainsy prometió que llevaría a los tribunales a los ministros que acusa de estar implicados en las atrocidades del régimen de los Jemeres Rojos que causó unos dos millones de muertos entre 1975 y 1979.
El número dos del CNRP, Kem Sokha, se ve salpicado por una polémica a raíz de la publicación, en una página web del gobierno, de una grabación en la que él habría puesto en entredicho la existencia de la prisión de Tuol Sleng, donde 15.000 personas fueron torturadas antes de ser ejecutadas por los Jemeres Rojos.
La grabación, manipulada según Sokha, le valió una demanda por difamación y permitió a Hun Sen obtener la votación de una ley que prohíbe la negación de los crímenes de los Jemeres Rojos.
Pero ahora, Rainsy -considerado el principal adversario del primer ministro Sen- es "un hombre libre", declaró el portavoz del gobierno, Phay Siphan. "Es bienvenido en casa y puede volver cuando sea".
Una invitación aceptada inmediatamente por Rainsy, que había escrito al rey Norodom Sihamoni en junio para pedirle un indulto. El opositor anunció a la AFP que regresará al país "en los próximos días".
"Es una pequeña victoria para la democracia que se autorice al líder de la oposición estar en el país durante la campaña electoral y el día de las elecciones", declaró por teléfono desde Francia. Esto demuestra que "Camboya va por buen camino", pero "queda mucho por hacer". Y "hará falta otra decisión política para que pueda ser candidato", dijo.
El opositor fue retirado de las listas electorales y no puede ser candidato, confirmó a la AFP Tep Nytha, secretario general de la comisión electoral. Para que cambie la situación hay que enmendar la ley, explicó.
Pero esto no ha impedido a los partidarios de Rainsy salir a la calle en Phnom Penh para expresar su júbilo.
En una carta enviada al rey este viernes, el primer Ministro Sen -en el poder desde 1985- abogó en favor de este indulto "con una intención de reconciliación nacional y para permitir que las elecciones se celebren según principios democráticos".
Este indulto fue saludado por la embajada de Estados Unidos en Phnom Penh que pidió al gobierno que permita "la vuelta en un entorno seguro" para Rainsy.
Estados Unidos emitió reservas sobre el proceso electoral si Rainsy no participa en él y varios parlamentarios estadounidenses reclamaron esta semana la congelación de la ayuda de Washington si los comicios no son justos y libres.
La oposición denunció, por su parte, un sistema de corrupción generalizada, y el control de todos los órganos de poder por parte del clan de Hun Sen.
Aunque se autorizara a los partidos de la oposición a hacer campaña, los observadores dudan de que tengan la mínima posibilidad de derrotar al hombre fuerte de Camboya, que obtuvo 90 de los 123 escaños de la Asamblea en 2008 bajo acusaciones de fraude.
Con la esperanza, a pesar de todo, de derrotarlo, Rainsy se alió el año pasado con otro opositor, Kem Sokha, para crear el CNRP.
La campaña electoral comenzó oficialmente el 27 de junio, pero en realidad ya había empezado semanas antes, con declaraciones de unos y otros.
Hun Sen no ha dudado en mencionar el peligro de una guerra civil si gana la oposición. Rainsy prometió que llevaría a los tribunales a los ministros que acusa de estar implicados en las atrocidades del régimen de los Jemeres Rojos que causó unos dos millones de muertos entre 1975 y 1979.
El número dos del CNRP, Kem Sokha, se ve salpicado por una polémica a raíz de la publicación, en una página web del gobierno, de una grabación en la que él habría puesto en entredicho la existencia de la prisión de Tuol Sleng, donde 15.000 personas fueron torturadas antes de ser ejecutadas por los Jemeres Rojos.
La grabación, manipulada según Sokha, le valió una demanda por difamación y permitió a Hun Sen obtener la votación de una ley que prohíbe la negación de los crímenes de los Jemeres Rojos.
