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TIWANAKU, (AFP) -
Tiwanaku o Tiahuanaco ('Aquí las piedras paradas' en aymara) es un portentoso complejo religioso y cultural a 70 km al oeste de La Paz, construido entre 1500 y 1400 AC y que se derrumbó 27 siglos más tarde por razones no conocidas.
Uno de los puntos centrales del ceremonial religioso se realizará en la pirámide de Akapana ('Desde aquí se mide').
Sobre su cima, Morales pedirá la bendición de los dioses andinos para comenzar su segundo gobierno y será acompañado por amautas (sabios aymaras), quienes reclamarán la bendición de sus divinidades para que gobierne con sabiduría.
"En las cuatro esquinas sobre la cima de Akapana se instalarán mesas rituales. En cada una de ellas el presidente estará acompañado solamente por amautas", dijo a la AFP Adolfo Pérez, arqueólogo en Tiwanaku.
"Nadie más tendrá acceso", dijo el investigador de esta población aymara.
Morales estará ataviado con un poncho de lana de llama con los colores blanco y negro.
Además el mandatario lucirá un pectoral de oro -símbolo de alianza con sus ancestros- y un chucu (gorro de cuatro puntas) que representa la unión de los puntos cardinales.
En la primera esquina sobre Akapana, Morales pondrá una rodilla en el suelo para agradecer al Sol y a la Tierra por los favores dados en su gestión y "para que se restaure el pensamiento andino", dijo Lucas Choque, uno de los amautas que acompañará a Morales.
En la segunda, Morales -primer presidente indígena de Bolivia- pedirá para "que la economía que los españoles arrebataron (hace 500 años) retorne", agregó Choque.
En la tercera, el mandatario pedirá a los dioses Sol -Viracocha- y Tierra -Pachamama- una buena producción agrícola y en la cuarta pedirá sabiduría para gobernar.
Tras la ceremonia en Akapana, el presidente Morales y los amautas caminarán hasta el templo de Kalasasaya donde se oficiará otra ceremonia, con marcados simbolismos religiosos.
Una anciana centenaria y una niña interactuarán en la ceremonia con el gobernante, quien recibirá de amautas dos bastones de mando que representarán la dualidad entre lo racional y lo intuitivo, y lo masculino y lo femenino.
"Un cetro está dividido con dos cabezas y unido a la tierra y el otro con una sola cabeza, que hace la autoridad moral y espiritual que tiene que tener el presidente", explica el investigador Jorge Miranda.
Un día después, el viernes, Morales será posesionado como presidente de Bolivia, en un acto formal y público que se realizará en el Congreso en la ciudad de La Paz.
El fortalecimiento de la religiosidad aymara y de otros pueblos originarios bolivianos es un mandato de la nueva Constitución, según el oficialismo, ante las críticas de la oposición que se quejan de una exagerada visión andino-centrista.
Tiwanaku o Tiahuanaco ('Aquí las piedras paradas' en aymara) es un portentoso complejo religioso y cultural a 70 km al oeste de La Paz, construido entre 1500 y 1400 AC y que se derrumbó 27 siglos más tarde por razones no conocidas.
Uno de los puntos centrales del ceremonial religioso se realizará en la pirámide de Akapana ('Desde aquí se mide').
Sobre su cima, Morales pedirá la bendición de los dioses andinos para comenzar su segundo gobierno y será acompañado por amautas (sabios aymaras), quienes reclamarán la bendición de sus divinidades para que gobierne con sabiduría.
"En las cuatro esquinas sobre la cima de Akapana se instalarán mesas rituales. En cada una de ellas el presidente estará acompañado solamente por amautas", dijo a la AFP Adolfo Pérez, arqueólogo en Tiwanaku.
"Nadie más tendrá acceso", dijo el investigador de esta población aymara.
Morales estará ataviado con un poncho de lana de llama con los colores blanco y negro.
Además el mandatario lucirá un pectoral de oro -símbolo de alianza con sus ancestros- y un chucu (gorro de cuatro puntas) que representa la unión de los puntos cardinales.
En la primera esquina sobre Akapana, Morales pondrá una rodilla en el suelo para agradecer al Sol y a la Tierra por los favores dados en su gestión y "para que se restaure el pensamiento andino", dijo Lucas Choque, uno de los amautas que acompañará a Morales.
En la segunda, Morales -primer presidente indígena de Bolivia- pedirá para "que la economía que los españoles arrebataron (hace 500 años) retorne", agregó Choque.
En la tercera, el mandatario pedirá a los dioses Sol -Viracocha- y Tierra -Pachamama- una buena producción agrícola y en la cuarta pedirá sabiduría para gobernar.
Tras la ceremonia en Akapana, el presidente Morales y los amautas caminarán hasta el templo de Kalasasaya donde se oficiará otra ceremonia, con marcados simbolismos religiosos.
Una anciana centenaria y una niña interactuarán en la ceremonia con el gobernante, quien recibirá de amautas dos bastones de mando que representarán la dualidad entre lo racional y lo intuitivo, y lo masculino y lo femenino.
"Un cetro está dividido con dos cabezas y unido a la tierra y el otro con una sola cabeza, que hace la autoridad moral y espiritual que tiene que tener el presidente", explica el investigador Jorge Miranda.
Un día después, el viernes, Morales será posesionado como presidente de Bolivia, en un acto formal y público que se realizará en el Congreso en la ciudad de La Paz.
El fortalecimiento de la religiosidad aymara y de otros pueblos originarios bolivianos es un mandato de la nueva Constitución, según el oficialismo, ante las críticas de la oposición que se quejan de una exagerada visión andino-centrista.
