El ministro del Interior italiano, Marco Minniti, afirmó que el atacante actuó "evidentemente" por xenofobia. El sospechoso tiene antecedentes de extrema derecha con referencias al fascismo y nazismo, agregó.
Según la Policía, siete personas fueron hospitalizadas con heridas de bala. Minniti afirmó que por el momento no hay indicios que permitan hablar de una acción organizada.
Después de registrarse varios disparos cerca de la estación de tren y en otros puntos de la ciudad, el Ayuntamiento y la Policía habían llamado a los ciudadanos a permanecer en sus casas, oficinas o escuelas.
Según el diario "La Reppublica", el sujeto fue arrestado sin oponer resistencia cuando estaba haciendo un saludo fascista delante de un monumento a soldados caídos en Macerata, una población de 42.000 habitantes.
Previamente, el hombre se habría envuelto en una bandera italiana. Según los medios, la Policía encontró una pistola en su coche.
Tras conocerse el incidente, el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, afirmó en Roma que "el odio y la violencia no van a poder dividirnos".
El jefe de Gobierno llamó a los italianos a luchar contra el peligro de que se desate una espiral de violencia en el país. "Los delitos crueles y el comportamiento criminal son enjuiciados y castigados. Esa es la ley", recalcó.
Por su parte, el ex primer ministro Matteo Renzi exhortó en Facebook a los partidos políticos a que no se hagan eco del incidente en Macerata durante la campaña electoral. Italia elegirá el 4 de marzo un nuevo Parlamento. Uno de los temas centrales es la migración, un fenómeno que afecta en alto grado a Italia.
Según la Policía, siete personas fueron hospitalizadas con heridas de bala. Minniti afirmó que por el momento no hay indicios que permitan hablar de una acción organizada.
Después de registrarse varios disparos cerca de la estación de tren y en otros puntos de la ciudad, el Ayuntamiento y la Policía habían llamado a los ciudadanos a permanecer en sus casas, oficinas o escuelas.
Según el diario "La Reppublica", el sujeto fue arrestado sin oponer resistencia cuando estaba haciendo un saludo fascista delante de un monumento a soldados caídos en Macerata, una población de 42.000 habitantes.
Previamente, el hombre se habría envuelto en una bandera italiana. Según los medios, la Policía encontró una pistola en su coche.
Tras conocerse el incidente, el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, afirmó en Roma que "el odio y la violencia no van a poder dividirnos".
El jefe de Gobierno llamó a los italianos a luchar contra el peligro de que se desate una espiral de violencia en el país. "Los delitos crueles y el comportamiento criminal son enjuiciados y castigados. Esa es la ley", recalcó.
Por su parte, el ex primer ministro Matteo Renzi exhortó en Facebook a los partidos políticos a que no se hagan eco del incidente en Macerata durante la campaña electoral. Italia elegirá el 4 de marzo un nuevo Parlamento. Uno de los temas centrales es la migración, un fenómeno que afecta en alto grado a Italia.