Israel y Jordania, 20 años de lazos difíciles pero vitales


Jerusalén, Palestina. - El histórico tratado de paz firmado hace 20 años entre Israel y Jordania, muy impopular entre los jordanos, es una asociación estratégica que ambos países están determinados a proteger, según los expertos.



De izquierda a derecha, el rey Hussein de Jordania, el presidente estadounidense Bill Clinton y el presidente israelí Rabin, en 1994.
De izquierda a derecha, el rey Hussein de Jordania, el presidente estadounidense Bill Clinton y el presidente israelí Rabin, en 1994.

En las dos décadas transcurridas desde el acuerdo del 26 de octubre de 1994, esta fría relación ha sobrevivido a numerosas pruebas, en la mayoría de los casos por el conflicto israelo-palestino.

Aunque la opinión pública en Jordania, donde más de la mitad de la población es palestina, está en contra del tratado, las relaciones se han fortalecido entre los dos países, que se enfrentan al creciente extremismo islámico en todo Oriente Medio.

David Schenker, del Instituto para Política de Oriente Próximo de Washington, considera que Israel y Jordania hacen la misma valoración del yihadismo y del grupo Estado Islámico, que controla extensos territorios en Siria e Irak.

Esto "necesariamente acerca a ambos países, al igual que Egipto e Israel se han acercado", asegura.

"Ellos son conscientes de que cuanto más estrecha sea la relación de los servicios de inteligencia, más estrechas serán las relaciones militares (y) la seguridad de ambos será mayor".

Pese a las preocupaciones compartidas sobre la seguridad, el conflicto de Israel con los palestinos -históricamente el punto más sensible del pacto- sigue siendo una barrera para estrechar relaciones con Jordania, aseguran los expertos.

Este acuerdo fue puesto a prueba en los últimos meses después de que el ejército israelí matara a un juez palestino-jordano y por una sangrienta guerra en Gaza en la cual murieron casi 2.200 palestinos, en su mayor parte civiles.

También ha aumentado la preocupación sobre las acciones de Israel en la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén. Jordania controla la fundación islámica que administra la Explanada de las Mezquitas y su calidad de custodio está incluida en el tratado de paz.

"El mayor problema para los jordanos es que mientras no haya una solución global al conflicto israelo-palestino, resulta muy difícil políticamente llegar a una normalización total", declaró a la AFP Oded Eran, exembajador israelí en Ammán y responsable del Instituto Israelí para los Estudios sobre la Seguridad Nacional.

El lunes, el rey Abdalá II aumentó la tensión afirmando que Medio Oriente sufría de "extremismo sionista", además de la amenaza de los yihadistas.

"Israel sigue siendo considerado un enemigo", afirmó el legislador jordano Jalil Atieh, quien en una oportunidad quemó una bandera israelí en el parlamento.

 

- La cuestión palestina -

 

Las relaciones israelo-jordanas se resintieron por primera vez en 1996, cuando Benjamin Netanyahu fue elegido como jefe del gobierno israelí. Un año más tarde se agravó cuando un soldado jordano mató a balazos a siete estudiantes israelíes.

Ese mismo año, la relación estuvo al borde de la ruptura después de un frustrado intento del Mosad (el servicio de inteligencia exterior israelí) de asesinar en Ammán al líder del Hamas, Jaled Meshal.

Los vínculos flaquearon nuevamente durante la segunda intifada palestina (2000-2005), la Guerra de Líbano en 2006 y tres cruentos conflictos en Gaza.

A pesar de todo ello Israel y Jordania mantienen una relación que ninguno de los dos países quiere sacrificar, afirma Schenker.

"Existe un entendimiento de que se harán declaraciones, que el rey dirá cosas y los israelíes no estarán contentos, pero ese es el precio de hacer negocios", añadió.

El comercio bilateral entre Israel y Jordania es escaso (estimado en sólo 365 millones de dólares, 290 millones de euros en 2013) pero la crisis regional ha mejorado los lazos.

Un sabotaje en el Sinaí al suministro de gas natural egipcio destinado a Jordania condujo a plantear que Israel cubra las necesidades jordanas en esta fuente de energía durante 15 años.

En términos generales, según Daniel Nevo, el actual embajador israelí en Jordania, aun falta recorrer un largo camino.

"La relación está bien, (pero) todavía hay que lograr muchas mejoras. No es una situación ideal, pero no cabe duda de que hemos dado algunos pasos en la dirección correcta", declaró a la radio militar iraelí el jueves.

"Jordania es una isla de estabilidad y moderación en esta región inestable y no podríamos pedir un vecino mejor", añadió.

Sábado, 25 de Octubre 2014
AFP (Agencia France-Presse)
           


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