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Li Keqiang-a la izquierda-y Boiko Borissov
China quiere ver una Unión Europa (UE) abierta y próspera, añadió tras las conversaciones, al tiempo que calificó de "malentendido" las continuas críticas que recibe este formato de reunión, que muchos creen que mina la unidad en el seno de la Unión Europea.
La cooperación de China con Europa central y del este alarma a Bruselas. "Divide y vencerás" es la estrategia para minar la unidad europea, se quejan algunos diplomáticos de la UE.
Este formato 16+1, que celebra su séptima edición, "tiene el objetivo de reforzar Europa y no de dividirla", dijo por su parte el jefe de Gobierno de Bulgaria, Boiko Borissov, que ejerce de anfitrión.
Los países que participaron en el encuentro, además de China y Bulgaria fueron Hungría, República Checa, Polonia, Eslovaquia, Croacia, Estonia, Letonia, Lituania, Eslovenia, Rumanía, Serbia, Albania, Bosnia-Herzegovina, Macedonia y Montenegro.
Bulgaria invitó también a la canciller alemana Angela Merkel como "invitada especial", pero la canciller no asistió. Sí se reunirá con el primer ministro chino el lunes en Pekín.
La cumbre tiene el objetivo de impulsar la cooperación en sectores como el tecnológico, agrícola, de infraestructuras o turismo y se celebra de forma paralela a un encuentro de unos 1.000 empresarios de esos Estados. Desde China viajaron 500 empresarios a Sofía.
"Con una financiación adicional de China podremos realizar proyectos comunes", celebró Borissov, matizando que se trata de proyectos para los que no hay dinero de la UE.
China ya invirtió en los últimos años millones de euros en infraestructura en el este y sureste de Europa. En concreto, Pekín está interesado en reactivar el proyecto de la central nuclear de Belene, en el Danubio, y en la construcción de autopistas y tramos ferroviarios.
Para facilitar su realización se creará un centro para formar a empresarios chinos sobre normativa europea. "Todos queremos un libre comercio y el cumplimiento de las reglas", dijo Li. China seguirá abriendo su mercado a productos agrícolas del este y centro de Europa, prometió.
La cooperación de China con Europa central y del este alarma a Bruselas. "Divide y vencerás" es la estrategia para minar la unidad europea, se quejan algunos diplomáticos de la UE.
Este formato 16+1, que celebra su séptima edición, "tiene el objetivo de reforzar Europa y no de dividirla", dijo por su parte el jefe de Gobierno de Bulgaria, Boiko Borissov, que ejerce de anfitrión.
Los países que participaron en el encuentro, además de China y Bulgaria fueron Hungría, República Checa, Polonia, Eslovaquia, Croacia, Estonia, Letonia, Lituania, Eslovenia, Rumanía, Serbia, Albania, Bosnia-Herzegovina, Macedonia y Montenegro.
Bulgaria invitó también a la canciller alemana Angela Merkel como "invitada especial", pero la canciller no asistió. Sí se reunirá con el primer ministro chino el lunes en Pekín.
La cumbre tiene el objetivo de impulsar la cooperación en sectores como el tecnológico, agrícola, de infraestructuras o turismo y se celebra de forma paralela a un encuentro de unos 1.000 empresarios de esos Estados. Desde China viajaron 500 empresarios a Sofía.
"Con una financiación adicional de China podremos realizar proyectos comunes", celebró Borissov, matizando que se trata de proyectos para los que no hay dinero de la UE.
China ya invirtió en los últimos años millones de euros en infraestructura en el este y sureste de Europa. En concreto, Pekín está interesado en reactivar el proyecto de la central nuclear de Belene, en el Danubio, y en la construcción de autopistas y tramos ferroviarios.
Para facilitar su realización se creará un centro para formar a empresarios chinos sobre normativa europea. "Todos queremos un libre comercio y el cumplimiento de las reglas", dijo Li. China seguirá abriendo su mercado a productos agrícolas del este y centro de Europa, prometió.
