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"Kenia, Etiopía y Eritrea son tres países cruciales para Israel, ya que sirven de dique de contención en una región que observa como el fundamentalismo islamista progresa a grandes pasos", explicó Galia Sabar, directora del departamento de Estudios africanos de la Universidad de Tel Aviv.
"El cuerno de África es importante para los intereses económicos de Israel, especialmente para su comercio con Asia a través del mar rojo", destacó también Eli Karmon, investigador del Instituto de investigación antiterrorista de Herzliya, al norte de Tel Aviv.
La gran mayoría de las decenas de miles de migrantes clandestinos llegados a Israel estos últimos años a través del Sinaí egipcio provienen de esta región, esencialmente de Eritrea y de Sudán del Sur. Israel organiza asimismo la inmigración de los judíos de Etiopía.
En esta región, Kenia juega un papel preponderante, subrayó Galia Sabar.
"Desde la independencia de Kenia en 1963, Israel mantiene con este país estrechas relaciones que se traducen en una cooperación en terrenos tan diversos como la agricultura, la educación, la seguridad, las cuestiones militares y los servicios secretos", explicó Sabar, para quien esta variedad es la que vuelve "única" e "intensa" la cooperación con este país.
Según cifras del Israeli Export Institute, los intercambios comerciales entre los dos países representaron en 2012 cerca del 8% de los intercambios económicos entre Israel y el conjunto de África con un volumen de 139 millones de dólares.
Rumores de la implicación israelí
Sabar precisó que la cooperación en materia de seguridad entre Israel y Kenia es la más conocida.
"El punto álgido de la cooperación en seguridad entre Israel y Kenia se produjo durante la operación de Entebbe en 1976", indicó el experto en cuestiones de seguridad Yossi Melman, en alusión a una operación puesta en marcha por Israel en Uganda para liberar a los pasajeros de un avión de Air France secuestrados por milicianos palestinos.
Un responsable gubernamental keniano Bruce McKenzie, próximo a los servicios secretos israelíes, el Mossad, convenció al presidente keniano Jomo Kenyatta de dejar a los agentes del Mossad recoger las informaciones antes de la operación y de autorizar a los aviones israelíes a abastecerse en el aeropuerto de Nairobi, precisó Melman.
Esta cooperación ha continuado y se ha intensificado más recientemente cuando los intereses israelíes en Kenia han sido objeto de ataques reivindicados por Al Qaida, organización cada vez más presente en la región desde hace una quincena de años.
En 2002, un atentado suicida contra un hotel frecuentado por turistas israelíes, cerca de la ciudad costera de Mombasa, se saldó con 12 kenianos y tres israelíes muertos. Casi simultáneamente un avión de la compañía israelí El Al con 216 pasajeros pudo escapar al lanzamiento de dos misiles durante su despegue también en Mombasa.
El domingo, una fuente de seguridad anónima, afirmó a la AFP en Nairobi que fuerzas israelíes ayudaban en la liberación de los rehenes en el centro comercial Westgate de la capital keniana.
Responsables del ministerio israelí de Relaciones exteriores no confirmaron esta información y añadieron que los intereses israelíes no habían sido específicamente objeto del ataque que causó al menos 62 muertos y 200 heridos.
"Sólo son rumores", estimó Yossi Melman.
"Es extremadamente improbable que Israel decida enviar tropas de combate para una misión de rescate en un país extranjero. No obstante, expertos israelíes en este tipo de situaciones, del Shin Beth (el servicio de seguridad interior, NDLR), del ejército o de la policía ayudaron seguramente al gobierno keniano en la gestión de la crisis", añadió.
"El cuerno de África es importante para los intereses económicos de Israel, especialmente para su comercio con Asia a través del mar rojo", destacó también Eli Karmon, investigador del Instituto de investigación antiterrorista de Herzliya, al norte de Tel Aviv.
La gran mayoría de las decenas de miles de migrantes clandestinos llegados a Israel estos últimos años a través del Sinaí egipcio provienen de esta región, esencialmente de Eritrea y de Sudán del Sur. Israel organiza asimismo la inmigración de los judíos de Etiopía.
En esta región, Kenia juega un papel preponderante, subrayó Galia Sabar.
"Desde la independencia de Kenia en 1963, Israel mantiene con este país estrechas relaciones que se traducen en una cooperación en terrenos tan diversos como la agricultura, la educación, la seguridad, las cuestiones militares y los servicios secretos", explicó Sabar, para quien esta variedad es la que vuelve "única" e "intensa" la cooperación con este país.
Según cifras del Israeli Export Institute, los intercambios comerciales entre los dos países representaron en 2012 cerca del 8% de los intercambios económicos entre Israel y el conjunto de África con un volumen de 139 millones de dólares.
Rumores de la implicación israelí
Sabar precisó que la cooperación en materia de seguridad entre Israel y Kenia es la más conocida.
"El punto álgido de la cooperación en seguridad entre Israel y Kenia se produjo durante la operación de Entebbe en 1976", indicó el experto en cuestiones de seguridad Yossi Melman, en alusión a una operación puesta en marcha por Israel en Uganda para liberar a los pasajeros de un avión de Air France secuestrados por milicianos palestinos.
Un responsable gubernamental keniano Bruce McKenzie, próximo a los servicios secretos israelíes, el Mossad, convenció al presidente keniano Jomo Kenyatta de dejar a los agentes del Mossad recoger las informaciones antes de la operación y de autorizar a los aviones israelíes a abastecerse en el aeropuerto de Nairobi, precisó Melman.
Esta cooperación ha continuado y se ha intensificado más recientemente cuando los intereses israelíes en Kenia han sido objeto de ataques reivindicados por Al Qaida, organización cada vez más presente en la región desde hace una quincena de años.
En 2002, un atentado suicida contra un hotel frecuentado por turistas israelíes, cerca de la ciudad costera de Mombasa, se saldó con 12 kenianos y tres israelíes muertos. Casi simultáneamente un avión de la compañía israelí El Al con 216 pasajeros pudo escapar al lanzamiento de dos misiles durante su despegue también en Mombasa.
El domingo, una fuente de seguridad anónima, afirmó a la AFP en Nairobi que fuerzas israelíes ayudaban en la liberación de los rehenes en el centro comercial Westgate de la capital keniana.
Responsables del ministerio israelí de Relaciones exteriores no confirmaron esta información y añadieron que los intereses israelíes no habían sido específicamente objeto del ataque que causó al menos 62 muertos y 200 heridos.
"Sólo son rumores", estimó Yossi Melman.
"Es extremadamente improbable que Israel decida enviar tropas de combate para una misión de rescate en un país extranjero. No obstante, expertos israelíes en este tipo de situaciones, del Shin Beth (el servicio de seguridad interior, NDLR), del ejército o de la policía ayudaron seguramente al gobierno keniano en la gestión de la crisis", añadió.
