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Jannati-a la izquierda-y Jamenei
El ayatolá Ahmad Jannati, de 89 años, sucede a otro religioso de la tendencia más radical. Obtuvo 51 de los 85 votos, infligiendo una clara derrota a los partidos reformistas y moderados que apoyaban a otro candidato.
Los ultraconservadores consiguieron elegir además a los dos vicepresidentes de la Asamblea formada exclusivamente por dignatarios religiosos chiitas (una rama del islam).
La Asamblea de Expertos, renovada en las elecciones del 26 de febrero e integrada exclusivamente por religiosos, tiene por funciones elegir, supervisar el trabajo y eventualmente destituir al guía supremo, máxima autoridad de la República Islámica.
El guía actual es el ayatolá Jamenei, de 76 años.
Los partidos reformistas y moderados, que apoyan al presidente iraní Hasan Rohani o a su predecesor Akbar Hashemi Rafsanyani, ambos miembros de la Asamblea de Expertos, habían apostado por los candidatos derrotados, en una nueva tentativa de bloquear a Jannati.
La primera se dio en los comicios del 26 de febrero, cuando esa coalición llamó a votar contra Jannati y contra otros dos religiosos ultraconservadores. Estos dos últimos quedaron eliminados, pero Jannati, aunque por muy escaso margen, fue elegido en Teherán.
La elección del martes refuerza la posición de Jannati, conocido por sus posturas antioccidentales. Jannati preside igualmente el Consejo de Guardianes de la Constitución, que supervisa las elecciones y valida la conformidad de las leyes con la Carta magna iraní y con los preceptos del islam.
La contundente victoria de Jannati demuestra el amplio predominio de los conservadores en la Asamblea de Expertos.
El ayatolá Jamenei había afirmado en marzo que ese organismo debía seguir siendo "una Asamblea revolucionaria, que piensa de manera revolucionaria y actúa de manera revolucionaria".
"La responsabilidad de la Asamblea de Expertos consiste en preservar el carácter islámico y revolucionario del régimen", afirmó el guía supremo en un mensaje enviado este martes al grupo de religiosos.
La semana próxima, corresponderá al Parlamento, renovado en los comicios de febrero y abril, elegir a su presidente.
Según los medios de prensa, el actual presidente Ali Larijani, un conservador moderado, debería mantenerse en el cargo, derrotando a Mohamad Reza Aref, candidato de la alianza entre reformistas y moderados.
Los reformistas habían festejado los resultados de las legislativas del 26 de febrero y del 29 de abril, asegurando que su alianza con los moderados había obtenido una mayoría de escaños.
Pero un examen de los resultados efectuado por la AFP muestra que ninguno de los dos bandos cuenta con una mayoría absoluta.
Ello se debe a que algunos candidatos elegidos en listas reformistas o independientes se inclinan por Larijani.
"Larijani dirigirá el Parlamento mejor que Aref", afirmó recientemente Gholamhosein Karbasshi, líder del Partido de los Reconstructores, una de las principales fuerzas reformistas del país, en declaraciones al diario Shargh.
Estos alineamientos se producen a un año de la elección presidencial, en la cual Rohani podría buscar un nuevo mandato de cuatro años.
Sus cartas mayores son la política de apertura y los impactos económicos positivos del acuerdo que firmó en julio de 2015 con las grandes potencias sobre el programa nuclear iraní.
Los ultraconservadores consiguieron elegir además a los dos vicepresidentes de la Asamblea formada exclusivamente por dignatarios religiosos chiitas (una rama del islam).
La Asamblea de Expertos, renovada en las elecciones del 26 de febrero e integrada exclusivamente por religiosos, tiene por funciones elegir, supervisar el trabajo y eventualmente destituir al guía supremo, máxima autoridad de la República Islámica.
El guía actual es el ayatolá Jamenei, de 76 años.
Los partidos reformistas y moderados, que apoyan al presidente iraní Hasan Rohani o a su predecesor Akbar Hashemi Rafsanyani, ambos miembros de la Asamblea de Expertos, habían apostado por los candidatos derrotados, en una nueva tentativa de bloquear a Jannati.
La primera se dio en los comicios del 26 de febrero, cuando esa coalición llamó a votar contra Jannati y contra otros dos religiosos ultraconservadores. Estos dos últimos quedaron eliminados, pero Jannati, aunque por muy escaso margen, fue elegido en Teherán.
La elección del martes refuerza la posición de Jannati, conocido por sus posturas antioccidentales. Jannati preside igualmente el Consejo de Guardianes de la Constitución, que supervisa las elecciones y valida la conformidad de las leyes con la Carta magna iraní y con los preceptos del islam.
- Una 'Asamblea revolucionaria' -
La contundente victoria de Jannati demuestra el amplio predominio de los conservadores en la Asamblea de Expertos.
El ayatolá Jamenei había afirmado en marzo que ese organismo debía seguir siendo "una Asamblea revolucionaria, que piensa de manera revolucionaria y actúa de manera revolucionaria".
"La responsabilidad de la Asamblea de Expertos consiste en preservar el carácter islámico y revolucionario del régimen", afirmó el guía supremo en un mensaje enviado este martes al grupo de religiosos.
La semana próxima, corresponderá al Parlamento, renovado en los comicios de febrero y abril, elegir a su presidente.
Según los medios de prensa, el actual presidente Ali Larijani, un conservador moderado, debería mantenerse en el cargo, derrotando a Mohamad Reza Aref, candidato de la alianza entre reformistas y moderados.
Los reformistas habían festejado los resultados de las legislativas del 26 de febrero y del 29 de abril, asegurando que su alianza con los moderados había obtenido una mayoría de escaños.
Pero un examen de los resultados efectuado por la AFP muestra que ninguno de los dos bandos cuenta con una mayoría absoluta.
Ello se debe a que algunos candidatos elegidos en listas reformistas o independientes se inclinan por Larijani.
"Larijani dirigirá el Parlamento mejor que Aref", afirmó recientemente Gholamhosein Karbasshi, líder del Partido de los Reconstructores, una de las principales fuerzas reformistas del país, en declaraciones al diario Shargh.
Estos alineamientos se producen a un año de la elección presidencial, en la cual Rohani podría buscar un nuevo mandato de cuatro años.
Sus cartas mayores son la política de apertura y los impactos económicos positivos del acuerdo que firmó en julio de 2015 con las grandes potencias sobre el programa nuclear iraní.
