La tumba de Hariri, convertida en auditorio


El olor a flores recién cortadas impregnaba el ambiente en el mausoleo provisional que alberga la tumba de Rafic Hariri. A las decenas de coronas frescas se sumaban las centenares de rosas blancas repartidas por el 14 de Marzo, la coalición liderada por su hijo y sucesor político Saad Hariri, a los libaneses que acudieron al mediodía para asistir a la retransmisión en directo de la inauguración del Tribunal Especial para el Líbano, creado para dilucidar quién mató al ex primer ministro y que hoy arrancó en La Haya.



La tumba de Hariri, convertida en auditorio
1 de marzo de 2009.-
La tumba del hoy venerado líder suní se convirtió así en un improvisado auditorio con pantallas gigantes conectadas a la señal retransmitida desde Holanda.
Poco antes de que comenzara la inauguración, que contó con la presencia de destacados líderes del 14 de Marzo como los diputados Maruán Hamadé, Samir Frangié, Atif Majdalani o la periodista Mary Chidiac, víctima de un atentado que le produjo severas amputaciones, varios discursos políticos dieron la bienvenida a una "nueva era en el Líbano". Gracias al tribunal, se espera que la impunidad que hasta ahora rodeaba los ataques contra políticos, periodistas e intelectuales en el país del Cedro llegue a su fin.
"Queremos saber la verdad, esa es la razón de nuestra presencia", explicaba una de las asistentes, Hana Hamad, de 36 años. Acompañada de su hermana y varios de sus hijos, esta declarada partidaria del 14 de Marzo sólo confía en una justicia: la que culpe a Siria del magnicidio que mató a Hariri y a otras 22 personas en 2005. "Estamos seguros de la culpabilidad de Damasco. Si el tribunal concluye cualquier otra cosa, será una gran mentira".
La falta de confianza en la imparcialidad de la Justicia, incluso en la primera institución internacional creada por Naciones Unidas para investigar un crimen político, es un signo de la radicalización política del Líbano. El 14 de Marzo insiste en responsabilizar a Damasco, mientras el régimen sirio y sus aliados libaneses, la coalición del 8 de Marzo, rechazan las acusaciones.
Un clérigo dirige los rezos en la tumba de Hariri. | M.G.P. Un clérigo dirige los rezos en la tumba de Hariri. | M.G.P.
De poco sirven las promesas del fiscal general del Tribunal Internacional, que desde La Haya repetía el mensaje que dio ayer a la población libanesa mediante una carta abierta publicada en la prensa local. "Nuestro trabajo será independiente. Trabajaremos según las pruebas, la ley y nuestra conciencia. No habrá ningún otro factor que influya al Tribunal", repetía el canadiense Daniel Bellamare desde La Haya, quien se congratuló por la cooperación de Damasco en la investigación de cuatro años que ha precedido a la Corte.
Pero los libaneses congregados en la tumba ya se habían dispersado. Tras los discursos de los políticos locales la gente comenzó a abandonar el recinto. "Si Israel y Siria renuevan las negociaciones, cambiarán las conclusiones del Tribunal", desconfiaba George Slim, otro de los presentes.
Domingo, 1 de Marzo 2009
MÓNICA G. PRIETO desde Beirut, El Mundo, España
           


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