Las propuestas y los sustentos para los 200 años de Bolivia


La Paz, Bolivia. - Al conmemorar el 187 aniversario de la creación de la República, el Presidente del Estado ha anunciado la ejecución de un programa que permita alcanzar cuatro objetivos en el año del Bicentenario (2025): erradicar la extrema pobreza; dotar a la población de seis servicios básicos: agua, alcantarilla, salud, educación, electricidad y comunicaciones; exportar sólo productos con valor agregado, lo que significa apostar a la industrialización del país, y alcanzar la autosuficiencia alimentaria.



Evo Morales
Evo Morales

En palabras del Vicepresidente del Estado, este programa estaría al margen y por encima de las pugnas sectarias, pues de lo que se trataría es de lograr que Bolivia sea, el 2025, una potencia regional, con voz propia y cohesión social.

Se trata de un planteamiento ambicioso que difícilmente tendrá detractores. El problema radica en su ejecución. No se trata sólo de problemas de financiamiento –en sí mismos complejos–, sino, sobre todo, de construir una voluntad nacional democrática que permita aunar esfuerzos para que las diversas actividades necesarias para hacer realidad la propuesta presidencial puedan mantenerse en el tiempo.

Pero, en ninguno de los discursos –ni el presidencial del 6 de agosto ni el pronunciado por varias otras autoridades que se han puesto en gira para difundir la propuesta– se hace mención alguna a cómo poder aunar esos esfuerzos. Más bien, se mantiene un discurso confrontacional y de exagerada auto mitificación.  Es decir, el mensaje subyacente es que sólo el MAS y su conductor pueden ser capaces de tal logro, porque son ellos –y sólo ellos– los que pueden ejecutarlo. El resto, en aras a un presunto patriotismo debería, sin más, seguir el desarrollo de los acontecimientos.

Como siempre, probablemente sea el mensaje presidencial del 6 de agosto el que mejor exprese esta posición porque, más allá de las valoraciones eminentemente subjetivas y en algunos casos idílicas de nuestra historia, el fondo del mismo es que sólo con el arribo del MAS al Gobierno comienza la verdadera historia de la patria. Y lo cierto es que mientras no se abandone una percepción de esta naturaleza poco será lo que se podrá avanzar, peor si se confirman las negativas previsiones sobre probables caídas del precio de los recursos naturales no renovables. 

En consecuencia, un primer requisito que el Gobierno debería cumplir para dar consistencia y viabilidad a la propuesta presidencial que, es necesario reiterar, expresa un deseo generalizado, es crear escenarios de encuentro y diálogo entre los diferentes sectores de la sociedad boliviana y hacerlo con una actitud democrática de respeto al disenso. De lo contrario, es posible presumir que, como en muchas otras etapas de nuestra historia, existieron propuestas de país similares, por no crear, precisamente, cimientos participativos y democráticos que las sustenten.

Por ello, la propuesta presidencial del 6 de agosto se hará realidad sólo si también se avanza por un camino mancomunadamente construido; es decir, si se recupera la esencia de la actividad política democrática. Tomar otro camino, hay que estar seguros, sólo conducirá a una frustración nacional más.

Domingo, 12 de Agosto 2012
Los Tiempos, Bolivia
           


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