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Política
Horst Seehofer y Angela Merkel
"Hemos llegado a un acuerdo", indicó el veterano político bávaro, indicando además su intención de mantenerse al frente del departamento de Interior a pesar de haber ofrecido tan solo un día antes su renuncia.
En un país con gran cultura del consenso, el acuerdo entre ambos líderes llegó en Berlín al caer la noche y después de una intensa jornada de encuentros a contrarreloj en la que participó el presidente del Parlamento, dado lo enquistado que estaba el conflicto.
El pacto sellado entre las dos formaciones contempla la creación de los llamados "centros de tránsito" en las fronteras entre Alemania y Austria en los que residirían refugiados que hayan llegado a Alemania tras haberse registrado como peticionarios de asilo en otros países de la Unión Europea (UE).
Se trataría de edificios cerrados, de los que los migrantes no podrían salir mientras se resuelve su expediente y se decide si pueden permanecer en Alemania. Estos entes serían además responsables de llevar a cabo las expulsiones de los migrantes desde Alemania a los países europeos por los que entraron en Europa.
El compromiso satisfaría a las dos partes y evitaría tanto la dimisión de Seehofer, como una profunda crisis de un Gobierno que ha comenzado a dirigir Alemania hace poco más de 100 días.
La cuestión de los llamados "centros de tránsito", que serviría para calmar los ánimos en las filas conservadoras, podría sin embargo no suponer el fin de la tormenta desatada en Berlín a cuenta de la crisis migratoria.
El otro socio de Gobierno de coalición, el Partido Socialdemócrata (SDP), se opuso en 2015 a la creación de este tipo de albergues en su condición de socio menor en el Ejecutivo.
En un país con gran cultura del consenso, el acuerdo entre ambos líderes llegó en Berlín al caer la noche y después de una intensa jornada de encuentros a contrarreloj en la que participó el presidente del Parlamento, dado lo enquistado que estaba el conflicto.
El pacto sellado entre las dos formaciones contempla la creación de los llamados "centros de tránsito" en las fronteras entre Alemania y Austria en los que residirían refugiados que hayan llegado a Alemania tras haberse registrado como peticionarios de asilo en otros países de la Unión Europea (UE).
Se trataría de edificios cerrados, de los que los migrantes no podrían salir mientras se resuelve su expediente y se decide si pueden permanecer en Alemania. Estos entes serían además responsables de llevar a cabo las expulsiones de los migrantes desde Alemania a los países europeos por los que entraron en Europa.
El compromiso satisfaría a las dos partes y evitaría tanto la dimisión de Seehofer, como una profunda crisis de un Gobierno que ha comenzado a dirigir Alemania hace poco más de 100 días.
La cuestión de los llamados "centros de tránsito", que serviría para calmar los ánimos en las filas conservadoras, podría sin embargo no suponer el fin de la tormenta desatada en Berlín a cuenta de la crisis migratoria.
El otro socio de Gobierno de coalición, el Partido Socialdemócrata (SDP), se opuso en 2015 a la creación de este tipo de albergues en su condición de socio menor en el Ejecutivo.
