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Política
Los acusados abandonaron la audiencia protestando contra dichos controles policiales de identidad y el "fichaje" impuesto a sus familiares y amigos.
Finalmente volvieron a la audiencia para dejar que sus abogados presentaran recursos contra esas medidas.
Los defensores también denunciaron el que los acusados llegaron esposados al tribunal y pidieron una grabación sonora de las audiencias, tal como sucedió durante el último proceso antiterrorista en Grecia del grupo "17 de noviembre".
Obligado a cuatro interrupciones de sesión, el tribunal se vio desbordado por la defensa y la sala, donde se encontraban unos treinta simpatizantes de los acusados, mientras la juez Maria Marrielou se fue enredando en sus contradicciones.
Después de haber aceptado una grabación audio de las sesiones, tal como habían pedido los acusados, la juez dijo que no había medios disponibles para ésto.
Los acusados y sus simpatizantes, todos muy jóvenes, combativos y organizados, multiplicaron las interpelaciones al tribunal, provocando varios incidentes de sesión.
Cada entrada y salida era saludada con aplausos y por consignas asimilando a policías y jueces a los SS nazis.
Antes de que cualquier tema se hubiese impuesto en los debates, los abogados denunciaron una "justicia de excepción", y declararon que se reservaban el derecho a demandar la incompetencia del tribunal en favor de un tribunal ordinario, según dijo a la AFP uno de los abogados.
Finalmente, la magistrada aceptó que los acusados no estuviesen esposados en la sala y que los debates fuesen grabados para realizar actas, reservándose la posibilidad de responder al conjunto de las demandas al reinicio de los debates el próximo lunes.
La sesión fue levantada poco después de las 13H30 GMT.
Los acusados que comparecían este lunes, nueve de un total de trece, tienen edades entre 19 y 30 años y son presuntos miembros del grupo anarquista griego Conspiración de las Células de Fuego, que firmó el reciente envío de paquetes bombas a embajadas extranjeras y dirigentes europeos.
Cuatro son juzgados en ausencia.
Todos se enfrentan a la acusación de "pertenencia a una organización terrorista", y son pasibles de 10 a 25 años de cárcel.
La Conspiración de las Células de Fuego, que apareció a comienzos de 2008 con un discurso de carácter anarquista, reivindicó o se vio atribuir decenas de atentados, incendiarios y con explosivos contra magistrados, medios, dirigentes e instituciones económicas y políticas. Ninguno de esos ataques provocó muertos.
El más reciente de los ataques, el 30 de diciembre, provocó serios daños en la sede del tribunal administrativo de Atenas.
Finalmente volvieron a la audiencia para dejar que sus abogados presentaran recursos contra esas medidas.
Los defensores también denunciaron el que los acusados llegaron esposados al tribunal y pidieron una grabación sonora de las audiencias, tal como sucedió durante el último proceso antiterrorista en Grecia del grupo "17 de noviembre".
Obligado a cuatro interrupciones de sesión, el tribunal se vio desbordado por la defensa y la sala, donde se encontraban unos treinta simpatizantes de los acusados, mientras la juez Maria Marrielou se fue enredando en sus contradicciones.
Después de haber aceptado una grabación audio de las sesiones, tal como habían pedido los acusados, la juez dijo que no había medios disponibles para ésto.
Los acusados y sus simpatizantes, todos muy jóvenes, combativos y organizados, multiplicaron las interpelaciones al tribunal, provocando varios incidentes de sesión.
Cada entrada y salida era saludada con aplausos y por consignas asimilando a policías y jueces a los SS nazis.
Antes de que cualquier tema se hubiese impuesto en los debates, los abogados denunciaron una "justicia de excepción", y declararon que se reservaban el derecho a demandar la incompetencia del tribunal en favor de un tribunal ordinario, según dijo a la AFP uno de los abogados.
Finalmente, la magistrada aceptó que los acusados no estuviesen esposados en la sala y que los debates fuesen grabados para realizar actas, reservándose la posibilidad de responder al conjunto de las demandas al reinicio de los debates el próximo lunes.
La sesión fue levantada poco después de las 13H30 GMT.
Los acusados que comparecían este lunes, nueve de un total de trece, tienen edades entre 19 y 30 años y son presuntos miembros del grupo anarquista griego Conspiración de las Células de Fuego, que firmó el reciente envío de paquetes bombas a embajadas extranjeras y dirigentes europeos.
Cuatro son juzgados en ausencia.
Todos se enfrentan a la acusación de "pertenencia a una organización terrorista", y son pasibles de 10 a 25 años de cárcel.
La Conspiración de las Células de Fuego, que apareció a comienzos de 2008 con un discurso de carácter anarquista, reivindicó o se vio atribuir decenas de atentados, incendiarios y con explosivos contra magistrados, medios, dirigentes e instituciones económicas y políticas. Ninguno de esos ataques provocó muertos.
El más reciente de los ataques, el 30 de diciembre, provocó serios daños en la sede del tribunal administrativo de Atenas.
