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"Los que se niegan a presionar a la parte extremista y armada de la oposición son los mismos que nos acusan de bloquear el trabajo en el Consejo de Seguridad de la ONU. Considero que esa posición es inmoral", dijo Lavrov, en declaraciones difundidas por la televisión rusa.
Por otra parte, reiteró la posición rusa sobre el tema sirio, destacando que el Consejo de Seguridad no debía estigmatizar solamente al régimen de Bashar Al Asad.
"Nuestros interlocutores (...) no quieren condenar las violencias de los grupos armados extremistas contra las autoridades legales" de Siria, destacó.
Según el ministro ruso, el objetivo de estos opositores es "provocar una catástrofe humanitaria en la perspectiva de una injerencia extranjera en el conflicto".
También consideró "mala" la decisión de Estados Unidos y de los países europeos de imponer sanciones contra Damasco, estimando que éstas tenían "consecuencias negativas para la población".
El lunes, Francia consideró que el Consejo de Seguridad de la ONU "es moralmente responsable de lo que ocurre hoy en Siria" y que su "silencio" era un "escándalo".
Por su parte, Alemania estimó que era "necesario para los países en el Consejo de Seguridad que aún vacilan, que cambien de opinión".
Según la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, "probablemente más" de 5.000 personas han muerto en la represión de las manifestaciones en Siria desde el mes de marzo.
Los miembros del Consejo de Seguridad no consiguen ponerse de acuerdo en una resolución que condenaría la represión en Siria. Un doble veto ruso y chino impidió el 4 de octubre la adopción de una resolución en este sentido.
Por otra parte, reiteró la posición rusa sobre el tema sirio, destacando que el Consejo de Seguridad no debía estigmatizar solamente al régimen de Bashar Al Asad.
"Nuestros interlocutores (...) no quieren condenar las violencias de los grupos armados extremistas contra las autoridades legales" de Siria, destacó.
Según el ministro ruso, el objetivo de estos opositores es "provocar una catástrofe humanitaria en la perspectiva de una injerencia extranjera en el conflicto".
También consideró "mala" la decisión de Estados Unidos y de los países europeos de imponer sanciones contra Damasco, estimando que éstas tenían "consecuencias negativas para la población".
El lunes, Francia consideró que el Consejo de Seguridad de la ONU "es moralmente responsable de lo que ocurre hoy en Siria" y que su "silencio" era un "escándalo".
Por su parte, Alemania estimó que era "necesario para los países en el Consejo de Seguridad que aún vacilan, que cambien de opinión".
Según la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, "probablemente más" de 5.000 personas han muerto en la represión de las manifestaciones en Siria desde el mes de marzo.
Los miembros del Consejo de Seguridad no consiguen ponerse de acuerdo en una resolución que condenaría la represión en Siria. Un doble veto ruso y chino impidió el 4 de octubre la adopción de una resolución en este sentido.
