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Dos otros miembros de ese grupo, Ansar Beit al-Maqdess, (Los Partidarios de Jerusalén, en árabe), que hace unos días proclamó su apoyo al grupo Estado Islámico (EI), fueron condenados a cadena perpetua.
El grupo, basado en el norte de la península del Sinaí, (noreste de Egipto), ha reivindicado la mayoría de los ataques contra las fuerzas de seguridad perpetrados tras la destitución por el ejército del presidente islamista Mohamed Mursi, en julio del 2013.
La organización yihadista afirma que sus atentados son en represalia a la sangrienta represión lanzada por el gobierno contra los partidarios de Mursi, que ha dejado ya al menos 1.400 muertos desde esa fecha.
Ansar Beit al-Maqdess reivindicó hace poco la decapitación de siete hombres a los que acusaba de colaborar con Israel, y la ejecución de otro al que acusaba de colaborar con el ejército egipcio.
