A días de su nacimiento, Sudán del Sur se enfrenta ya a un difícil futuro


JUBA. - A pocos días de su nacimiento, Sudán del Sur, el nuevo país africano devastado por varias décadas de guerra, se enfrenta a un futuro que se anuncia difícil. Cuando se acerca su independencia oficial, prevista el 9 de julio, Sudán del Sur, empobrecido aunque rico en petróleo, se unirá a la lista poco deseable de naciones como Afganistán y Somalia, situadas en el nivel mundial más bajo en los indicadores sociales y de salud.



A días de su nacimiento, Sudán del Sur se enfrenta ya a un difícil futuro
Por ejemplo, en esta región mueren más mujeres debido a complicaciones posnatales y durante el embarazo que en todo el resto del mundo.
"Ninguna mujer debería morir al dar la vida. Desgraciadamente Sudán del Sur tiene el índice de mortalidad materna más elevado del mundo", estimó Alexander Dimiti, médico que trabaja para el fondo popular de las Naciones Unidas.
La salud es uno de los numerosos sectores en los que Sudán del Sur, una de las zonas más subdesarrolladas de Africa, debe mejorar.
Los desafíos son colosales. Conseguir que los políticos y las fuerzas de seguridad sean más responsables, construir establecimientos escolares, rutas y hospitales son las principales preocupaciones del nuevo Estado.
"Tenemos enormes expectativas, pero también enormes desafíos", explicó Joe Feeney, que dirige el programa de desarrollo de las Naciones Unidas en el Sur.
La situación sigue siendo inestable: este año, unos 150.000 sursudaneses han sido desplazados y 1.800 murieron en actos violentos en el territorio, según estimaciones de la ONU.
El índice de alfabetización es deplorable, con un 90% de mujeres que no saben leer ni escribir.
Las infraestructuras son primitivas, las rutas no son accesibles, sobre todo durante la época de lluvias. Las primeras carreteras de la capital hacia la frontera con Uganda se encuentran actualmente en construcción.
Unas 300.000 personas volvieron al Sur desde octubre y se espera que otras miles lo hagan en los próximos meses.
El programa de desarrollo de las Naciones Unidas en el Sur afirmó que ayuda a alimentar a la mitad de la población.
"Desde fines del conflicto ha habido avances, pero esto no basta y el pueblo está cada vez más frustrado", indicó Alum Mc Donald, miembro de la agencia humanitaria Oxfam.
Más de 110.000 personas se han refugiado en el Sur después de la entrada del ejército nordista en la región en litigio de Abyei el 21 de mayo.
Según los expertos, este año es el más mortífero en Sudán desde el fin de la guerra hace seis años. Pero algunos temen que lo peor está por llegar.
La gobernanza sigue siendo un asunto clave, con el poder en manos del movimiento popular de liberación de Sudán (SPLM, ex-rebeldes sudistas).
La oposición ha denunciado las propuestas de una Constitución transitoria, calificándola de "dictatorial".
"Las primeras señales de nueva gobernanza no son alentadoras: represión de los medios, centralización del poder y recurso a la violencia", advirtió el mes pasado una coalición de militantes.
Las organizaciones de derechos humanos acusan de matanzas y violaciones al ejército sudista, que se encuentra en primera línea para dirigir la transición.
Lunes, 4 de Julio 2011
AFP (Agence France-Presse)
           


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