Kerry y Zarif, cuyos países rompieron relaciones diplomáticas hace 35 años, estuvieron reunidos junto a sus respectivos colaboradores durante cinco horas en un palacio de la ciudad suiza de Lausana.
La reunión concluyó con una conversación a solas entre Kerry y Zarif, dos hombres que muestran cierta afinidad, nutrida por meses de contactos y negociaciones.
"Irán todavía tiene que tomar decisiones muy difíciles y que se imponen para responder a las importantes preocupaciones que persisten sobre su programa nuclear", explicó un diplomático estadounidense que pidió no ser identificado.
"Seguimos con la esperanza de poder conseguir (un acuerdo), pero, francamente, no sabemos si lo lograremos", insistió el funcionario, que no mencionó ningún avance en las conversaciones, a las que calificó como "una montaña rusa".
Tras 12 años de tensión internacional y 18 meses de intensas conversaciones, el grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) e Irán tienen de plazo hasta el 31 de marzo para alcanzar un acuerdo político, que garantice más allá de toda duda la naturaleza pacífica del programa nuclear iraní.
A cambio de esas garantías, Irán obtendría el levantamiento de las sanciones internacionales que afectan gravemente a su economía.
Zarif afirmó, por su parte, que se habían mencionado "numerosas cuestiones", incluidas unas posibles sanciones a los 47 senadores norteamericanos que cuestionaron públicamente en una carta la legalidad de un eventual acuerdo con Irán. "Queremos conocer la posición del gobierno sobre ese tema", añadió Zarif.
"Respecto a algunas cuestiones estamos más cerca de una solución (...), pero para otras nuestros puntos de vista son muy distintos", agregó el ministro iraní, que precisó que las conversaciones seguirán hasta el viernes.
Después de la entrevista con Kerry, Zarif viajó a Bruselas para entrevistarse con la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, y sus homólogos alemán, Frank Walter Steinmeier, francés, Laurent Fabius, y británico, Philip Hammond, indicó la Unión Europea en un comunicado.
Mogherini dijo tras la reunión que "el acuerdo no se cierra hasta que se logre acordar cada una de las partes".
"Ha habido avances, pero todavía hay puntos importantes que no han sido resueltos y vamos a ver si podemos avanzar", afirmó Fabius.
- Levantamiento de las sanciones -
El domingo, John Kerry se mostró más optimista en declaraciones a la cadena de televisión CBS, diciendo que tenía "esperanzas" de llegar a un acuerdo aunque todavía existían "divergencias importantes".
Si el grupo 5+1 e Irán llegan a un acuerdo político antes del 31 de marzo, los expertos tendrán que negociar un acuerdo completo, con todos los detalles técnicos, antes del 1 de julio.
Los negociadores deberán entonces redactar un documento que especifique las garantías del carácter pacífico del programa nuclear iraní, y defina los controles de las infraestructuras iraníes, la duración del acuerdo y el calendario del fin de las sanciones.
En cuanto al ritmo de levantamiento de las sanciones, Irán y el 5+1 tienen posiciones diferentes.
Irán quiere que la ONU, Estados Unidos y la Unión Europea pongan fin simultáneamente a las sanciones que la asfixian económicamente y la aíslan diplomáticamente.
La posibilidad de un acuerdo entre las grandes potencias e Irán molesta profundamente a Israel, que el martes celebra elecciones legislativas.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, no para de repetir que Irán quiere dotarse de la bomba atómica, y ve con muy malos ojos los contactos de Estados Unidos con Teherán, su principal rival en la región.
La oposición a un posible acuerdo con Irán también se manifestó en el Congreso estadounidense, controlado por los republicanos, donde Netanyahu expuso sus críticas.
El martes todas las delegaciones deben volver a Lausana para reanudar las negociaciones en una reunión plenaria.