Dicho proceso es uno de los cuatro a los que se enfrenta Mursi, derrocado en un golpe de Estado militar el pasado 3 de julio. Desde entonces, las autoridades instaladas por el nuevo poder declararon como "terrorista" su movimiento, los Hermanos Musulmanes, y reprimieron con dureza a sus partidarios, dejando unos 1.400 muertos, en su mayoría manifestantes islamistas.
En la segunda audiencia de este proceso abierto el 16 de febrero, la fiscalía acusó este domingo a Mursi y 35 personas más de conspirar con el movimiento islamista palestino Hamas y con Irán para desestabilizar Egipto.
Los acusados, entre los que hay otros dirigentes de los Hermanos Musulmanes, se exponen a la pena capital.
Mursi y varios de los demás imputados están acusados de haber "facilitado a un país extranjero (...) informaciones clasificadas como secreto de Defensa", según los fiscales, que no detallaron de qué país se trataba.
Además, según ellos, dieron a los Guardianes de la Revolución, el ejército de élite de Irán, "informes de seguridad con el fin de desestabilizar la seguridad y la estabilidad" de Egipto.
Los acusados deben responder de actividades de espionaje efectuadas de 2005 a agosto de 2013 en favor de "la organización internacional de los Hermanos Musulmanes y de Hamas, con vistas a perpetrar atentados terroristas en el país para sembrar el caos y tumbar el Estado".
Durante el año de presidencia de Mursi, de mitad de 2012 a julio de 2013, El Cairo estrechó sus relaciones con Hamas, el movimiento islamista palestino en el poder en la vecina Franja de Gaza e inspirado en los Hermanos Musulmanes.
Pero desde el golpe de julio, el poder tutelado por los militares acusa a Hamas de haber apoyado a Mursi y su movimiento y haber cometido atentados terroristas en Egipto.
Los coacusados de Mursi, presentes en el banquillo de los acusados, detrás de una reja, rechazaron las acusaciones a gritos de "'¡Falso, falso!", según constató un reportero de la AFP.
Mursi apareció solo en una cabina adyacente, aislado sonoramente por una mampara de vidrio.
Así es como se le presenta cada vez que comparece ante un tribunal, después de que al comienzo de su primer proceso soltara largas parrafadas en las que no paraba de repetir que es el "único presidente legítimo de Egipto".
Este domingo, el proceso fue postergado al 27 de febrero, ya que un abogado de la defensa pidió la retirada de los jueces.
En los otros tres procesos, Mursi y varios responsables de su gobierno o de los Hermanos Musulmanes están acusados de incitar al asesinato de manifestantes durante su año de mandato, de haberse evadido de prisión en 2011 durante la revuelta que tumbó al entonces presidente Hosni Mubarak, y de ultraje a un magistrado.