Mercenarios de Blackwater, en Afganistán
"El ministerio del Interior nos informó hoy de la disolución de ocho sociedades privadas de seguridad", declaró el portavoz de la presidencia afgana, Waheed Omer, en conferencia de prensa.
"El proceso de disolución de esas ocho sociedades privadas de seguridad y la recolección de sus armas transcurrió bien", dijo Waheed Omer.
Estas empresas, llamadas "contractors" en inglés, cumplen un papel preponderante en el dispositivo de las fuerzas internacionales en Afganistán.
Xe (antigua Blackwater), White Eagle Security Services y Four Horsemen International figuran entre las compañías disueltas.
La disolución no afectará inicialmente a las que se ocupan de la formación de las fuerzas del orden afganas o de la seguridad de las embajadas --explicó el portavoz-- sino las que garantizan la protección de los convoyes de abastecimiento de la OTAN.
Karzai firmó el 17 de agosto un decreto que ordena la prohibición total de estas empresas de aquí a final de año.
La presidencia afgana las acusa de pertenecer a una "mafia económica" constituida a causa de los "contratos corruptos" fomentados por la comunidad internacional.
Actualmente, operan en Afganistán 52 sociedades afganas e internacionales que emplean oficialmente a 26.000 personas.
Estas empresas trabajan con las fuerzas internacionales, el Pentágono, la representación de la ONU, las embajadas, las empresas encargadas de gestionar los miles de millones de dólares de ayuda internacional, las ONG y la prensa extranjera. Se ocupan, sobre todo, de la seguridad de los convoyes o de las obras en construcción en el país.
"Representan un sistema de seguridad paralelo al gobierno afgano", que decidió desmantelarlas, afirmó entonces Karzai, quien denunció "la corrupción" que generan, "los saqueos y los robos", así como "el acoso" a la población.
"¿Por qué un joven afgano se alistaría en la policía si puede encontrar trabajo en una compañía de seguridad con un gran margen de maniobra y poca disciplina?", lamentó entonces, señalando con el dedo acusador los buenos salarios de estas empresas.
No obstante el presidente anunció que se concedería cierto margen de maniobra a las empresas encargadas de la protección de los diplomáticos y de las organizaciones humanitarias. Y es que muchos temen que compañías o las ONG abandonen el país si no pueden recurrir a los servicios de estas firmas.
La OTAN había afirmado que apoyaba el objetivo de la disolución pero considera que su "aplicación" debe tomar en cuenta el estado de preparación de las fuerzas del orden afganas, que deben tomar el relevo de las internacionales en materia de seguridad antes de 2014.
Xe acumula errores desde hace tres años tras haberse convertido en el más emblemático de los "contractors", símbolo de las guerras del siglo XXI. De Irak tuvo que irse por estar implicada en varios escándalos y dos ex agentes de seguridad de una de sus filiales están acusados de haber matado a dos afganos en 2009 en Kabul.
"El proceso de disolución de esas ocho sociedades privadas de seguridad y la recolección de sus armas transcurrió bien", dijo Waheed Omer.
Estas empresas, llamadas "contractors" en inglés, cumplen un papel preponderante en el dispositivo de las fuerzas internacionales en Afganistán.
Xe (antigua Blackwater), White Eagle Security Services y Four Horsemen International figuran entre las compañías disueltas.
La disolución no afectará inicialmente a las que se ocupan de la formación de las fuerzas del orden afganas o de la seguridad de las embajadas --explicó el portavoz-- sino las que garantizan la protección de los convoyes de abastecimiento de la OTAN.
Karzai firmó el 17 de agosto un decreto que ordena la prohibición total de estas empresas de aquí a final de año.
La presidencia afgana las acusa de pertenecer a una "mafia económica" constituida a causa de los "contratos corruptos" fomentados por la comunidad internacional.
Actualmente, operan en Afganistán 52 sociedades afganas e internacionales que emplean oficialmente a 26.000 personas.
Estas empresas trabajan con las fuerzas internacionales, el Pentágono, la representación de la ONU, las embajadas, las empresas encargadas de gestionar los miles de millones de dólares de ayuda internacional, las ONG y la prensa extranjera. Se ocupan, sobre todo, de la seguridad de los convoyes o de las obras en construcción en el país.
"Representan un sistema de seguridad paralelo al gobierno afgano", que decidió desmantelarlas, afirmó entonces Karzai, quien denunció "la corrupción" que generan, "los saqueos y los robos", así como "el acoso" a la población.
"¿Por qué un joven afgano se alistaría en la policía si puede encontrar trabajo en una compañía de seguridad con un gran margen de maniobra y poca disciplina?", lamentó entonces, señalando con el dedo acusador los buenos salarios de estas empresas.
No obstante el presidente anunció que se concedería cierto margen de maniobra a las empresas encargadas de la protección de los diplomáticos y de las organizaciones humanitarias. Y es que muchos temen que compañías o las ONG abandonen el país si no pueden recurrir a los servicios de estas firmas.
La OTAN había afirmado que apoyaba el objetivo de la disolución pero considera que su "aplicación" debe tomar en cuenta el estado de preparación de las fuerzas del orden afganas, que deben tomar el relevo de las internacionales en materia de seguridad antes de 2014.
Xe acumula errores desde hace tres años tras haberse convertido en el más emblemático de los "contractors", símbolo de las guerras del siglo XXI. De Irak tuvo que irse por estar implicada en varios escándalos y dos ex agentes de seguridad de una de sus filiales están acusados de haber matado a dos afganos en 2009 en Kabul.