De momento no se sabe quién fue responsable del ataque lanzado el jueves en el distrito de Haska Mena, en la provincia de Nangarhar. En esa región, solo las fuerzas aéreas de Estados Unidos y Afganistán realizan ataques contra insurgentes islamistas.
Entre los civiles muertos hay cuatro mujeres y un niño, dijo el jefe del distrito, Sazolay Shinwari. Un miembro del consejo provincial, Sohrab Kaderi, habló de 16 civiles muertos. Los combatientes del EI muchas veces utilizan casas o convoyes civiles como escudo.
El número de ataques aéreos estadounidenses en Afganistán ha aumentado notablemente en los últimos meses. Dadas las conquistas territoriales de los talibanes y el agotamiento de las tropas de tierra afganas, los jefes militares muchas veces recurren a los ataques aéreos como último recurso para repeler a los islamistas.
Al mismo tiempo aumenta el número de víctimas civiles. Un informe semestral de Naciones Unidas publicado a mediados de julio señala que la cifra de civiles muertos o heridos en ataques aéreos aumentó en un 43 por ciento respecto a los primeros seis meses de 2016, a un total de 232. Según el informe, el 37 por ciento de los muertos y heridos fueron víctimas de ataques aéreos estadounidenses y otro 48 por ciento de ataques de la Fuerza Aérea afgana.
Entre tanto, los talibanes recuperaron el control de la ciudad de Janijel, en la provincia suroriental de Paktia, que había sido liberada por las fuerzas de seguridad afganas a principios de agosto, informó un miembro del consejo provincial, Allah Mir Khan Bahramsoi.
Los talibanes habían tomado la ciudad, de unos 40.000 habitantes, a finales de julio. Janijel ya había sido conquistada temporalmente por los talibanes en 2016.
Según el instituto de investigación Afghanistan Analyst Network (AAN), el distrito del que Janijel es la capital tiene importancia estratégica para los rebeldes fundamentalistas. La zona y otro distrito en la región fronteriza con Pakistán comunican áreas bajo control talibán en Afganistán con bases logísticas en Pakistán de la red Hakkani, que coopera estrechamente con los talibanes.
Entre los civiles muertos hay cuatro mujeres y un niño, dijo el jefe del distrito, Sazolay Shinwari. Un miembro del consejo provincial, Sohrab Kaderi, habló de 16 civiles muertos. Los combatientes del EI muchas veces utilizan casas o convoyes civiles como escudo.
El número de ataques aéreos estadounidenses en Afganistán ha aumentado notablemente en los últimos meses. Dadas las conquistas territoriales de los talibanes y el agotamiento de las tropas de tierra afganas, los jefes militares muchas veces recurren a los ataques aéreos como último recurso para repeler a los islamistas.
Al mismo tiempo aumenta el número de víctimas civiles. Un informe semestral de Naciones Unidas publicado a mediados de julio señala que la cifra de civiles muertos o heridos en ataques aéreos aumentó en un 43 por ciento respecto a los primeros seis meses de 2016, a un total de 232. Según el informe, el 37 por ciento de los muertos y heridos fueron víctimas de ataques aéreos estadounidenses y otro 48 por ciento de ataques de la Fuerza Aérea afgana.
Entre tanto, los talibanes recuperaron el control de la ciudad de Janijel, en la provincia suroriental de Paktia, que había sido liberada por las fuerzas de seguridad afganas a principios de agosto, informó un miembro del consejo provincial, Allah Mir Khan Bahramsoi.
Los talibanes habían tomado la ciudad, de unos 40.000 habitantes, a finales de julio. Janijel ya había sido conquistada temporalmente por los talibanes en 2016.
Según el instituto de investigación Afghanistan Analyst Network (AAN), el distrito del que Janijel es la capital tiene importancia estratégica para los rebeldes fundamentalistas. La zona y otro distrito en la región fronteriza con Pakistán comunican áreas bajo control talibán en Afganistán con bases logísticas en Pakistán de la red Hakkani, que coopera estrechamente con los talibanes.