El ataque tuvo lugar en una calle comercial del barrio de Karrada de la capital iraquí, donde muchas personas suelen hacer sus compras antes de la fiesta del final del ramadán.
Según los responsables de seguridad, al menos 119 personas perdieron la vida y más de 140 resultaron heridas. Un balance anterior informaba de al menos 75 muertos y 130 heridos.
El primer ministro, Haider Al Abadi, se desplazó al lugar del atentado y prometió "castigar" a los responsables, pero los bagdadíes están furiosos por la incapacidad del gobierno de impedir este tipo de ataques.
Un video que circula en las redes sociales muestra a hombres lanzando piedras contra un convoy que parece ser el de Abadi.
La deflagración causó también daños importantes. Varios inmuebles y comercios fueron arrasados por las llamas, en incendios que seguían activos doce horas después del atentado.
El EI reivindicó el ataque, afirmando que uno de sus combatientes había hecho estallar un coche bomba cerca de una reunión de musulmanes chiitas, según el centro de seguimiento de grupos yihadistas SITE.
El atentado se produce una semana después de que el EI perdiera la ciudad de Faluya frente a las tropas gubernamentales iraquíes apoyadas por la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
El atentado demuestra que a pesar de los reveses sufridos en Irak y Siria, el EI mantiene su capacidad operativa y es capaz de golpear lejos de sus bases.
La única ciudad principal que aún tiene bajo su control es Mosul (norte), segunda por importancia del país. Las tropas iraquíes han lanzado varias ofensivas para recuperarla.
El último ataque de gran envergadura del EI en Bagdad ocurrió el 17 mayo. Un doble atentado dejó 50 muertos y más de 100 heridos.
Lo ocurrido este domingo vuelve a poner en evidencia al gobierno iraquí y su capacidad para detectar y contener al grupo extremista. Muchos cuestionan la eficacia de los detectores de explosivos y de los controles para ingresar a la capital, al considerar que no son lo suficientemente exhaustivos.
El ataque tuvo también lugar dos días después de que el Pentágono anunciara la muerte de dos jefes militares del EI en un ataque de la coalición cerca de Mosul el 25 de junio.
En el bombardeo "murió Basim Mohamed Sultan al Bajari, el viceministro de guerra del EI y Hatim Talib al Hamduni, un comandante militar de Mosul", según la misma fuente.
Ambos eran dos de los "principales responsables militares del EI en el norte de Irak" y su "eliminación" permite "preparar el terreno para que las tropas iraquíes liberen Mosul, con el apoyo de la coalición".
Estados Unidos espera concluir la campaña militar contra el grupo Estado Islámico antes de finales del verano de 2017.
Según el director de la CIA, John Brennan, pese a que el EI ha perdido terreno en sus bastiones de Irak y Siria, mantiene intactas sus capacidades para cometer atentados "terroristas".
"A medida que la presión aumente" sobre el EI en el terreno, "creemos que intensificará" sus esfuerzos para mantener su posición de organización "terrorista" más fuerte del mundo, dijo Brennan en junio.
El enviado de la ONU para Irak, por su parte, condenó un "acto cobarde y odioso de proporciones sin igual", y llamó a las autoridades a llevar a los responsables ante la justicia.
Este grupo extremista, que ocupa también gran parte de Siria, ha cometido asimismo múltiples atentados en varios países del mundo.
Según los responsables de seguridad, al menos 119 personas perdieron la vida y más de 140 resultaron heridas. Un balance anterior informaba de al menos 75 muertos y 130 heridos.
El primer ministro, Haider Al Abadi, se desplazó al lugar del atentado y prometió "castigar" a los responsables, pero los bagdadíes están furiosos por la incapacidad del gobierno de impedir este tipo de ataques.
Un video que circula en las redes sociales muestra a hombres lanzando piedras contra un convoy que parece ser el de Abadi.
La deflagración causó también daños importantes. Varios inmuebles y comercios fueron arrasados por las llamas, en incendios que seguían activos doce horas después del atentado.
El EI reivindicó el ataque, afirmando que uno de sus combatientes había hecho estallar un coche bomba cerca de una reunión de musulmanes chiitas, según el centro de seguimiento de grupos yihadistas SITE.
El atentado se produce una semana después de que el EI perdiera la ciudad de Faluya frente a las tropas gubernamentales iraquíes apoyadas por la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
El atentado demuestra que a pesar de los reveses sufridos en Irak y Siria, el EI mantiene su capacidad operativa y es capaz de golpear lejos de sus bases.
La única ciudad principal que aún tiene bajo su control es Mosul (norte), segunda por importancia del país. Las tropas iraquíes han lanzado varias ofensivas para recuperarla.
El último ataque de gran envergadura del EI en Bagdad ocurrió el 17 mayo. Un doble atentado dejó 50 muertos y más de 100 heridos.
Lo ocurrido este domingo vuelve a poner en evidencia al gobierno iraquí y su capacidad para detectar y contener al grupo extremista. Muchos cuestionan la eficacia de los detectores de explosivos y de los controles para ingresar a la capital, al considerar que no son lo suficientemente exhaustivos.
- Capacidades de ataque -
El ataque tuvo también lugar dos días después de que el Pentágono anunciara la muerte de dos jefes militares del EI en un ataque de la coalición cerca de Mosul el 25 de junio.
En el bombardeo "murió Basim Mohamed Sultan al Bajari, el viceministro de guerra del EI y Hatim Talib al Hamduni, un comandante militar de Mosul", según la misma fuente.
Ambos eran dos de los "principales responsables militares del EI en el norte de Irak" y su "eliminación" permite "preparar el terreno para que las tropas iraquíes liberen Mosul, con el apoyo de la coalición".
Estados Unidos espera concluir la campaña militar contra el grupo Estado Islámico antes de finales del verano de 2017.
Según el director de la CIA, John Brennan, pese a que el EI ha perdido terreno en sus bastiones de Irak y Siria, mantiene intactas sus capacidades para cometer atentados "terroristas".
"A medida que la presión aumente" sobre el EI en el terreno, "creemos que intensificará" sus esfuerzos para mantener su posición de organización "terrorista" más fuerte del mundo, dijo Brennan en junio.
El enviado de la ONU para Irak, por su parte, condenó un "acto cobarde y odioso de proporciones sin igual", y llamó a las autoridades a llevar a los responsables ante la justicia.
Este grupo extremista, que ocupa también gran parte de Siria, ha cometido asimismo múltiples atentados en varios países del mundo.