Alejandro Sanz en Viña del Mar, Chile.
Después de diez años, Sanz volvió a pisar el escenario chileno, y acompañado por una nutrida banda y dos voces femeninas, deleitó a las presentes con temas como "Lo que fui es lo que soy".
Ataviado con pantalón ajustado, camiseta negra y chaqueta gris, el español saludó a las 15.000 personas que lo aclamaron ante cualquier comentario, gesto o canción. "Me dan un poquito de calor", dijo irónico, ante el estallido de sus fanáticas.
Temas como "Desde cuando" o "Nuestro amor será leyenda" demostraron la particular mezcla entre flameco, rock y pop del cantante, quien interactuó en todo instante con las gradas.
Visiblemente emocionado en varias ocasiones, Sanz dedicó su clásico "Corazón partido" a "todos nuestros hermanos que lo pasaron mal". "Mañana se cumple un año", dijo, en referencia al terremoto y posterior maremoto que un año atrás arrasaron el centro y sur de Chile.
Sanz se puso como bufanda una bandera chilena que le regalaron desde el público, bailó con los animadores del certamen y hasta invitó al argentino Noel Schajris, que le seguía en el espectáculo, a que cantara con él "Lola Soledad", tema que dedicó a las mujeres de Chile.
Durante el concierto, Sanz también creo momentos más intimistas, como cuando dejó su guitarra para interpretar "Lo ves" y "Tú no tienes la culpa" desde un inmenso piano de cola.
La emoción contenida se destapó en el tramo final del concierto: "No me hagan llorar que soy facilón", dijo Sanz, mientras el público pedía que no abandonara el escenario.
Sanz se llevó los máximos galardones del certamen -antorcha de plata y oro, y gaviotas de plata y oro- tras un concierto que duró más de dos horas, como para compensar la anterior noche, en que el público se rebeló por el corto espectáculo que ofreció Sting.
Después del cantante español, estaban previstas las actuaciones del argentino de la banda Sin Bandera, Noel Schajris, y de Villa Cariño y Viking's 5, con una propuesta de cumbia bailable.
El Festival de Viña del Mar es considerado el evento de música popular más importante de América Latina y se realiza año tras año en el balneario de Viña del Mar, ubicado unos 120 km al oeste de Santiago.
Ataviado con pantalón ajustado, camiseta negra y chaqueta gris, el español saludó a las 15.000 personas que lo aclamaron ante cualquier comentario, gesto o canción. "Me dan un poquito de calor", dijo irónico, ante el estallido de sus fanáticas.
Temas como "Desde cuando" o "Nuestro amor será leyenda" demostraron la particular mezcla entre flameco, rock y pop del cantante, quien interactuó en todo instante con las gradas.
Visiblemente emocionado en varias ocasiones, Sanz dedicó su clásico "Corazón partido" a "todos nuestros hermanos que lo pasaron mal". "Mañana se cumple un año", dijo, en referencia al terremoto y posterior maremoto que un año atrás arrasaron el centro y sur de Chile.
Sanz se puso como bufanda una bandera chilena que le regalaron desde el público, bailó con los animadores del certamen y hasta invitó al argentino Noel Schajris, que le seguía en el espectáculo, a que cantara con él "Lola Soledad", tema que dedicó a las mujeres de Chile.
Durante el concierto, Sanz también creo momentos más intimistas, como cuando dejó su guitarra para interpretar "Lo ves" y "Tú no tienes la culpa" desde un inmenso piano de cola.
La emoción contenida se destapó en el tramo final del concierto: "No me hagan llorar que soy facilón", dijo Sanz, mientras el público pedía que no abandonara el escenario.
Sanz se llevó los máximos galardones del certamen -antorcha de plata y oro, y gaviotas de plata y oro- tras un concierto que duró más de dos horas, como para compensar la anterior noche, en que el público se rebeló por el corto espectáculo que ofreció Sting.
Después del cantante español, estaban previstas las actuaciones del argentino de la banda Sin Bandera, Noel Schajris, y de Villa Cariño y Viking's 5, con una propuesta de cumbia bailable.
El Festival de Viña del Mar es considerado el evento de música popular más importante de América Latina y se realiza año tras año en el balneario de Viña del Mar, ubicado unos 120 km al oeste de Santiago.