La toma de Tabqa representa una etapa crucial en la ofensiva lanzada en noviembre por los combatientes kurdos y árabes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) para aislar Raqa, "capital" de facto del EI en Siria, con el apoyo aéreo y logístico de Washington.
Para acelerar la lucha contra el grupo extremista, la Casa Blanca acaba de autorizar la entrega de armas a las milicias de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG), componente kurdo de las FDS.
Esta decisión desató la ira de Ankara, que considera a las YPG como el brazo sirio de los separatistas kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Para Washington, en cambio, son unos aliados indispensables para luchar contra el EI.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan exhortó a Estados Unidos a anular "este error inmediatamente", y añadió que "expresaré personalmente nuestras preocupaciones cuando hablemos con el presidente Trump, el 16 de mayo", en referencia a su primer encuentro como jefes de Estado.
"Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) se apoderaron de Tabqa y de la represa adyacente", explicó Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Rahman precisó que las FDS estaban inspeccionando la ciudad, situada a orillas del río Eufrates y en una ruta de suministro militar clave, a unos 55 km al oeste de Raqa.
El portavoz de las FDS, Talal Sello, confirmó a la AFP que sus fuerzas "habían obtenido una gran victoria y liberado completamente la ciudad y la represa".
Una fuente en el terreno indicó a la AFP que un grupo de técnicos iban a trasladarse el jueves a la zona para comprobar el estado de la represa.
Tabqa es una ciudad clave hacia Raqa, el principal bastión yihadista en Siria, el equivalente de Mosul en Irak.
Las FDS entraron en Tabqa el 24 de abril, pero el EI opuso una feroz resistencia, sobre todo utilizando francotiradores, coches bomba y drones armados.
La represa de Tabqa está construida sobre el río Éufrates y su zona de contención, el lago Asad, tiene una superficie de 630 km2, lo que la convierte en la reserva de agua más importante de Siria.
En febrero de 2013, la instalación pasó a manos de los rebeldes sirios, pero a principios de 2014, el EI tomó la ciudad de Raqa y llegó a controlar toda la provincia del mismo nombre.
A finales de marzo, la estructura de la represa parecía que estaba a punto de ceder lo que podía provocar grandes inundaciones.
La ONU advirtió contra las "implicaciones humanitarias catastróficas" que podría causar una nueva subida del nivel del agua o cualquier daño en la represa. Podrían producirse "inundaciones a gran escala en Raqa o en (la provincia de) Deir Ezzor", alertó la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Para acelerar la lucha contra el grupo extremista, la Casa Blanca acaba de autorizar la entrega de armas a las milicias de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG), componente kurdo de las FDS.
Esta decisión desató la ira de Ankara, que considera a las YPG como el brazo sirio de los separatistas kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Para Washington, en cambio, son unos aliados indispensables para luchar contra el EI.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan exhortó a Estados Unidos a anular "este error inmediatamente", y añadió que "expresaré personalmente nuestras preocupaciones cuando hablemos con el presidente Trump, el 16 de mayo", en referencia a su primer encuentro como jefes de Estado.
"Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) se apoderaron de Tabqa y de la represa adyacente", explicó Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Rahman precisó que las FDS estaban inspeccionando la ciudad, situada a orillas del río Eufrates y en una ruta de suministro militar clave, a unos 55 km al oeste de Raqa.
El portavoz de las FDS, Talal Sello, confirmó a la AFP que sus fuerzas "habían obtenido una gran victoria y liberado completamente la ciudad y la represa".
Una fuente en el terreno indicó a la AFP que un grupo de técnicos iban a trasladarse el jueves a la zona para comprobar el estado de la represa.
Tabqa es una ciudad clave hacia Raqa, el principal bastión yihadista en Siria, el equivalente de Mosul en Irak.
Las FDS entraron en Tabqa el 24 de abril, pero el EI opuso una feroz resistencia, sobre todo utilizando francotiradores, coches bomba y drones armados.
La represa de Tabqa está construida sobre el río Éufrates y su zona de contención, el lago Asad, tiene una superficie de 630 km2, lo que la convierte en la reserva de agua más importante de Siria.
En febrero de 2013, la instalación pasó a manos de los rebeldes sirios, pero a principios de 2014, el EI tomó la ciudad de Raqa y llegó a controlar toda la provincia del mismo nombre.
A finales de marzo, la estructura de la represa parecía que estaba a punto de ceder lo que podía provocar grandes inundaciones.
La ONU advirtió contra las "implicaciones humanitarias catastróficas" que podría causar una nueva subida del nivel del agua o cualquier daño en la represa. Podrían producirse "inundaciones a gran escala en Raqa o en (la provincia de) Deir Ezzor", alertó la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).