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Política
Y aún se reservaba otra sorpresa. Después de tres meses en las carteleras españolas, ha explicado el significado oculto que esconde 'Los abrazos rotos', una metáfora sobre la recuperación de la memoria histórica.
Las dos identidades que el personaje principal adopta —Mateo Blanco y Harry Caine— pueden interpretarse como un país que huye de su propio pasado, pero que finalmente tiene que enfrentarse a sí mismo.
Harry Caine, que vuelve a montar 14 años más tarde la película que su productor había arruinado por despecho, sería como la transición española. "Fraga y Carrillo eran dos hombres que tenían que olvidarse de lo que había sucedido y lo que había significado la guerra para cada uno de ellos para poder reconciliarse aunque fuera como un espejismo. Pero ese espejismo se hacía realidad concretándolo en una Constitución que nos sirviera para abordar el futuro".
"Llega un momento en el que es imposible renunciar a la memoria. Es necesario afrontarla para equilibrar la situación". Ahora Almodóvar se siente capaz de abordar el pasado de España. "Nunca pensé que fuera a hacer una película sobre la guerra civil. Pero es un tema que, aunque no tenga ningún familiar en ninguna cuneta, lo siento muy cercano".
Por supuesto, su versión será muy personal. "Quiero hacer algo especial. No va a haber tiros, no va a haber contienda. Se va a hablar de otras cosas, de seres que ahora viven y que en ese momento eran muy jóvenes. No sé cuando lo haré, pero lo tengo allí y ya estoy escribiendo".
Se inspirará en la vida y obras del poeta Marcos Ana, que, nacido en Alconada (Salamanca) en 1920, "estuvo veinticinco años en una cárcel franquista. Salió con 42 y había entrado con 16, así que le tocó la guerra de adolescente".
Ana y su libro 'Decidme cómo es un árbol' son el gran motor inspirador de este proyecto. "No sé si podré hacer la película, pero me gustaría. Aunque sea por respeto a él, que es un hombre maravilloso y quiero hacerla mientras viva".
Y a pesar de retraerse a un tema histórico y muy abordado por el cine español con directores recurrentes como Montxo Armendáriz y José Luis Cuerda, hay un motivo que lo acerca a la actualidad. "Me preocupa mucho la memoria histórica, dado que la ley actual no me parece la manera más adecuada de llevarla".
'Los abrazos rotos', protagonizada por Penélope Cruz y Lluís Homar, es la primera cinta española presentada a concurso este año en Cannes. El viernes será el turno de 'Mapas de los sonidos de Tokio', de Isabel Coixet.
El director manchego busca en esta edición la Palma de Oro, que se le resiste y que tan sólo ha conseguido un español: Luis Buñuel en 1961 con 'Viridiana'.
Almodóvar casi lo rozó con 'Todo sobre mi madre', pero entonces fue distinguido como mejor director. Lo intentó de nuevo con 'Volver', pero tuvo que consolarse con el título de mejor guionista y con el premio a la mejor interpretación femenina para todo su reparto, con Penélope Cruz a la cabeza.
"Es verdad que tenía muchas ganas de venir. No estaré decepcionado si no me llevo la Palma, ya he venido dos veces y no la he tenido. Se puede muy bien vivir sin la Palma de Oro, ahora si me la dan ese día, será una alegría descomunal", dijo el cineasta a France Info.
Ayer, las grandes atracciones de la jornada en Cannes fueron el siempre polémico Lars von Trier, abucheado por el sadismo de su 'Anticristo', y la dupla formada por Ken Loach y Eric Cantona, que presentaron 'Looking for Eric', cinta protagonizada por el ex futbolista francés.
Las dos identidades que el personaje principal adopta —Mateo Blanco y Harry Caine— pueden interpretarse como un país que huye de su propio pasado, pero que finalmente tiene que enfrentarse a sí mismo.
Harry Caine, que vuelve a montar 14 años más tarde la película que su productor había arruinado por despecho, sería como la transición española. "Fraga y Carrillo eran dos hombres que tenían que olvidarse de lo que había sucedido y lo que había significado la guerra para cada uno de ellos para poder reconciliarse aunque fuera como un espejismo. Pero ese espejismo se hacía realidad concretándolo en una Constitución que nos sirviera para abordar el futuro".
"Llega un momento en el que es imposible renunciar a la memoria. Es necesario afrontarla para equilibrar la situación". Ahora Almodóvar se siente capaz de abordar el pasado de España. "Nunca pensé que fuera a hacer una película sobre la guerra civil. Pero es un tema que, aunque no tenga ningún familiar en ninguna cuneta, lo siento muy cercano".
Por supuesto, su versión será muy personal. "Quiero hacer algo especial. No va a haber tiros, no va a haber contienda. Se va a hablar de otras cosas, de seres que ahora viven y que en ese momento eran muy jóvenes. No sé cuando lo haré, pero lo tengo allí y ya estoy escribiendo".
Se inspirará en la vida y obras del poeta Marcos Ana, que, nacido en Alconada (Salamanca) en 1920, "estuvo veinticinco años en una cárcel franquista. Salió con 42 y había entrado con 16, así que le tocó la guerra de adolescente".
Ana y su libro 'Decidme cómo es un árbol' son el gran motor inspirador de este proyecto. "No sé si podré hacer la película, pero me gustaría. Aunque sea por respeto a él, que es un hombre maravilloso y quiero hacerla mientras viva".
Y a pesar de retraerse a un tema histórico y muy abordado por el cine español con directores recurrentes como Montxo Armendáriz y José Luis Cuerda, hay un motivo que lo acerca a la actualidad. "Me preocupa mucho la memoria histórica, dado que la ley actual no me parece la manera más adecuada de llevarla".
'Los abrazos rotos', protagonizada por Penélope Cruz y Lluís Homar, es la primera cinta española presentada a concurso este año en Cannes. El viernes será el turno de 'Mapas de los sonidos de Tokio', de Isabel Coixet.
El director manchego busca en esta edición la Palma de Oro, que se le resiste y que tan sólo ha conseguido un español: Luis Buñuel en 1961 con 'Viridiana'.
Almodóvar casi lo rozó con 'Todo sobre mi madre', pero entonces fue distinguido como mejor director. Lo intentó de nuevo con 'Volver', pero tuvo que consolarse con el título de mejor guionista y con el premio a la mejor interpretación femenina para todo su reparto, con Penélope Cruz a la cabeza.
"Es verdad que tenía muchas ganas de venir. No estaré decepcionado si no me llevo la Palma, ya he venido dos veces y no la he tenido. Se puede muy bien vivir sin la Palma de Oro, ahora si me la dan ese día, será una alegría descomunal", dijo el cineasta a France Info.
Ayer, las grandes atracciones de la jornada en Cannes fueron el siempre polémico Lars von Trier, abucheado por el sadismo de su 'Anticristo', y la dupla formada por Ken Loach y Eric Cantona, que presentaron 'Looking for Eric', cinta protagonizada por el ex futbolista francés.
