"Estamos en un nuevo momento de la negociación. Hemos iniciado una recta final", dijo a la AFP Eduardo Celis, investigador de la confrontación armada que vive Colombia desde hace más de cinco décadas, al destacar la presencia de varios pesos pesados de la guerrilla en las negociaciones.
"Esta última fase se puede extender casi dos años más porque es muy compleja, aunque podemos asistir a un desescalamiento de la violencia", señaló el especialista del centro de estudios Nuevo Arcoris.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) presentaron la semana pasada en La Habana un equipo negociador renovado, con la inclusión de varios líderes políticos y jefes militares de esta guerrilla surgida en 1964 de una insurrección campesina.
Con Félix Antonio Muñoz ("Pastor Alape") y Luis Antonio Losada ("Carlos Antonio Lozada"), llamados para participar en la subcomisión para el abandono de las armas, cuatro de los siete integrantes del Secretariado que rige a las FARC se encuentran en Cuba.
Hasta ahora, participaban en las pláticas sólo dos miembros plenos de ese órgano colegiado, el jefe negociador de las FARC, Luciano Marín ("Iván Márquez"), y Jorge Torres ("Pablo Catatumbo"), y uno de los suplentes, Ricardo González Téllez ("Rodrigo Granda").
Cuatro miembros del Estado Mayor Central de las FARC también viajaron a Cuba en desplazamientos facilitados por el Comité Internacional de la Cruz Roja, que tuvieron lugar entre el 4 y el 22 de octubre, según informó la guerrilla.
Édgar López Gómez ("Pacho Chino"), José Vicente Lesmes ("Walter Mendoza"), Martín Cruz Vega ("Rubín Morro") y Luis Carlos Úsuga ("Isaías Trujillo"), se sumaron a la delegación junto a una docena de otros prominentes cuadros, entre ellos Henry Castellanos Garzón ("Edilson Romaña").
"Hemos llegado a La Habana un grupo grande de importantes cuadros de la insurgencia para formar parte del comando guerrillero de normalización, que va a explorar el punto tres de la agenda: fin del conflicto", afirmó "Romaña" en el noticiero de las FARC divulgado en su sitio web.
"La llegada nuestra significa un voto de confianza por parte de las FARC a la paz", agregó el comandante, uno de los más buscados por el Ejército.
- "Mucho ruido" -
"Es la comandancia de las FARC la que está negociando y esto significa que el proceso de paz ya está lo suficientemente avanzado", dijo a la AFP Ariel Ávila, de la Fundación Paz y Reconciliación.
Para el experto, "las FARC necesitan sus mejores cuadros políticos" para abordar el asunto más complejo: el abandono de las armas, luego de alcanzarse consensos parciales sobre desarrollo rural, participación política y el problema de las drogas ilícitas y cuando aún se debate sobre las víctimas.
"Claramente, el hecho de que estén presentes implica un compromiso con la paz y genera una expectativa grande hacia el fin del proceso", dijo a la AFP la politóloga Marcela Prieto, quien cuestionó la falta de información sobre los traslados, que han generado "mucho ruido" en Colombia.
Sin embargo, advirtió, la percepción no es igual en todo el país. En los centros urbanos hay mucha más "desconfianza" y "resistencia", mientras que en las zonas rurales que conviven con el conflicto hay una visión "más positiva", explicó.
Entre los opositores al proceso de paz, liderados por el expresidente derechista y actual senador Álvaro Uribe, la presencia que ha generado más rechazo en los diálogos de paz es la de "Romaña", responsable de las llamadas "pescas milagrosas" cerca de Bogotá, como se conoce a los secuestros azarosos en las carreteras.
Sobre ello el presidente Juan Manuel Santos respondió en un programa de la TV oficial: "Esos son sapos muy grandes que uno se tiene que tragar. Pero esa es la forma de llegar a la paz".